Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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En Cabildo, el motor de la familia Ferrari funciona si rueda una pelota

Omar llegó en 1984 y rápidamente se integró al "Tifón", elenco que ese año conquistó el Pormocional de la Liga del Sur. “¿Sabés por qué juego el fútbol? Porqué nunca me regalaste una pelota”, le dijo Gianella, la menor de sus hijas, a su padre.

   Los prejuicios no existen en la familia Ferrari. Omar, exjugador de Pacífico de Cabildo y Tiro Federal, le pasó el legado a sus tres hijos: Gianni (23), Gina (26) y Gianella (16).

   La receta, sin dudas, está en los genes. “Papá, ¿sabés por qué yo juego al fútbol? Porque nunca me regalaste una pelota”.

   Gianella, la más chiquita de la familia, le hizo ver a su padre que los prejuicios quedan de lado cuando la pasión se impone. Ella, como su hermana y muchísimas mujeres son parte de la creciente visibilización del fútbol femenino en todo el mundo.

   “Me hizo un clic, porque soy parte de una época en que se regalaba una muñeca. Las llevaba a patín, baile, tela, pero... ¿una pelota? Y sí, no alcanzaba a descifrar qué era lo que les gustaba realmente”, dijo Omar.

   -Se ve que jugar a la pelota era el momento de diversión de la familia.

   -Después, atando cabos, nos dimos cuenta de muchas cosas. Los tres hermanos jugaban a la pelota en el mismo parador donde siempre, en Monte Hermoso. Gina y Gianella jugaban al “Coca Cola”, hacían jueguito y se prendían en los picados.

   Por ahí aparecía alguno preguntando: ¿dónde están las chicas que hacían jueguito en la playa? Las llamaban, me prendía yo, Ginno y se armaba un ‘loco’ o un partidito informal.

   -¿Y les veías condiciones?

   -Sí. El fútbol femenino no estaba afianzado en Bahía; si lo estaba era en los torneos barriales, pero no me enteraba. Ahora es un boom y gracias a Dios ellas aman el fútbol.

   "Hoy miramos partidos juntos; Gianella entrena en doble turno porque su deseo es ser mejor que su hermano (risas). Le aconsejo quedarse a patear penales o tiros libres, a practicar con ambas piernas. El otro día hizo un gol de zurda: "¡Tenías razón papá...! Soy derecha, pero pude hacer un gol con la zurda”.

   “Gianella debutó en Primera sin jugar partidos en menores e infantiles. Tiene la virtud de adaptarse rápido, mientras que Gina puede jugar en todas las posiciones, es un tractor (risas); y Gianni es goleador”, aseguró.

   -¿Qué sentís como padre de tres hijos futbolistas?

   -Orgullo. A mí el fútbol me llenó de amigos. Estoy identificado con Pacífico de Cabildo, pero en Tiro, donde también jugué, me reciben como si fuera Maradona. Lejos de haberlo sido, porque no hice muchos goles, algo dejé como persona.

   "A los 60 años sigo jugando en la Liga Interprofesional, para el equipo de veterinarios y agrónomos. Todavía encuentro rivales que jugaron en la Liga del Sur. Me mantiene vigente”, sostuvo Ferrari.

   -¿Te venías de Cabildo?

   -Sí. Cuando estuve mal de trabajo, hace unos meses, me venía a dedo. No podía sacar el auto del garaje, aunque a los partidos no faltaba.

   "En mi juventud sobresalí tirando caños, haciendo un sombrero; era bastante exquisito (risas)”, reveló.

   -¿Sos nacido en Buenos Aires?

   -Soy de Quilmes. Jugué diez años en las inferiores de River, donde conservo amigos como el “Tapón” Jorge Gordillo. En los entrenamientos con “Pipo” Gorosito –él categoría ’64 y yo ’63- jugábamos por la gaseosa a ver quién triaba más caños.

   “Nuestro maestro fue Martín Pando. Me enseñó a patear de zurda. Eso me salvó de perder el puesto de wing derecho porque había llegado otro pibe de 30 de Agosto que la rompía. Mejoré tanto la zurda que pasé a ser wing izquierdo”.

   "Recuerdo que ganamos un torneo Evita y que la cancha de River estaba llena. Teníamos un muy buen equipo", aseguró.

 

   -Acá te conocían por usar la “10”.

   -Jajaja. Era bonito jugar con la “10” . Una vez, en La Nueva Provincia, pusieron: “El zurdo Ferrari”. Y resulta que yo no era zurdo, tenía la pierna trabajada.

   -Jugaste en River, pero sos hincha de Boca.

   -En el club lo sabían. En Novena, con 12 años, fuimos a La Candela, en San Justo, y los cuatro del plantel que éramos hinchas de Boca hicimos goles. Ganamos 5 a 1, me tocó meter uno de penal. En el vestuario fue un gaste terrible.

   -¿Cuál es la mayor virtud de cada uno de tus hijos?

   -Mi papá definió a Gianni cuando lo vio jugando papi fútbol. Era arquero, pero cuando iban perdiendo salía del arco para ser un jugador más.

   “Vos sabés que tu hijo va a llegar porque tiene lo que no tuviste vos”. Mi viejo se refería al carácter. Lo mío era jugar lindo, pero me faltaba ese plus. Gianni demuestra una energía tremenda, además de condiciones para hacer goles.

   "Siempre está bien ubicado en el área; ese olfato de goleador", señaló.

   -¿Y Gina?

   -Es todoterreno. Empezó como delantera por el porte de ella, luego la fueron ubicando en distintos puestos. Hoy juega de “5” en Libertad, es dueña de las pelotas paradas. Polifuncional, aunque con menos despliegue.

   -¿Gianella?

   -Tiene buena pegada con las dos piernas. Se va perfeccionado porque es joven y asimila los consejos.

 

110 partidos jugó Omar Ferrari entre Pacífico de Cabildo y Tiro Federal (1984/93) Anotó 11 goles y lo expulsaron 4 veces. (Datos: Eduardo "Cocho" López).

 

El campeón del '84

   -¿Te juntás con los muchachos del ’84?

   -Cada tanto nos vemos. El año pasado vino el “Puma” Cáceres de Buenos Aires a una olimpiada de excombatientes. Nos juntamos en el fogón de Orlando Videla. Aparecieron Jorge Seitz, Hugo Espinoza, todos... Y dirigentes de hoy que eran mascotas, como “Tati” Angelini.

   -¿Cómo llegá a Cabildo?

   -Cuando me contratan para trabajar en Buenos Aires, tras quedar libre de Racing, en 1983, pasé por dos clubes de la B que no me pagaban. Mi viejo me dio estudio, plata para ir a entrenar. Pero a los 20 años, sin poder vivir del fútbol, me puse a trabajar. En El Porvenir me dijeron: 'Vení a firmar pero no te vamos a pagar'. Fue tanta la desilusión que me puse a trabajar.

   "Allí apareció un contacto de Bahía Blanca. Viajé con otros cuatro porteños, así nos decían. Entramos a un pueblo que para mí era Bahía. Estuve una semana pensando eso, buscando los estadios. Me preguntaba: ¿Dónde juega esta gente? Tenía 21 años, era calladito", contó.

   "Después me aclararon que Cabildo juega en la liga de Bahía. Ese año salimos campeones y el diario y la radio hablaban de mi. Entonces dije: 'acá valgo algo'. También fui campeón con Unión de Tornquist (foto)".

   -Y apareció el amor.

   -Cecilia Gabbarini. Mi suegro (Ermindo), que tenía campo, se quería morir. Una vez me subió a un caballo, seguro para limpiarme, jaja.

   "Mi señora no iba a verme jugar, prefería ir con las hermanas a las carreras de caballo", manifestó.

 

Gina, reciente mamá, y Gianella, las mimadas de Ginno

 

 

    Son de pie sensible, como su padre.

   "Llevo 6 años. Arranqué en la liga barrial para la UNS, luego pasé a Huracán y ahora estoy Libertad. Al principio el fútbol femenino no era bien visto", dijo Gina.

   "Soy delantera, aunque ahora lo hago en el medio. De chiquita jugaba con papá y mi hermano. Ahora que soy mamá (de Giovanni, de 3 meses) sigo a Gianella, que es bastante parecida a mi", afirmó.

   "¿Un sueño? Ganar un campeonato en algún equipo. Ahora en Libertad o bien podría ser en Pacífico de Cabildo más adelante.

   Gianni, que la rompió este año con 12 goles en el "Tifón", las mima.

   "Me propuse hacer un buen año, porque antes el laburo me lo impedía. En el área trato de no fallar, jajaja", aseguró.

   "¿Consejos? Les doy a mis hermanas; más que nada a Giannella, que es la que más pregunta. En el entretiempo de un partido reciente le corregí un error porque giraba al revés y se chocaba a la central. Hizo un gol muy lindo, tiene condiciones", sostuvo.

   Gianella debutó en Huracán, pero luego pasó a Pacífico: "Tenemos un plantel muy joven; estamos en formación. Crecí mirando a Gianni y copiando a Gina. Mi primera pelota fue las que daban en las YPF (risas)", subrayó.

   "Empecé con mucha ayuda familiar, por eso me gustaría compartir equipo con mi hermana en alguna cancha y en el mismo equipo", aseveró.