Ferrowhite: un trabajo social y cultural incesante

Redacción de La Nueva.

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Por Nicolás Testoni (*)

¿Qué te pasa, calabaza? La respuesta es ¡Qué no pasa!, porque alrededor de un museo taller pasa de todo. Pasan buques, camiones y trenes, pero también vecinos y visitantes que activan el gran engranaje de la memoria en acto. Acá les contamos en cinco párrafos de qué va el trabajo en Ferrowhite durante este septiembre en el que la localidad portuaria celebra un nuevo cumpleaños.

La bolsa y la vida

   Ahí viene Pablo en la combi del INTA. Trae más de 140 bolsas con verduras cosechadas por los agricultores del Sauce Chico. Acá lo esperan Yésica, Herminio, Miguelina y otros tantos, que aprovechan el solcito para conversar y ponerse al día.

  El recetario que pusimos a circular entre todos ellos nace un poco de ese intercambio. Reúne recetas que viajan de boca en boca, en audios de whatsapp o apuntadas en el margen de la boleta del gas. Es una publicación abierta, con páginas que se irán sumando en próximas entregas.

   Cada receta mezcla memoria familiar con ganas de probar cosas nuevas, la inquietud por entender mejor cómo se produce nuestro alimento con la pequeña gran pregunta de todos los días: ¿Qué comemos hoy? 

Un archivo entre muelles y rieles 

   En el archivo de Ferrowhite se trabaja sin pausa. Por estos días nos ocupamos de algunos fondos personales, como el que reúne los papeles de Osvaldo Ceci, recordado capataz del Galpón de Locomotoras de Ingeniero White, quien en 2006 fue uno de los protagonistas de "Nadie se despide en White", aquel "documental en vivo" que desplegamos a lo largo y ancho del predio de la usina.

   Inventariados, descritos, accesibles para la consulta, los volantes, panfletos y publicaciones que el Colorado Ceci recopiló durante toda una vida de militante político y sindical encuentran ahora su lugar en ese entramado colectivo de experiencias que, en definitiva, es este archivo.

   La guía general del archivo de Ferrowhite está disponible para la consulta en https://museotaller.blogspot.com/

Hincar la pala

   En el museo levantamos un invernadero. No lo hicimos solos sino en compañía de gente de otros barrios que lleva adelante huertas comunitarias. Hincar la pala, cavar seis pozos y luego una zanja, medir una, dos, tres veces hasta estar seguros de que todo cuadra, para recién después clavar las estacas, doblar los caños en arco, tensar los tiros, desplegar el nylon y atornillarlo a la estructura.

   ¿Eso es todo? No, es apenas el comienzo. Porque la idea fue aprender con el propósito de replicar este "macrotúnel" -así lo llaman los que saben-, en los demás espacios.

   Construir un invernadero busca darle forma a un gesto de abrigo, destinado a las plantas que cultivamos pero también a las vidas que en este lugar se sostienen a merced de las inclemencias del mundo.

Corte y convicción

   Cada martes y viernes activa su rún rún el taller de Corte y Confección que coordina, valga la redundancia, nuestra compañera Malena Corte. Mónica, Betty, Graciela, Vero, Claudia, Rosa, Analía y Aimeé se ponen la camiseta del museo o, mejor dicho, la fabrican.

   Del molde a la puntada final, pasando por la impresión en serigrafía, en el taller se elaboran mamelucos y remeras que pronto saldrán a la venta. Porque al museo vamos pero a veces también lo llevamos puesto.

¡Último momento!

   Nos cuentan por cucaracha que nuestro proyecto de residencias en el estuario de Bahía Blanca “Isla Invisible” fue seleccionado para participar de “Humedales para mapear”, una iniciativa que busca generar cartografías destinadas a entender mejor esos ambientes en los que la tierra y el agua, pero también la sociedad y la naturaleza, son dominios que no pueden entenderse por separado.

   Junto a los guardaparques de las reservas naturales "Islote del Puerto" y "Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde", vamos a recorrer el estuario con el objetivo de dibujar una carta náutica que de cuenta de la convivencia, muchas veces difícil, entre humanos y no humanos en un espacio clave para la reproducción de la vida y la circulación capital.

   Todo lo que aquí se hace sucede gracias a la colaboración de un montón de instituciones amigas. El reparto de verduras lo llevamos adelante junto al Grupo de Nutrición del Centro de Salud “Leonor Cappelli” de Ingeniero White, el INTA Bahía Blanca y la Red de Productores hortícolas del Sauce Chico. La confección de la guía del archivo de Ferrowhite fue posible gracias a un subsidio otorgado por la Fundación Williams y la Fundación Bunge y Born. La construcción del invernadero es parte de Huertas de la Ciudad, proyecto del Municipio de Bahía Blanca integrado por vecinos huerteros de Grünbein, Piñeiro, Latino, 9 de noviembre, Zelarrayan y la Ilusión, en articulación con el programa PRO HUERTA del INTA y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

   “Humedales para mapear” es coordinado por Cristina Amaretti, Francisco Paredes y Diana Campos con el aval de Ambart.com - Comunidad de Arte y Ambiente, La Paternal Recicla, Taller Flotante, La costa no es basural, Casa Río Lab y Fundación Eco urbano. Y nuestro proyecto “A prender 40 huertas” cuenta con el apoyo del programa Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación y del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca. 

   Sólo tenemos tiempo para recordarles que Ferrowhite está abierto de lunes a jueves, de 9 a 13; los viernes, de 13 a 17 y los domingos, de 15 a 19.

(*) Director de Ferrowhite, museo taller del puerto de Ingeniero White. Cursó estudios en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires.