Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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El Hospital Municipal, otro orgullo de la ciudad

El 14 de abril de 1887 a pedido del Intendente Luis C. Caronti, el Concejo Deliberante aprobó la construcción del Hospital Municipal.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Las últimas décadas del siglo XIX constituyeron un período de intenso cambio y crecimiento para la ciudad de Bahía Blanca, fundada el 11 de abril de 1828, que paulatinamente adquirió los perfiles de una ciudad moderna.

  En el camino de construir una infraestructura que respondiera a las necesidades de una población en constante aumento, surgió la inquietud de crear un organismo que brindase una adecuada atención sanitaria. 

   Dicho servicio se cubría de forma irregular y precaria. Cuando el “Hospital Militar”, en los hechos sólo una enfermería, dejó de atender a la población civil en 1885, se acondicionaron dos habitaciones de la comisaría como salas de primeros auxilios. 

   Con motivo de la segunda epidemia de cólera (1886-1887), la municipalidad debió atender a los enfermos en una casa alquilada en calle Undiano entre Darregueira y Thompson para destinarla como Lazareto. Se designó a Faustino Sosa como administrador y lucharon allí con valerosa abnegación los doctores Leónidas Lucero, Sandoval y Daniel Mandinich.

   También se instaló otro Lazareto en la calle Castelli y en el corral del Abasto. La situación hizo tomar conciencia a las autoridades, de la importancia de erigir un establecimiento sanitario que prestara asilo a enfermos y desvalidos. 

   Las voces, que por entonces pedían por la regularización de tal situación, se elevaron aún más a consecuencia de esa epidemia. Finalmente el 14 de abril de 1887 a pedido del Intendente Luis C. Caronti, el Concejo Deliberante aprobó la construcción del Hospital Municipal.

   La iniciativa del montaje del complejo sanitario que ocuparía una extensa manzana ocurrió a instancia de Leónidas Lucero.

   Dos años más tarde, el 9 de Julio de 1888, se colocó la piedra fundamental en la que era la “Plaza Alsina”, donde aún funciona el establecimiento. 

   El Hospital Municipal se inauguró el 2 de junio de 1889 siendo administrado inicialmente desde el Municipio. 

   Fue levantado en una magnífica quinta de más de dos hectáreas de extensión, admirablemente cultivada.

Los nombres

   Curiosamente, a lo largo de su historia, el Hospital fue modificando su denominación.

   Por ejemplo, en 1913, por ordenanza, pasó a llamarse Hospital Municipal y Asistencia Pública.

   Se mantuvo así que, el 21 de julio de 1965 y por la ordenanza 1788, se decidió homenajear a uno de sus impulsores y se denominó Hospital Municipal Doctor Leónidas Lucero.

   En 1986, en vez de Hospital, pasó a ser Centro de Salud Doctor Leónidas Lucero.Cuatro años después, en 1990, se le agregó la palabra “Municipal” al Centro de Salud.

   Finalmente, en 1997, adoptó el nombre actual: Hospital Municipal de Agudos Doctor Leónidas Lucero.

La actualidad

   “Esta pandemia nos ha hecho vivir el momento laboral más difícil de nuestras vidas. Para el sistema de salud hay un antes y un después de 2020”.

   Con esa frase, el doctor Gustavo Carestía, director del  Hospital Municipal Leónidas Lucero, graficó el rol que cumplen todos los actores de la salud en el marco de la pandemia que generó el Covid-19.

   “La lucha es en equipo. Los médicos cumplen un papel preponderante, pero puedo asegurar que nadie se guardó nada para hacer frente a esta contingencia, aún corriendo riesgos de contagio”, amplió. 

   En ese sentido, el Hospital Municipal atendió alrededor del 50 por ciento de los casos de coronavirus en Bahía, ya sea en internación como en consulta externa.

   “Y a eso se sumó la atención de las demás patologías. Por eso digo que la peor parte de la pandemia se la llevan los pacientes, pero el personal de salud ha hecho un gran trabajo para sobrellevar la situación. Demandó muchísimo esfuerzo, que demuestra la pasión y la vocación que se tiene”.

   Carestía reconoció que el contexto no ayudó para avanzar en el Plan Estratégico y Director.

   “Fue un año de gestión atípico, en el que debimos enfocarnos en coronavirus. De todos modos, hicimos algunas cosas y afianzamos otras. Pero es imprescindible sostener esta idea de trabajar en el hospital del futuro. El Plan Director no se puede detener; se puede demorar, como sucedió este año con esta contingencia, pero debe seguir adelante. Bahía tiene que estar preparada para lo que viene y la refundación del hospital debe mantenerse como eje”.