“Ante una nueva era”: Todo un presagio de “La Nueva.”

Redacción de La Nueva.

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   El martes 24 de noviembre de 1981, "La Nueva Provincia" editó un suplemento especial, de 40 páginas tabloide, sobre la inauguración del complejo petroquímico Bahía Blanca.

   En la página 3, bajo el título "Ante una nueva era", se publicó una breve reseña sobre el crecimiento que evidenció la ciudad con el transcurrir de su historia.

   Y sobre este hecho en sí, decía: "Bahía Blanca está inaugurando una etapa que compromete su futuro y la introduce en una vida diferente. La ciudad, eje de una existencia predominantemente agrícola y comercial, suma una nueva faz: la de la industria". Todo un presagio...

   Este es el texto completo escrito aquel día:

   "Hay hitos en la historia de Bahía Blanca que señalan claramente el comienzo de nuevas épocas. El progreso de la ciudad se va jalonando en acontecimientos concretos, claros que definen los periódicos cambios. Generalmente en la historia estos cambios son insensibles. Se perciben cuando ya han transcurrido. Se producen con lentitud y se los advierte cuando la transformación ya ha sido consumada.

   En el caso de Bahía Blanca esto no ocurre. Su primer hito fue el acta de nacimiento, la fortaleza instalada en el paisaje baldío. Desde entonces comenzaron a asomar algunos ranchos alrededor de las murallas, amparándose a su sombra. Las ambiciones eran de supervivencia. A la espalda observaba el indio. La agresión estaba en constante latencia. Deberían transcurrir más de cinco lustros para que una nueva época cambiara la fisonomía del reducido pueblo. Ocurrirá en 1856, con la llegada de la Legión Agrícola Militar Italiana. Un espíritu de renovación entonces sacudió la temerosa modorra del pueblo. Otras metas fueron reemplazando al miedo.

   El futuro adquirió matices completamente diferentes cuando en 1879 quedó concluida la conquista del desierto. Daba comienzo en ese instante la conquista pacífica y feraz de los campos; pero el aislamiento aún se mantenía acentuado por la distancia, vencida solamente por las diligencias y las carretas. Solamente un lustro transcurrió para que también esa etapa de soledad quedara atrás y las vías del ferrocarril establecieran una rápida y permanente comunicación con la capital y. el resto del país. Bahía Blanca avanzó vertiginosamente, al impulso de su puerto, su comercio,la multiplicación de la producción agrícola y la búsqueda de metas culturales, concretadas a través del tiempo en la construcción del Teatro Municipal y en el desarrollo de la actividad educativa hasta alcanzar la universidad.

   Hoy se abre una nueva puerta. Bahía Blanca está inaugurando una etapa que compromete su futuro y la introduce en una vida diferente. La ciudad, eje de una existencia predominantemente agrícola y comercial, suma una nueva faz: la de la industria. La gran industria que estará al servicio no sólo de los requerimientos regionales, sino de la Nación. Gigantescas obras la definen: la planta de Petroquímica Bahía Blanca, la planta de etano, el complejo de industrias satélites, la gran central termoeléctrica.

  Con la inauguración oficial de Petroquímica Bahía Blanca y dos de las plantas satélites el comienzo de esta nueva era tiene una fecha precisa. A partir de hoy estamos habitando en una ciudad diferente. Este progreso material tan útil, tan necesario, tan imprescindible para la Nación misma, requiere también el crecimiento paralelo de los valores humanos, morales, espirituales y sociales a fin de que no se desvirtúen esencias que hacen a la dignidad, la nobleza y la belleza de la vida. Por eso, concretar en su más positiva expresión este período que comenzamos a transitar, es competencia de todos. Y todos debemos asumirlo con satisfacción y responsabilidad para que el hogar compartido que es la ciudad se manifieste en la plenitud de sus valores".