Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Denuncia que en su casa usurpada funciona un geriátrico trucho desde hace 2 años

Oscar Fernández, dueño del inmueble ocupado ilegalmente en Tarapacá 1966, remarcó la inacción del ministerio de Salud bonaerense pese a una orden judicial de clausurar el lugar.

En el inmueble de Tarapacá 1966 funcionaría un geriátrico clandestino desde hace 2 años. (Fotos: Rodrigo García-LN.)

   Un empresario bahiense denuncia desde hace 2 años el funcionamiento de un geriátrico clandestino en un inmueble de su propiedad en Villa Rosas, usurpado por una pareja que en 2018 iba a alquilar el lugar aparentemente como vivienda familiar.

   Si bien la justicia ordenó el inmediato desalojo y clausura del hogar trucho, donde se alojaría aproximadamente a una decena de abuelos al parecer en malas condiciones, la medida hasta el momento no se hizo efectiva.

   A raíz de esta situación el denunciante Oscar Ramón Fernández, dueño de la casa ubicada en Tarapacá 1966, previamente había presentado por intermedio de su abogado un amparo por mora contra el ministerio de Salud bonaerense.

   Fue como consecuencia de "la inactividad y pasividad material" de parte del organismo provincial, que "ya lleva un largo plazo sin realizar ningún movimiento del expediente administrativo".

   El doctor Sebastián Marcos, patrocinante legal de Fernández, presentó un escrito en Región Sanitaria I para manifestar que "no hay intención de esta parte de que se mantenga la ocupación ilegítima" del inmueble en cuestión.

"Cajoneo y coimas"

   Fernández, dedicado al rubro automotor, denunció que esa petición supuestamente fue "cajoneada" por las autoridades de Región Sanitaria I.

   El hombre además acusó a una funcionaria de la repartición local de recibir "coimas mensuales de más o menos 100.000 pesos por parte de Natalia Verónica Castorani", quien tendría a cargo la residencia para ancianos ilegal.

   "Ella (por la funcionaria) permitió que estén usurpando mi casa desde hace 2 años, al aceptar los sobornos de la usurpadora", afirmó Fernández, que oportunamente radicó la denuncia de lo sucedido en la comisaría Tercera, de Ingeniero White.

   En septiembre de 2018 el entrevistado acordó de palabra con Castorani el alquiler del domicilio para uso familiar.

   "Apareció esta chica, que quería abrir un geriátrico, pero le expliqué que la vivienda no está preparada para ese fin. En ningún momento desconfié de ella porque parecía muy religiosa y siempre andaba con una Biblia en la mano", aseguró el informante.

   Luego de que la mujer hiciera un pago parcial del monto pactado, y 4 días antes de formalizar el contrato de alquiler, el locador entregó la llave del inmueble a la locataria para que su marido fuera a realizar arreglos.

   "Al día siguiente fui a la casa para ver si necesitaban ayuda y, cuando entré, encontré a Castorani con 11 abuelos adentro. Se instalaron sin mi autorización y sin haber firmado el contrato antes", indicó Fernández.

Ni multa ni clausura

   El 9 de septiembre del año pasado, personal del ministerio de Salud inspeccionó el establecimiento y constató que funciona "en infracción a la normativa vigente", por lo que se dispuso la aplicación de una "multa y clausura" del sitio.

   Sin embargo el hogar de ancianos continúa en actividad sin habilitación, de acuerdo con la información aportada por el vocero.

   "La exnuera de mi pareja trabajó 3 meses como enfermera en el lugar y por intermedio de ella me enteré que maltratan a los abuelos. Además les dan de comer solo fideos, polenta y arroz", finalizó Fernández.