Con oposición del fiscal y el defensor, se hace el primer juicio en pandemia
Las partes pusieron reparos al traslado del detenido desde la cárcel y de los testigos, procedentes de Punta Alta. El tribunal adoptó medidas especiales y confirmó el debate desde hoy.
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El primer juicio oral en la "nueva normalidad" de los tribunales de Bahía Blanca se hará, desde hoy, pese a la intención de suspenderlo que tenían las dos partes en pugna.
El Tribunal en lo Criminal N° 1 confirmó el debate -que concluirá mañana- a Jonathan Claudio Zapata (28), por un robo con armas cometido en Punta Alta.
Fue luego de rechazar el planteo conjunto del fiscal Diego Conti y del defensor oficial Carlos Carnevale, quienes pusieron reparos por el traslado del acusado desde la cárcel de Villa Floresta, teniendo en cuenta que en ese lugar existe un foco de Covid-19.
Y también destacaron los inconvenientes para la llegada de la mayoría de los testigos, procedentes de la vecina ciudad.
Los jueces Hugo De Rosa, Ricardo Gutiérrez y Cristian Yésari desestimaron el planteo y confirmaron el juicio, tras adoptar una serie de medidas de prevención para minimizar los riesgos.
Por otro lado, desde el área de Sanidad de la Unidad Penal N° 4 se negó que Zapata estuviera aislado o bajo sospecha de contagio.
El tribunal decidió acondicionar una de las salas de la planta baja, que lógicamente no va a tener público.
En cada uno de los extremos del estrado habrá 2 jueces y el tercero se ubicará en un escritorio separado, para mantener la distancia.
Casi a la altura de donde se iniciaba el espacio para la gente se ubicarán el fiscal, de un lateral de la sala, y el defensor, del otro y a su vez estará separado del imputado por una cortina de nylon transparente, para no perder el contacto.
Cada 2 horas, como máximo, deberán detener la audiencia y liberar la sala para su total desinfección. Y recién 40 minutos después podrán volver a usarla.
Los testigos de riesgo -dentro del grupo general de 13 que fueron propuestos para el caso- podrían llegar a declarar por videoconferencia.
Forcejeo y un tiro
A Zapata se le atribuye un robo cometido el 20 de julio del año pasado, sobre 19.15, en una vivienda de José Ingenieros al 1900, de Punta Alta.
Fue cuando una persona llamó a la puerta y se anunció como "el chico que vino a ofrecer las cosas para vender".
Cuando le abrieron, extrajo un arma e ingresó, para reducir a una mujer y luego a su marido, que estaba en una habitación.
En un momento la dueña de casa forcejeó con el ladrón -tomó el arma por su cañón- y terminó golpeada en el piso.
Antes de escapar, con unos 1.600 pesos y un teléfono celular, el delincuente se cruzó en su partida con una persona que llegaba a la casa junto a su hijo de 11 años y en esas circunstancias realizó un disparo que de milagro no hirió a nadie.