Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

"El niño raro", un libro que habla sobre los chicos que no "encajan"

La autora Teresa Prost y la ilustradora Myrian Bahntje se preguntan en las páginas de un libro de reciente edición, si "somos como somos o somos como los demás quieren que seamos". Un libro para compartir en familia.

Fotos: Pablo Presti - La Nueva.

Laura Gregorietti

[email protected]

 

   Cuenta Teresa Prost que "El niño raro" se gestó en su cabeza cuando trabajaba de bibliotecaria en una escuela. Más de una vez le había tocado escuchar, a docentes y también a alumnos, cómo se referían a tal o cual niño definiéndolo como "raro".

   "Yo preguntaba, entonces, cuál era el significado. Y confirmé lo que sospechaba: la clasificación “raro” implicaba la medición de acciones, actitudes, modos de vestir, gustos… en un ámbito particular. El instrumento de esa medición era la “normalidad” que la mayoría, la media, esperaba y aún hoy espera de los demás. Si uno no “encaja” en esa “caja” se “desencaja”, queda excluido. La presión es terrible. En el caso de Juan -el niño protagonista de este cuento-,  todo su entorno (familia, escuela, pares) lo 'acusa' de ser raro. Es una acusación sutil, pero muy pesada", reconoce Teresa.

   Para Myrian, "El niño raro" ha sido el proyecto editorial más complejo que ha realizado con Teresa.

   "Se trata del libro con mayor cantidad de imágenes y con ilustraciones elaboradas acorde a aquello que como ilustradora sentí que el texto me pedía: imágenes a doble página con mucho color y detalles; es un libro para recorrer varias veces, para detenerse en cada página y leer también “entre líneas”. Es una hermosa historia que nos invita a reflexionar sobre varios aspectos de la cotidianidad de un niño que nos devuelve la mirada sobre nuestra propia cotidianidad", destacó la ilustradora.

   "En el proceso de gestación de un libro hay mucha corrección, mucho volver a ver, alejarse y jugar de nuevo -dice Teresa. A veces, ver las ilustraciones invita a recortar el texto, a acomodarlo. Otras, descubrimos que una palabra es innecesaria porque la imagen dispara significados nuevos y eso nos gusta, y también conversamos sobre los posibles disparadores que surgen a partir de un dibujo. Por ejemplo, en “El niño raro”, hay una imagen que a mí me hacía ruido, donde se ve a una mamá que, en un momento de mucho enojo, se saca mal. Y Myrian defendió su postura con un argumento irrefutable: esas mamás existen, las vemos todos los días, los nenes saben que así sucede, los adultos ni hablar…"

   Según reconoce, abrir la puerta a conversar esa imagen fue necesario e imprescindible.

   "Y por supuesto, estuve de acuerdo. La literatura no muestra mundos ideales, a veces incomoda, atraviesa, nos lleva por la cornisa, nos ayuda a encontrarnos con eso que no sabíamos que íbamos a encontrarnos pero que, quizás, buscábamos", agregó Teresa.

   El primer intérprete del texto es el ilustrador, ya que al leerlo comienza a imaginar la historia en imágenes: imagina los personajes, los rasgos que transmitirán a sus personalidades, los contextos de esos personajes y partir de ahí se da una larga búsqueda en bocetos.

   "Las ilustraciones pueden narrar el texto en términos simétricos pero también pueden sumar sentidos allí donde encuentran el espacio apropiado para hacerlo. Para ello son muchas las decisiones que el ilustrador tiene que tomar: plantear un estilo, una paleta de color, elegir qué momentos del texto representar, un encuadre, una angulación, un tipo de luz y un largo etcétera. Y el lector, por su parte, deberá “leer” estas ilustraciones -no solo el texto- en ese devenir espacial propio de cada imagen y ese otro devenir temporal que propone una ilustración y la siguiente, a lo largo del libro en una relación particular entre texto e imagen, esa que proponga cada proyecto editorial", destacó Myrian.

   Gestar “El niño raro” les llevó a ambas casi tres años de trabajo.

   "Las dos nos dedicamos a otras actividades que, si bien se relacionan con esto de crear, contar y compartir historias e imágenes, nos insumen tiempo -dijo Teresa. Y el día tiene 24 horas. Pero bueno, ¡ya nació! ¡Estamos felices! Es mucha la gente, mucho el esfuerzo que se involucra en el nacimiento de un libro. No solo autor e ilustrador sino editor, diseñador, imprentero y luego el proceso de distribución, que no es menos importante. Un libro encajonado no tiene sentido. Es imprescindible que comience a andar, que levante vuelo, que se complete en cada lector".

   "Pintar cada imagen me llevó horas y horas pero durante ese tiempo disfruté de cada pincelada, de cada punto y de cada línea, espero que este disfrute le llegue al lector. La construcción total del libro duró unos 3 años, en parte, porque trabajo como docente con una demanda horaria considerable pero el plan es jubilarme antes de fin de año para dedicarme full time a ilustrar. Con Teresa ya estamos iniciando otro proyecto y sabemos que luego vendrán más". 

   La cuarentena, el aislamiento social, le permitió a Teresa dedicarse más a la escritura.

   "Las actividades de narración oral, los espectáculos de cuentos con títeres que llevamos a cabo junto a Andrea Dominella (TítiriCuénticas), los talleres y demás actividades con presencia de público fueron suspendidas así que de pronto encontré tiempo para escribir. No solo nació “El niño raro” sino que pude comenzar otros proyectos. Terminé de escribir una novela que muy pronto editará MB (Maryta Berenguer), pensada para lectores de diez años en adelante. Y como no podía ser de otra manera, con Myrian ya comenzamos a soñar un nuevo proyecto".

   Literatura infantil que deleita, conmueve y moviliza

 

   "La literatura infantil no es un género menor. Es más: muchos investigadores y ensayistas cuestionan esa calificación. Existe la literatura como arte, y dentro de esa literatura hay textos que son atractivos y accesibles (por su temática, extensión, vocabulario…) también a los peques. Pero no son prohibidos a los mayores. Es más, hay bellísimos textos ubicados en el “sector” de literatura infantil que nos deleitan, nos conmueven, nos movilizan a los adultos. Obvio, nuestra mirada encontrará una interpretación distinta, abrirá otro imaginario, ensayará otras respuestas. Esa pluralidad de significados nos permite asegurar que ese texto que se muestra a nuestros sentidos, es literatura", aseguró Teresa.

   "Con Myrian hemos compartido varios proyectos, todos gratificantes. Siempre resulta mágica la comunión palabra-imagen. Una escribe y sabe que el texto se completa en el lector. Ahora, imagínense que ese lector es ilustrador. Que lee tu texto y luego te muestra un dibujo donde aparece no solo el personaje que inventaste sino detalles y más detalles: algunos que sembraste con indicios y otros en los que ni siquiera habías pensado. Hay una conexión única y exquisita donde los lenguajes se amalgaman para decir lo que queremos decir. Esa exploración, esa búsqueda, es el motor del proceso".

   Por su lado, Myrian cuenta que trabajar con Teresa siempre le ha resultado un placer.

   "Siempre me brinda la libertad de hacer, de sugerir, de conversar las decisiones en la elaboración de cada libro; la dinámica de construcción de estos es de una sinergia tal que enriquece decididamente el trabajo de ambas, tal es el caso de 'El principio', un libro que nos ha dado muchas satisfacciones y que este año se presentó en la Feria virtual de Bologna por medio de la Asociación de Dibujantes de Argentina a la cual pertenezco".

Sobre Myrian

   Su formación principal se la debe a la Escuela de Artes Visuales de Bahía Blanca, allí se especializó en la orientación pintura. Más tarde, la docencia la conectó con el campo de la ilustración y descubrió que quería dibujar y pintar para ilustrar, entonces se fue adentrando en ese maravilloso mundo.

   Actualmente trabaja como ilustradora free-lance para diferentes editoriales nacionales y también para el exterior realizando producciones orientadas al público infantil y juvenil.

   Es miembro de la Asociación de Dibujantes Argentinos, espacio desde el cual participa en diferentes muestras, ferias y diversas actividades.

   Más de Myrian: www.myrianbahntje.com.ar

Sobre Teresa

   Teresa Prost vive en Bahía Blanca. Se desempeñó como maestra y bibliotecaria. Integra el dúo “TítiriCuénticas”, que ofrece espectáculos de cuentos con títeres y otros recursos. Es narradora oral, escritora, coordinadora de talleres de animación a la lectura y narración. Es miembro de la Red Internacional de Cuentacuentos.

  Tiene publicados: “Algo para contar”, “Secretos”, “Sobre fantasmas y otros seres extraños”, “Yo quiero ser valiente como Sauriana y Bronte”, “El principio”, “Bebé Saurio dejó el chupete”, “El niño raro”;  y en coautoría con Maryta Berenguer: “Ovillo de historias” y “Collage”.

   Como autora, recibió premios y menciones en concurso provinciales y nacionales. Algunos son: Concurso “Palabra de maestro”, Consejo General de Educación, Provincia de Buenos Aires: Primer premio, ediciones 2008 y 2009. Cuentos: “Secretos” y “Algo para contar”.

   Entre los premios, se destacan el Primer premio, concurso María Elena Walsh, Colegio de Escribanos de la Pcia. de Bs. As. Cuento: “Mundo de pelota”; Premio Eduardo Dayan, Fundación El Libro, edición 2013. Cuento: “Abecedabra”. Primer premio; Primer premio, Certamen “Codimat”: Cuentos constructivos. Cuento: “Justicia Perra”; Primer premio, IV Certamen Literario Distrital de Saavedra. Cuento: “Señales”.

   Como narradora oral participó en diversas localidades del país y en festivales internacionales como en Buga, Colombia: representó a la Argentina en el 31° Encuentro de contadores de historias y leyendas. En Asunción, Paraguay: representó a la Argentina en el Festival Internacional “La Patria que late en mí”, en Cusco, Perú y en Tenerife, España. “Festival Internacional de los Silos”.

   También tiene los espectáculos teatrales: “Hay que esperar”, “Voces de mujeres”, “Un pollito que vuela”, “Chocolate con cuentos” y otros.