Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Empresas "pandemials": abrieron cuando todos tienen miedo de cerrar

"Buscando A Pollo" y "Jumera" son dos emprendimientos bahienses que en plena cuarentena apostaron a más. Conocé los por qué y cómo es su lucha diaria para seguir creciendo.

Fotos: Pablo Presti y Emmanuel Briane - La Nueva.

Por Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com y

       Sofía Frugoni / sfrugoni@lanueva.com   

   La pandemia del coronavirus, que trajo consigo una cuarentena que ya lleva más de 130 días, no fue un freno para que muchos decidan avanzar y así poder salir adelante ante la adversidad. 

   Son empresas "pandemials", nacidas a la sombra del COVID-19 por emprendedores que se animaron a ir a más cuando muchos, lamentablemente, tienen miedo de cerrar.

   Son dos historias bahienses: Sebastián Tachetti decidió abrir un almacén de bebidas y Luján Salum inauguró una pollería junto a su marido.

"Muchos nos decían que no era el momento"

   Luján y Germán son dueños de una fábrica de muebles que empezó a mostrar una caída en las ventas con la llegada de la pandemia. La gente había dejado de comprar este tipo de productos, consecuencia del gran golpe económico que trajo la emergencia sanitaria.

   Dos días antes de que se declare la cuarentena obligatoria, alquilaron un local en Misiones 439 con la idea de instalar una pollería. Pero no fue hasta fines de junio que les dieron el permiso para abrir e inauguraron "Buscando A Pollo" en la segunda semana de julio.

   "Muchos nos decían que no era el momento, pero confiamos en este tipo de negocio", cuenta Luján y agrega: "Creo que va a andar, tenemos confianza y fe".

   Los vecinos del barrio Pedro Pico "son increíbles" y todos aquellos que se acercaron se mostraron contentos por el nuevo comercio, a la misma vez que le expresaban a los dueños el coraje que tenían por abrir en esta situación.

   Ellos, que se encargan de fabricar toda la mercadería (arrollados, milanesas, pastoras, entre otros), apostaron a que el rubro que eligieron era de primera necesidad y eso facilita las cosas a la hora de poder generar la clientela.

   "Creemos en este negocio, es lindo y la gente de alrededor es muy buena", detalla Luján. Sin embargo, asegura que por el momento van a mantener la pollería únicamente ya que "estamos viviendo el hoy sin saber qué va a pasar mañana".

   Como todos los comercios de hoy en día, se tuvieron que adaptar a los protocolos de higiene que incluyen: el ingreso de una sola persona por vez, limpieza de manijas, entrega de alcohol en gel para las manos, envío a domicilio para quienes no se animan a salir y uso de barbijo o tapaboca.

   Además de las típicas promociones del local, "Buscando A Pollo" ofrece productos gratis a todo aquel que se presente con un certificado que diga que tuvo COVID-19, se recuperó y donó plasma. "Queremos ayudar a incentivar a la gente para que done", dicen.

“Estuvo muy bueno animarme, no me arrepiento para nada”

   “Tener un comercio en esta época es súper difícil, los costos son muy grandes desde que abrís la puerta, pero elijo siempre trabajar para mí que para otra persona. Había muchas cosas que desconocía  y cuesta mantener el local, ya sea por los gastos o por los elevados impuestos, pero estuvo muy bueno animarme, no me arrepiento para nada”.

   Apenas días antes de que se decretara en el país el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, Sebastián Tacchetti se aprestaba a abrir el almacén de bebidas “Jumera”, ubicado en 14 de Julio al 3.411. Si bien se postergó un par de meses su apertura, la misma inquietud por afrontar el mantenimiento del local lo hizo abrir en plena cuarentena.

   El comerciante de 36 años explicó cómo vivió el antes y cómo combate el durante de la pandemia y, a su vez, se mostró sorprendido por la gran respuesta de la gente.

   “Alquilé este local el 15 de enero y tenía intenciones de abrir en febrero, aunque primero no pude hacerlo por la AFIP y después, en marzo, no lo hice por culpa de la cuarentena. Este era un rubro que trabajé muchísimo tiempo y siempre me gustó. El año pasado me replanteé muchas cosas y en diciembre tomé la decisión de poner este almacén”, abrió su relato.

   “Cuando alquilé no se hablaba de nada, solo era una noticia de China. Incluso todos estábamos bastante incrédulos de que podía llegar a ser verdad tal magnitud. A medida que fue pasando el tiempo y se empezó a hablar del tema, quería abrirlo lo antes posible porque me imaginaba lo que se venía”, agregó.

   A Sebastián, reconocido basquetbolista del ámbito local (con pasado en La Falda y Villa Mitre, entre otros clubes) lo tranquilizaron los consejos de otros colegas, por lo que cerró los ojos y encaró, como cuando “cortaba” hacia el aro.

   “Tengo conocidos que tienen vinotecas y ya habían preguntado y sabían que podían seguir abierto, entonces si bien tenía miedo de cómo me iba a ir, antes que tener cerrado y seguir pagando alquiler, no lo dudé. Incluso contaba con mercadería que debía pagar. Lo que sí me preguntaba constantemente era cómo me iba a ir, si iba a vender, si la gente iba a entrar y cómo me adaptaría a esta nueva modalidad”, contó.

   Sobre cuánto cambió el movimiento en el local en el transcurrir de los meses de cuarentena, Sebastián dijo que “al ser nuevo el local es algo relativo compararlos”.

   “En mayo era un local desconocido, además de que la gente no podía salir de la casa. Varió con el correr de los meses, aunque no sé si atribuirlo a la pandemia o a que hoy lo conocen más personas. Por suerte, me sorprendió, porque esperaba muchísimo menos movimiento y menos gente”, explicó.

   Sostuvo que “las ventas fueron mucho mejor de lo que esperaba, aunque raras, porque si bien es un almacén de bebidas, se vendió mucho más vino que otras cosas. Falta el movimiento de las juntadas del fin de semana, es más parejo durante la semana, aunque se nota que es más para consumo personal que grupal”.

   Estudiar el primer mes y medio de aislamiento, le permitió hacer hincapié en aspectos claves en épocas de pandemia, algo desconocido para todos.

   “Antes de abrir tenía muy en claro que debía apostar a las redes sociales. Al principio trabajamos con el círculo de conocidos, pero contratamos una empresa que se dedica a publicidad y redes sociales e incluso también hablamos con una empresa de cadetes porque no sabíamos cuánta iba a ser la demanda, si iban a pedir o no o si iban a venir al local. Lo que sí teníamos en claro es que debíamos llegar a la mayor cantidad de personas posibles sin necesidad de que llegue al local”, comentó.

   “No obstante, es más gente la que viene al local que la que pide por las redes, quizás sea por la zona donde hay mucho movimiento, además de que veo mucha gente que siguió trabajando y no se nota tanto como en el centro”, añadió. 

Tomar más y “mejor”

   Encuestas realizadas por diversas entidades reflejaron un aumento del consumo de bebidas alcohólicas durante la cuarentena. 

   Al respecto, Sebastián expresó que “si bien trabajé en otros lugares, no lo puedo comparar con respecto al año pasado porque no tenía el local, aunque por comentarios de la gente en esta cuarentena algunos empezaron a tomar y otros están tomando más de la cuenta, ya sea por el tiempo libre o por el encierro mismo. De hecho, el tener más tiempo para cocinar invita mucho para tomar algo y disfrutar otras cosas”.

   A su vez dijo que "la gente que siguió trabajando se encuentra que tiene una plata de más para gastar por mes, ya sea porque no se junta, porque no sale a comer afuera, porque gasta menos en nafta o por lo que fuera. Y también se notó que elige una mejor calidad de bebida”, opinó. 

   Y agregó: “Hoy falta que active la gente más joven, aunque el mayor movimiento acá se ve desde los 26/28 años para arriba. Lo que más sale es el vino e incluso hay muchas mujeres que comienzan a incursionar en, por ejemplo, el vino tinto”.

   En cuanto a cómo repercutirá la reapertura de bares y restaurantes, sostuvo que “durante las primeras semanas, no sé cuánta gente se va a animar a salir. Quizás baje el consumo de esas personas que van a salir, aunque permitiendo la juntada de hasta 10 personas va a motivar a las típicas juntadas de los jóvenes”. 

   Por último, dijo que “como consejo diría que se animen a degustar la gama increíble de vinos que existen. Es un mundo diferente lo que genera destapar uno. Ese ritual es único”.