Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Poca gente en la primera noche de cervecerías y restaurantes en Bahía

La Nueva. hizo una recorrida y habló con los encargados de diferentes locales que decidieron reabrir en la nueva fase 4.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Sofía Frugoni / sfrugoni@lanueva.com

   En una recorrida que realizó La Nueva. este lunes por la noche, en el marco de la reapertura de bares y restaurantes, se vio poco movimiento de gente en los lugares clave de Bahía Blanca. 

   La avenida Alem, que en los últimos años se empezó a ver copada por los locales gastronómicos, sobre todo cervecerías, tuvo pocos espacios abiertos al público y la mayoría solo funcionaba con el servicio de delivery y take away. Otros también se encontraban reacondicionando sus comercios para abrir en los próximos días.

   Alejandro, encargado de la cervecería Antares, contó: "Nos sentimos vivos de poder volver a abrir, da la sensación de que la agonía pasó y ahora podemos respirar un poquito". 

   "Esto es día a día y la gente se va a ir acercando a medida que tome confianza. Nosotros estamos tomando todas las medidas en función de hacer nuestra parte para que esto funcione", explicó y agregó que el funcionamiento del lugar es sin reserva, solo con demanda espontánea. 

   Allí, al ingresar, se realiza una toma de temperatura a los clientes y se les coloca alcohol en gel en las manos. Además, se mantienen las distancias entre las mesas. 

   A su vez, Alejandro detalló que para la reapertura mantuvieron los precios que manejaban en marzo antes de cerrar. Una pinta está $ 180 y la carta se mantiene normal. 

   "El daño económico es muy grande y va a llevar mucho tiempo recuperarnos. De hecho, muchos establecimientos no llegaron a esta situación y ojalá no sean muchos los que en el camino de la recuperación tengan que cerrar", expresó.

   En 11 de Abril y 12 de Octubre está Wir Können, otra cervecería de la zona, que tuvo varias de sus mesas ocupadas. Allí también se le toma la temperatura a quienes deseen ingresar y se respetan el resto de los protocolos.

   "¡Por fin llegó el día de volver a encontrarnos!", exclamó Andrés, encargado del lugar, y, al igual que Alejandro, cree que "la gente de a poquito se va animando y cumple con los protocolos, así que estamos contentos".

   Él asegura que las personas "reaccionan muy bien a la situación y prácticamente no hay que explicarles nada" y añade que en su comercio se trabaja con reservas principalmente, pero que si alguien va y hay lugar "es bienvenido".

   Con respecto a lo económico, Andrés detalló que "no tocamos la carta por una cuestión lógica de que el bolsillo de la gente está muy golpeado". La pinta allí está $ 170 y $ 120 en Happy Hour (que en este caso es de 17 a 19:15).

   Alejándose de Alem, en la primera cuadra de Belgrano, está Justo A Riva, un bar en donde al entrar le toman los datos al cliente. Nombre, apellido, dirección y número de teléfono. 

   Su encargado, Luis, contó que en este primer día "vino poca gente, pero más de la esperada" y se mostró esperanzado con lo que pueda ocurrir en los próximos días. 

   "Estamos mal y creemos que por un tiempo vamos a seguir así porque esto va para largo", dijo y agregó que, sin embargo, decidieron mantener los precios de marzo.

   En Anchorena y Arribeños está Gambrinus, histórico restaurante bahiense que se sumó a la reapertura. Donde al ingresar hay que apoyar los pies en una alfombra que higieniza los zapatos y un mozo coloca alcohol en las manos de quienes ingresan. 

   Julia, su encargada, cuenta que tuvieron varias reservas para hoy y también tienen para el resto de la semana. 

   "Estamos incentivando a que la gente reserve para poder organizar mejor los turnos y la limpieza", detalla y agrega que por el momento "no hemos tenido problemas con la gente y los protocolos".

   A su vez, cuenta que por una cuestión de aumento de costos parte de los proveedores, ellos también tuvieron que aumentar el precio de su carta. 

   "Al principio nos costó el cierre, pero a medida que fuimos trabajando con delivery y la gente se iba enterando, empezamos a trabajar mejor de lo que esperamos", dice.

   El protocolo a seguir por los establecimientos gastronómicos para la atención al cliente establece: ocupación de hasta el 50 % de su capacidad, obligatoriedad en el uso de barbijo para el personal y también para los clientes (estos últimos al entrar, retirarse o ir al baño), y de alcohol en gel. A su vez, a los baños puede ingresar una sola persona que cuando sale se procede a la limpieza del espacio antes de que pueda entrar otra.