Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Villavicencio: “Me dolió en el alma el doble descenso de Olimpo”

El ayudante de campo de Pusineri en Independiente, recordó sus dos pasos por el aurinegro. También se ilusiona con el Rojo.

Por Fabián O. Rodríguez

farodriguez@lanueva.com

(Nota de la edición impresa)

 

   Histriónico, divertido, siempre con una sonrisa en la cara, Matías Sebastián Villavicencio se ganó el cariño de los hinchas de Olimpo rápidamente. El actual ayudante de campo de Lucas Pusineri en Independiente tuvo dos etapas en el aurinegro y valoró su estadía en nuestra ciudad.

   “Siempre es lindo hablar con gente de Bahía. Tengo los mejores recuerdos de la ciudad y del club y cuando me toca hablar de los bahienses, tengo que decir que son gente muy buena y con un respeto notorio. Cuando me tocó jugar allá todavía no era padre, pero siempre creí que Bahía Blanca es un muy lindo lugar para criar a los hijos. La gente es tan buena que genera un clima especial. Además, para el futbolista también es algo positivo por la tranquilidad y la cercanía con el periodista y el hincha, que se termina formando una relación casi de amistad. En general, es una gran familia”, contó sin nada de cassette.

   “Villa” fue quien le puso alegría al grupo, además de mostrar siempre la mejor predisposición para las notas, como ahora en uno de los grandes del fútbol argentino. 

   Y siguen aflorando los recuerdos en el exdefensor. 

   “Me fui consiguiendo el segundo ascenso y, si bien no fui titular en ese torneo como sí en el 2006-2007, me dejó recuerdos inolvidables por quedar en la historia grande del club. Me acuerdo que, cuando me fui, hablé con Alfredo (Dagna) y me abrazó muy fuerte. Y no tengo dudas que en algún momento me voy a volver a cruzar a Olimpo otra vez”, confesó el ex futbolista nacido en Berazategui.

   --¿Será como entrenador?

   --Estoy haciendo los primeros pasos. Soy un agradecido a Dios por la oportunidad y a un gran amigo como es Lucas Pusineri, con quien nos conocimos allá por 2002, cuando salimos campeones. Siempre quedó esa amistad y es una persona a quien quiero mucho y me abrió las puertas para esta nueva etapa de ser parte de un cuerpo técnico. Estoy muy feliz, creciendo y aprendiendo mucho en un club tan grande como Independiente, que es el club donde me crié.

   --¿Qué recuerdos en particular te dejaron los dos pasos por Olimpo?

   --En el primer ascenso teníamos un equipazo. Me acuerdo de un partido contra Chacarita, donde perdimos el invicto, en cancha de Almagro. Los delanteros de ellos eran Parra y Alustiza, que la venían rompiendo y nosotros éramos Escudero, Basanta, Fleitas y yo abajo. Entonces, el 'Chucho' gritaba: “¡Vamos a jugar un asado, a ver quien saca de una patada al pibe este!, ja, ja”,  por Alustiza.
   “Ese equipo era tremendo, con jugadores increíbles. Además teníamos un cuerpo técnico excelente, con un tipo muy humilde como Madelón (Leonardo) a la cabeza. De Olimpo tengo tan y tantos buenos recuerdos y es un club que quiero tanto que lo sigo en el día a día. Me dolió en el alma el doble descenso, pero no tengo ninguna duda en que Olimpo es un grande y espero que de a poco se empiecen a hacer las cosas bien para que pueda volver. Deseo mucho volver a verlo en Primera”.

Un “diablo rojo” de nacimiento

   --¿A qué edad llegaste a Independiente?

   --Al club llegué a los 10 años y estuve acá hasta los 24. Jugué hasta los 38, así que estuve 14 años en Independiente y 14 años dando vueltas por el mundo. La carrera que vino después tuvo mucho que ver con la posibilidad que me dio Independiente y los momentos que pasé, habiendo sido campeón. Después, en algunos lugares me fue bien y en otros tal vez no tanto, pero siempre dejé una buena imagen como persona, principalmente. Al final, creo que eso termina siendo lo más importante. La persona no hay que mancharla.

   --Entonces no había mejor lugar para empezar tu etapa en un cuerpo técnico que en Independiente…

   --Tal cual. Es mi casa, y estoy totalmente agradecido por estar viviendo un sueño. Si bien me recibí de técnico en Tucumán hace tres años, no esperaba esta oportunidad tan rápido. Tenía claro que, ni bien termine de jugar, quería seguir ligado al fútbol. Yo me retiré jugando en Berazategui, el club de mi barrio, y fue algo muy lindo porque estaba cerca de mi gente. Luego, me surgió la oportunidad de ser mánager del club y más adelante, la posibilidad de acompañar a Pusineri, que era lo que yo quería. Ahora no vemos la hora de que vuelva a rodar la pelota en el país, pero estamos muy concentrados en los entrenamientos.

   --¿Están conformes como cuerpo técnico con los refuerzos?

   --Lógico, si. Además hay muchos chicos de inferiores con un potencial terrible, que en el día a día buscamos potenciarlos. A esto se suma que los chicos que se quedaron están con muchísimas ganas. Tenemos como primer objetivo la Copa Sudamericana, que todavía no tenemos rival, pero el 24 es el sorteo. Apuntamos partido a partido, teniendo en cuenta la Copa y el campeonato. Lo que buscamos inculcarle al plantel es ser protagonistas en todas las canchas. Ojalá que los resultados nos acompañen. Los chicos están haciendo un trabajo muy muy bueno y los refuerzos empiezan a llegar. Además, el PF (Ariel Perticarari) está haciendo un muy buen trabajo para perfeccionar la parte física que en este contexto tal vez fue algo muy golpeado.

   --Tanto Lucas como vos conocen al club y el paladar del hincha…

   --Lógico. Sabemos que Independiente es un club grande que, lamentablemente, hace muchos años que no puede conseguir un título a nivel nacional, aunque sí a nivel internacional. Por historia, Independiente te demanda protagonismo. Sentimos el cariño de la gente, pero también entendemos que el hincha necesita alegrías. Queremos lograr eso y devolverle la confianza que nos dieron para estar en este momento complicado. Estamos con mucha confianza.

   --¿Cuánto de ese equipo campeón del 2002 dirigido por el “Tolo” Gallego le van a inculcar a este Independiente?

   --Lucas desde el día uno remarca que los tiempos son distintos luego de 18 años. Ese Independiente jugaba muy bien al fútbol, y hoy jugar bien es otra cosa, tal vez luego de la era Guardiola en Barcelona. En aquella época los centrales no tenían tanto protagonismo, por ejemplo. Lo que nosotros queremos es estar concentrados, con mucha solidez defensiva y sumando gente en ofensiva. Ojalá el factor suerte también esté con nosotros. 

   --Ya están entrenando de manera similar a lo que era antes de la pandemia. Eso genera tranquilidad, imagino.

   --Tal cual. Ya estamos entrenando todos juntos. Lo que hacemos es juntar a todos dos o tres veces por semana y después tratar de dividir el grupo por precauciones en sesiones de gimnasio, por ejemplo. De a poco vamos haciendo fútbol general, respetando a rajatabla los protocolos.

   --Hoy los cuerpos técnicos son numerosos.

   --Tal cual. Yo soy uno de los ayudantes de Lucas y el otro es Rubén Talucci, una gran persona y con muchísima experiencia. También me ayuda mucho en este rol. Él está con Lucas desde su trabajo en Cúcuta y Deportivo Cali y desde Independiente me sumaron a mí. Lucas y Rubén son dos fenómenos. También tenemos dos profes, un entrenador de arqueros y un editor de videos. La verdad es que somos un grupo de trabajo muy bueno, con personas muy lindas que hacen todo más fácil. Estamos contentos y ojalá formen un grupo unido, algo fundamental.

   --Llegaron los amistosos como para empezar a soltarse.

   --Nos viene bien para agarrar ritmo y dejar de lado este parate tan largo. Va a costar volver a estar al cien por cien, pero de a poco vamos a poder volver.

   --De afuera, da la sensación de que Pusineri es un técnico muy sencillo.

   --Es una persona muy clara y que va de frente, en el buen sentido. Creo que son cosas que al jugador le hacen bien y le dan confianza en él. Es una persona de mucho corazón y de entrega, tal como era como jugador. Eso genera buenas relaciones con los jugadores y unión entre todos.

   --¿Cómo está tu vida personal en cuanto a familia?

   --Muy bien, estoy acá con mi hijo de cuatro años y mi mujer que está embarazada de mi segundo hijo varón, también. Estamos muy, pero muy contentos y disfrutando. Aunque, pobre mi mujer, vivió toda la pandemia embarazada, pero por suerte lo está llevando muy bien.

La "compu" de "Cocho"