Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Estrategias para hacerle frente a la crisis y la campaña

La columna de Ricardo Salas, corresponsal de La Nueva. en La Plata.

Archivo La Nueva.

   Con tozudez y olfato político, la gobernadora María Eugenia Vidal sacudió la estantería sindical docente de la negociación salarial con una oferta paritaria con un alto componente electoral: ofreció 15,6% (cifra que venían exigiendo las entidades gremiales) para compensar la pérdida salarial del año pasado más actualizaciones trimestrales según la evolución de la inflación en 2019.

   La estrategia gubernamental responde también a la agenda electoral de Cambiemos. La Provincia necesita alcanzar un escenario de “paz social”. Es decir, que no haya huelgas en ámbitos educativos durante un año en clave electoral.

   Así como se dio a conocer la “oferta superadora”, la ardua negociación con referentes sindicales del ámbito docente se encamina a destrabarse. Al menos, eso debería ocurrir. Independientemente de las siempre amenazantes medidas de fuerza entre la comunidad educativa.

   Cambiemos (el Gobierno nacional) tiene un grave diagnostico de gestión económica. El impacto en las finanzas bonaerenses por la evolución alcista del dólar enciende señales de alarma, básicamente porque la divisa norteamericana marcará el desembolso que puede llegar a hacer la Provincia.

En diferentes oportunidades, la oposición legislativa K apuntó contra la tendencia de la administración Vidal a endeudarse en dólares, de acuerdo a la práctica implementada por el ministro de Economía, Hernán Lacunza.

   Entre la inestabilidad del dólar y la frase “la gente tiene que aguantar, tenemos que tirar todos juntos de este carro”, pronunciada por el presidente Mauricio Macri, no hay ejercicio espiritual que alcance para el equipo ministerial “vidalista”.

   Por el impacto de la angustiante crisis económica, la Gobernadora ordenó oportunamente reforzar la ayuda social ajustando partidas presupuestarias, para atender las crecientes necesidades de la población más vulnerable que está sufriendo el aumento de los precios y, sobre todo, de la canasta básica en distintos rincones de la Provincia.

   “Vidal es la dirigente de Cambiemos que mejor entiende el momento que están atravesando los argentinos”, repiten desde la orquesta legislativa del oficialismo.

   La Gobernadora en carrera por la reelección sabe que en los próximos meses le espera remontar una elección que, en general, parece muy adversa para el oficialismo gobernante si no hay un verdadero repunte económico a nivel nacional. A diferencia de Macri, Vidal conserva un buen porcentaje de imagen positiva en el electorado bonaerense, aunque algunas encuestas privadas de “opinión pública” reflejen, al menos hasta hoy, que Cambiemos podría sufrir una eventual derrota. En calle 6 también tienen una certeza: la culpa de ese imaginario escenario electoral es por culpa de la inestable crisis política y económica de los estrategas de la Casa Rosada.

   No es casual que se destape otra olla a presión en el Gran Buenos Aires. No pocos intendentes del oficialismo gobernante están fuertemente inquietos con la evolución de la intención de voto de Cambiemos en el Conurbano, el territorio más hostil en términos electorales para la coalición Pro/ UCR de toda la Provincia.

    La caída en la intención de voto de Macri podría pegar de lleno en las propias estrategias reeleccionistas de los alcaldes. Ese cuadro de situación, los deja frente al dilema de si deben “municipalizar” las campañas electorales locales.

   Los ministros más políticos de Vidal, con el Jefe de Gabinete Federico Salvai a la cabeza, ya arrojaron una red de contención para generar “confianza” con jefes comunales de la misma fuerza política. Gambetear las críticas por el desbarajuste económico es el verdadero desafío de campaña.

   Mujeres del peronismo bonaerense que volvieron a caminar los distritos gobernados por el oficialismo “amarillo”, salieron a mostrar su apoyo a la ex presidenta Cristina Kirchner y proclamaron la unidad de la oposición. En la construcción de ese espacio femenino participan activamente la diputada nacional, Cristina Álvarez Rodríguez y la pigüense vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Marisol Merquel.

"Con el plan económico implementado por el gobierno de Macri perdimos todos. Perdieron las familias que cada vez tienen menor poder adquisitivo y tienen que optar por productos de segundas o terceras marcas para poder comer; perdieron los comerciantes que producto de la caída del consumo tuvieron que cerrar o están en el límite de su funcionamiento; y perdieron las pymes que ya no producen y cada vez hay más desempleo. Claramente ganaron las empresas amigas del gobierno que se beneficiaron con este modelo. Hay que salir de lógica del ajuste y la timba financiera para transitar el camino del desarrollo" concluyen desde góndolas vinculadas al peronismo sobre la hojarasca que tapa parcialmente las diagonales platenses.