Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La senadora Jeanine Áñez decidió "asumir de inmediato" la presidencia provisional de Bolivia

Su llegada a la jefatura de gobierno es consecuencia directa de las renuncias forzadas de Evo Morales, su vice García Linera; el titular de Diputados, y los números uno y dos del Senado, lo que vació la línea de sucesión prevista por la carta magna.

   Jeanine Áñez anunció hoy que decidió "asumir de inmediato" la presidencia de Bolivia, en su flamante condición de líder del Senado, después de considerar que en el país se produjo una situación de "vacancia" por la renuncia y abandono del país del anterior jefe de Estado, Evo Morales, y del vicepresidente Álvaro García Linera. 

   Áñez, hasta hoy senadora nacional, se convirtió en la segunda mujer en asumir la jefatura del Estado, en una jugada que buscó zanjar la encrucijada constitucional derivada del virtual golpe de estado que dejó a Evo Morales fuera del poder.

   La llegada de una mujer a la Presidencia tiene un único antecededente en Bolivia: en noviembre de 1979, a los 58 años, la cochabambina Lidia Gueiler asumió el mando, en el que estuvo apenas 244 días, porque en julio de 1980 fue derrocada por el general Luis García Meza.

   Áñez es ahora la 66ª presidenta de Bolivia y tendrá a su cargo la transición hasta el llamado a nuevas elecciones.

   Nacida en la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, y de 52 años, Áñez es una abogada que fue constituyente de 2006 a 2008, cuando se redactó la nueva carta magna.

   Mirá también: Evo Morales llegó a México en condición de asilado político

   Desde 2010 es senadora, primero por el partido del Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB–CN), y después, ya designada vice segunda de la cámara alta, como integrante de Unidad Demócrata (UD).

   La llegada de Áñez a la jefatura de gobierno es consecuencia directa de las renuncias forzadas de Morales, del vice Álvaro García Linera; del titular de Diputados, Víctor Borda y los números uno y dos del Senado, Adriana Salvatierra y Rubén Medicaneli, lo que vació la línea de sucesión prevista por la carta magna.

   Áñez fue muy crítica de la gestión de Morales y mucho más de su intento de lograr un cuarto período de gobierno, avalado por el Tribunal Electoral. "Su objetivo de querer quedarse un cuarto mandato fue totalmente mezquino", cuestionó.

   "Tengo que cumplir con el país; se trata de pacificarlo y llamar a elecciones; lo que quiere el país es tener un presidente y un vicepresidente legítimos, porque por ello se ha derramado sangre", remarcó por estos días, cuando se especulaba con su nombramiento. (Télam)