La obra de Francisco Salamone ante los ojos del mundo

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com / @mariominervino

 

   En medio de la llanura bonaerense, el ingeniero Francisco Salamone diseñó, en la década del 30, los edificios de una obra pública que conmueve por su vastedad.

   Oculta durante décadas, en la década del 80 algunos profesionales comenzaron a prestar la atención a municipalidades, plazas, mercados, portales de cementerio que presentaban una arquitectura similar, que se imponía por sus líneas art déco, con lineamientos del futurismo y el expresionismo.

   Esa obra está en la región, al alcance de la mano, conformando una propuesta artística que desde hace años atrae la atención de personas de todo el mundo.

 

   Los primera semana de este mes, por caso, algunas de esas localidades fueron visitadas por los participantes del 15º Congreso Mundial de Art Déco, evento bienal promovido por la Miami Design Preservation League, que se realiza este año en tres países de América Latina, con sede central en Buenos Aires.

   El objetivo es promover el Polo Art-Déco de Sudamérica y convoca a profesionales y especialista de todo el mundo.

“Queremos que salgan a la luz los misterios de por qué algunas cosas se ocultaron; los inventos del Art Déco, la estética y funcionalidad del diseño industrializado, y pureza en la arquitectura", mencionaron los organizadores.

   Pese a ser parte de un estilo que los libros de historia se han encargado de ignorar o menospreciar hoy está reconocido como de los más atractivos. "El Art-Déco no es un estilo: es un movimiento, una pasión, una locura, una expresión. Gracias al desarrollo de piezas sistematizadas se permitió la popularización del diseño: lo hizo accesible".

 

 

   La obra de Salamone es un punto máximo dentro de esta arquitectura. Su obra se puede admirar en Saldungaray, Tornquist, Coronel Pringles, Carhué, Epecuén, Gonzales Chaves, Vedia, Alberdi, Guaminí, Laprida, Pellegrini, Azul, Rauch y Balcarce, entre otras. 

   La cercanía con Bahía Blanca brinda una posibilidad accesible de visitarlas y conocerlas. 

   De ubicarse en cualquier país de Europa, la ruta de Salamone sería parte, sin dudas, de una propuesta turística relevante y motor de la economía regional.