Un solo fin

Emepé

    Mi Facebook se ve lleno de fotos. Fotos de gente que anda entre los 40 y los 60. Son grupos. Hombres y mujeres. Cumpleaños, aniversarios, asados porque sí, gente que sabe cocinar algo especial e invita. Botellas de vinos carísimos, fernet, gaseosas, aperitivos con jugos. Tostaditas elegantes, palta, salsitas, pancitos saborizados. Y después tiramisú. Siempre tiramisú.

    Guitarras para cantar todos juntos. Juegos de inteligencia. Cartas. Un dígalo con mímica. Hasta un gallito ciego.

    Quizás los más “atrevidos” pelen un faso. Ya con la sangre bastante cargada de alcohol y el debido cuidado para levantarse al baño empieza la hora del zurdaje. Defensas a ultranza del Mayo Francés, la importancia de la Revolución Cubana –alguno matiza con una de Silvio-, lo perverso de Macri –otro ensaya un Mauricio Macri la p…-, López Rega, el primer Perón y el que echó a los Montoneros y “nos traicionó”. Teorías económicas. Porque ser zurdo es más copado y me hace ver más joven.

    Llega el final. Se suben a sus cero kilómetros, a sus camionetas, alguno a una moto antigua.

    Y todo, todo, todo eso para un solo fin. ¿Y si probamos con ir al grano para irnos acompañados a la cama?