Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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Tiene 10 años y decidió cambiar de género: "Soy tu hija, no tu hijo"

"Me tenés que aceptar como soy", le dijo a su papá.

Foto: El Tribuno

   Una niña trans hizo los trámites en un Registro Civil para tener un nuevo DNI en el primer caso de cambio de identidad de género a los 10 años en Salta.

   "Vos me tenes que aceptar como soy, soy tu hija, no tu hijo", le dijo a Damián Tatiana (nombre ficticio para preservar su privacidad), cuando tenía ocho años.

   Desde ese momento, Damián, pasó de la no aceptación a ser un ferviente protector de los derechos de su hija trans junto a su mujer, Graciela.

   Ambos la acompañaron hace tres semanas hasta el Registro Civil para que tramitara su cambio de género en el DNI.

   Desde que se reglamentó la ley de identidad de género, en el 2012, en la provincia fueron siete los menores de 18 años que pidieron cambiar su género, todos adolescentes. Este es el primer caso de una niña.

   Cuando tuvo la partida de nacimiento rectificada en mano, cuentan los padres, ella "no paraba de abrazar a todos".

   Tatiana es la única hija en común de la pareja, que armó una familia ensamblada de papá, mamá y diez hijos.

El proceso

   A los 6 años le dijo a su mamá "soy gay", cuando se enteró lo que eso significaba, aunque no se identificó con la imagen de "dos hombres juntos", y dejó la idea ahí.

   La palabra que le sonó a profecía la encontró dos años después, en la academia de baile en la que tomaba clases. Una tarde, una compañera le contó sobre un documental que había visto en el que había una "nena trans", "un niño que se hacía niña", lo que provocó la confesión a gritos "eso soy yo!", acallada luego por un "era broma...".

   "Me puse nerviosa, pensé que me iban a gritar cosas", recuerda la niña.

   Desde el principio supo que debía evitar las confesiones, que en muchos casos terminaban en insultos e incluso golpes.

La mirada de los papás

   "Yo la veía llorar sentada en el cordón porque los vecinitos le pegaban y la insultaban", lamenta su papá.

   "Antes era un niño triste, tímido, enojado, no se quería cortar el pelo y renegaba para todo, hoy mirá lo que es", dice al diario El Tribuno.

   "La dejaba usar ropa de mujer en casa", relata su madre, pero para su hija había llegado el momento de llevar a la calle lo que era puertas adentro. Graciela en un principio se opuso "para protegerla, para que no se le burlen, porque no iban a entender", justifica.

   En la escuela de zona sur a la que asiste nada fue fácil. Ante la insistencia de que la llamaran Tatiana, accedieron las maestras de música y la de arte. Pero no tiene los mejores recuerdos de la de matemáticas. Graciela cuenta que el año pasado "la padeció".

   Rodeado por los brazos de Tatiana, Damián concluye: "Nuestra satisfacción es verla plena". (NA)