Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

La producción de trigo y cebada crecerá un 22% respecto de 2017

Los rindes y el área sembrada en la zona de influencia del puerto de Bahía Blanca aumentaron significativamente. Se calcula una producción de U$S 2,1 mil millones.

Fotos: Archivo La Nueva.

Hernán Guercio / hguercio@lanueva.com

   Rendimientos promedio de 3.400 kilos por hectárea para el trigo y de 3.700 kilos por hectárea para la cebada se esperan para la próxima cosecha fina en la zona de influencia del puerto de Bahía Blanca. Este dato, sumado al crecimiento en la superficie sembrada, representa un 22% de aumento de producción respecto de la última campaña.

   En total, a precios de exportación, se estima un ingreso de 2.104 millones de dólares para esta zona.

   En números finales, se aguarda que la próxima campaña arroje un resultado de 5,5 millones de toneladas de trigo (contra 4,5 de la anterior) y 2,8 millones de toneladas de cebada (2,3 millones en 2017/2018). Puramente refiriéndose a los rendimientos, estos se incrementaron el 13% y el 9%, respectivamente. 

   En el Sudoeste Bonaerense, si bien no hay números que se refieran específicamente a la producción de granos finos, la sensación es muy buena y se asegura que se van a superar los rindes históricos.

 

   Este fue el resultado que arrojó el Agrotour 2018, organizado por la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, y en el que se tomaron muestras en más de 240 lotes ubicados en el gran parte de la región, abarcando unas 2 millones de hectáreas.

   En cuanto a los números finales en trigo, de acuerdo a la dirección de Estudios Económicos de la entidad, tomando en cuenta un precio FOB de 245,4 dólares y la producción estimada de 5,5 de hectáreas para el trigo, los ingresos totales para nuestra región serían de casi 1,4 millones de dólares, menos las retenciones. Esto significaría un crecimiento interanual superior al 50%.

   Respecto de la cebada, los ingresos por exportación serían de 615 millones de dólares, poco más del 28% por encima del año pasado.

   La campaña 2018/19 se inició con muy buenas expectativas, precios a cosecha tentadores y buena humedad en los perfiles durante el barbecho. Todo esto determinó un aumento del área sembrada de aproximadamente 16% -en ambos cultivos- con respecto al año anterior, recuperando de esta manera la caída sufrida durante el pasado ciclo, cuando gran parte de la superficie a implantar se encontraba anegada.

A nivel nacional, la producción de trigo de nuestra región representa el 25% del total. En cebada es mucho mayor, ya que alcanza al 80% del volumen final.

 

   Esto permitió que se sembraran 1,62 millones de hectáreas de trigo (contra 1,39 del año pasado) y 780.000 hectáreas de cebada (670 mil en 2017).

   Si bien este incremento se debe en gran medida a las buenas condiciones climáticas que acompañaron a los cultivos en todo su desarrollo, es de destacar el manejo tecnológico aplicado por los productores de nuestra región. Tecnologías como la siembra directa, barbechos y rotaciones adecuadas, incorporación de mejoras genéticas, fertilización estratégica y un oportuno control de malezas, insectos y enfermedades, están asegurando resultados más que satisfactorios para la zona.

Lluvias oportunas

 

   Al respecto, María Elena Antonelli, perteneciente al área de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, destacó que más allá de las buenas perspectivas que había al inicio de la siembra, las lluvias colaboraron sobremanera para conseguir buenos rindes, tanto al momento de la implantación y el macollaje.

   “Venimos con aumento de la superficie implantada gracias a la recuperación del área anegada y la mejora de los precios. Además, cuando comenzó la siembra todavía no había retenciones a la exportación”, dijo.

   Esto también permitió -con un dólar que aún no se había escapado- que los productores invirtieran en fertilizantes.


María Elena Antonelli

 

   “A eso hay que sumarle que el agua cayó cuando tenía que caer: tuvimos un 30% menos de lluvias que el año pasado, pero se dieron cuando los cultivos más las necesitaban”, aclaró.

   Antonelli recordó que la recorrida del Agrotour volvió a dividirse en tres sectores principales: el circuito Mar (Coronel Dorrego, Tres Arroyos, Necochea, Gonzales Chaves, Benito Juárez y Coronel Pringles), Sierra (que comprendió los territorios de Bahía Blanca, Coronel Suárez, Trenque Lauquen, General Pico y Macachín) y Pampa (Bahía Blanca, Macachín, Trenque Lauquen y Coronel Suárez).

   “En los circuitos Mar y Sierras, el estado de los cultivos fue de muy bueno a excelente, mientras que en Pampa fue de bueno a muy bueno”, sostuvo.

   “Tenemos que pensar que en otros lados está cayendo la producción, y en nuestra zona esto no está ocurriendo”, agregó.

Refiriéndose específicamente a las exportaciones, por el puerto bahiense sale el 30% de la cebada, el 21% del trigo y el 54% de la malta a nivel nacional.

 

   Antonelli aclaró que si bien se registraron algunas pérdidas por heladas y granizo, estas no fueron significativas como sí ocurrió en la zona núcleo, que hicieron caer la proyección nacional de 21,4 millones de hectáreas a poco menos de 19 millones en tan solo dos semanas.

   “En la actualidad, venimos retrasados con respecto a otros años, ya que muchos de los trigos que observamos todavía se encuentran en la fase de llenado de grano. La cosecha se retrasará y seguramente estaremos en pleno trabajo al comenzar el año que viene”, dijo.

   Esto, aclaró, también significará una complicación para la realización de sojas de segunda y maíces tardíos.

   Respecto de las enfermedades, reconoció que se observó la presencia de varias de ellas, tanto en el trigo como en la cebada. En el primero de los casos, un 50% de las observaciones correspondió a mancha y roya, el 30% fueron de fusarium y el restante 20% de bacteriosis. En cuanto a la cebada, 45% fue por escaldadura, 40% manchas, 10% fusarium y el 5% de ramularia.

Región por región

 

   En el circuito Mar, que involucra el sudeste de la provincia de Buenos Aires, el rendimiento promedio del cultivo de trigo se estimó en 5 mil kilos por hectárea, y de 5.300 para cebada, rindes que superan un 14% y 6% a los rendimientos estimados durante el Agrotour 2017.

   Por su parte, el circuito Sierra, que incluyó la zona serrana y el norte, estableció rendimientos de 3.800 kilos por hectárea para el cultivo de trigo, mientras que la cebada rindió 4.400 kilos por hectárea. Ambos cereales presentaron una condición general muy buena a excelente, aunque se pudieron observar lotes afectados por granizo en la zona de Quemú Quemú.

   En tanto, el circuito Pampa comprendió la zona aledaña al Meridiano V, es decir, el límite de Buenos Aires con la provincia de La Pampa. Aquí, la condición de los cultivos de trigo y cebada fue buena a muy buena, pese a que se observaron lotes afectados por heladas, granizo -principalmente entre las localidades de Macachín y Trenque Lauquen- y exceso de agua.

   En general el rendimiento promedio de trigo y cebada para el total del circuito fue de 3.600 y 4.200 kilos por hectárea, respectivamente.

Unas 2 millones de hectáreas y 240 lotes relevados


Coorganizadores. El Agrotour se desarrolló entre el 21 y 22 de noviembre pasados, con la organización de la Bolsa de Cereales y Productos y la Cámara Arbitral de Cereales de Bahía Blanca.

Participantes. Contó con la participación de más de 70 personas que, distribuidas en 21 camionetas, representaban a toda la cadena agroindustrial de la región.

Labor. La integración de todos los agentes permitió -en dos días de intensa labor- definir las expectativas de producción de los cereales invernales, en base a la observación, conocimiento, experiencia, interacción y consenso en un ambiente cordial de trabajo.

Recorrido. En total, durante ambas jornadas se recorrieron unos 3 mil kilómetros lineales por toda la región .