Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Juan Ignacio Suris: “Reconozco que hice pillerías, pero nunca fui el jefe de una banda”

En el juicio oral y público dirigido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, Juan Ignacio Suris, acusado de traficar y comercializar estupefacientes, declaró ayer y dijo que para él “la droga no es negocio”.

“Me considero un pillo y reconozco que hice pillerías, pero nunca fui el jefe de una banda de narcotraficantes. Para mí la droga no es negocio; jamás compré ni vendí droga y tampoco consumí”.

La declaración corresponde a Juan Ignacio Suris, imputado de ser el cabecilla de una organización dedicada al tráfico y comercio de estupefacientes en Bahía Blanca y la zona, quien declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal sin la presencia de público ni la prensa, por pedido de su defensor oficial José Ignacio Pazos Crocitto.

“Mi intención es que esto no sea un espectáculo circense”, remarcó el letrado antes de que efectivos de la Policía Federal desalojaran la sala de audiencia durante el desarrollo del juicio oral y público en el marco de una causa iniciada por el delito de “comercialización de estupefacientes agravada por la concurrencia organizada de tres o más personas”.

“En general (Juan Suris) habló sobre la sociedad económica que tiene y afirmó que no está vinculado con la comercialización de droga y nunca lo hizo, como también explicó su relación con cada una de las personas que se hallan imputadas en la causa.

"La declaración de Juan fue muy convincente y muy sólida”, resaltó una fuente judicial consultada por un cronista de La Nueva .

“Juan Suris involucró a varios efectivos policiales e incriminó directamente al teniente Walter Schell, a quien hizo totalmente responsable de todo este 'armado' (de la causa). Dijo que por algún problema personal que habían tenido ellos dos, Schell le había jurado que iba a aparecer una causa con él (por Suris) a la cabeza como organizador de una banda narco, que no existe. Lo de la cocaína líquida es mentira de la policía”, manifestó el informante tras la declaración del empresario.

“Lo desvinculó de la causa a su hermano Guillermo al afirmar que él trabajaba con su padre en la empresa dedicada a la reparación de pallets. Pero sí reconoció haber realizado maniobras ilegales por medio de (la emisión de) facturas truchas y la venta de IVA (Impuesto al Valor Agregado), soja y combustible. También señaló que fue prestamista”, completó.

Por otra parte calificó a Fernando Alexis Bond Stork, otro de los sospechosos de integrar la banda, como “un amigo de la vida”.

“Habló y mencionó a todos los que están vinculados con la causa de las facturas truchas e inclusive dio detalles sobre las operatorias que hacía”, expreso el informante.

Una herencia

A su turno, Yolanda Corina Jiménez declaró ante el tribunal que con Suris tuvo trato en “dos o tres” oportunidades y no lo relacionó con el mando de una organización narcocriminal.

La mujer se autoincriminó respecto de la comercialización de drogas “al menudeo”, actividad ilícita en la que -–afirmó-- se involucró por “herencia” de su difunto marido Carlos César “El Chino” Alberti, quien también estuvo procesado en la causa por el mismo delito.

La imputada manifestó además que realizaba estamaniobra ilícita con la finalidad de mantener económicamente a su familia.

“Yolanda se declaró responsable de la venta de droga al menudeo. Ella es la esposa del 'Chino' Alberti y, en función de eso, dijo que había heredado toda esa clientela que tenía su marido", explicó el informante judicial.

"También aclaró que tenía que vender drogas porque está enferma de SIDA y no consigue trabajo, entonces lo utilizaba como medio de vida”, acotó el vocero.

“En tanto,la mujer desvinculó a su hermana Tamara (Brasilina Jiménez) de la venta de estupefacientes y aseguró que escondió (mercadería) en su domicilio sin su conocimiento, porque le habían avisado que podía realizarse algún allanamiento. Dijo que su hermana no tiene nada que ver con la causa”, amplió la fuente.

“Yolanda Giménez también desincriminó a Martín (Cruz) Ocampos diciendo que son amigos de toda la vida y que lo detuvieron porque justo estaba en la casa de ella cuando la policía realizó el allanamiento. La única gestión que hizo por Martín fue conseguir un crédito en un prestamista para que se pudiera comprar su moto”, según el vocero judicial.