Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Pedro Luro: la evolución de David es notoria

El niño que fue operado en Boston en septiembre último por una cardiopatía congénita recuperó peso, camina mejor y, además, está de muy buen humor.
David deberá someterse a una última cirugía a fines de 2016 en Boston. Mientras tanto, juega con su papá Jairo y su mamá María Inés.

Anahí González / agonzalez@lanueva.com

David Kohl, el niño de Pedro Luro que fue operado por quinta vez del corazón en septiembre pasado, en Boston, Estados Unidos, gracias a una campaña solidaria, a través de la cual se recaudaron 146 mil dólares, presenta una evolución tan notoria que no deja de asombrar a los médicos y a su familia, compuesta por su papá Jairo, su mamá María Inés Sosa y sus hermanas Luana, de un año y Milena, de cuatro.

El pequeño, que nació con una cardiopatía congénita, no solo mejoró su flujo sanguíneo sino que logró ganar peso, algo fundamental para pasar a la siguiente etapa del tratamiento médico que estaría dada por una nueva y definitiva operación a realizarse también en el Children's Hospital de Boston, tal vez a fines de 2016.

“David es otro nene, se le nota en todo; hasta en el humor", contó su papá con alegría.

"Antes no se sentaba solo y ahora pasa horas sentado mirando dibujitos y, también, pide para caminar y no se cansa. Y come un poco más. Es una alegría inmensa verlo así”, confesó.

El niño fue controlado esta semana en Bahía Blanca por la cardióloga Marisol Albizu, quien lo encontró muy bien . Además, está participando de sesiones con una fonoaudióloga para incentivar el habla.

La campaña que viene

“David es un verdadero milagro. Estamos muy felices", agregó Jairo.

Respecto de lanzar una nueva campaña de recaudación de fondos para afrontar los costos de la operación que se viene, comentó que la idea es dejar que pasen las Fiestas de fin de año para empezar a movilizarse.

Cabe destacar que la historia de vida de David, y de su familia, conmovió de tal modo a la comunidad de Villarino que en cada una de las localidades se organizaron eventos solidarios para contribuir con su causa y en tan solo tres meses se logró recaudar una cifra que, en principio, parecía inalcanzable.

A Boston viajó con su mamá y con la enfermera Mirta Golfredi, ya que su papá debió quedarse al cuidado de sus hermanas, en Pedro Luro.

Durante la internación debió superar las instancias prequirúrgicas, una infección postoperatoria en la herida de la cirugía y una cirugía, a través de la cual le colocaron un tubo gástrico.

Si bien tanto David como su mamá extrañaron mucho durante su estadía, la mujer siempre remarca que la experiencia fue más que positiva para todos.

"Allí tienen muy en cuenta el aspecto humano. Me incentivaban a estar cerca de David, aún cuando estaba en terapia intensiva. Me hicieron sentir en todo momento que mi presencia era fundamental para su recuperación", contó María Inés a “La Nueva.”

Antes de esta intervención, David fue operado tres veces en la clínica Sagrado Corazón de Buenos Aires.

"Estoy muy agradecida con los médicos que salvaron la vida de David, pero las internaciones fueron terribles; las sufrimos mucho", contó.

Comentó que, en estos casos, el acceso a terapia intensiva era muy restringido.

"Muchas veces David se quedaba llorando. Fue realmente muy duro, recordó.