Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Daniel Ernesto Miño huyó de una comisaría de Viedma

A pesar de la recomendada vigilancia especial, Daniel Ernesto Miño (22), el sujeto condenado a prisión perpetua por un asesinato en nuestra ciudad y quien había sido apresado el jueves en Sierra Grande, huyó ayer de la céntrica comisaría Primera de Viedma. Al cierre de esta edición, se realizaban intensos operativos para recapturarlo, pero sin resultados.


 A pesar de la recomendada vigilancia especial, Daniel Ernesto Miño (22), el sujeto condenado a prisión perpetua por un asesinato en nuestra ciudad y quien había sido apresado el jueves en Sierra Grande, huyó ayer de la céntrica comisaría Primera de Viedma. Al cierre de esta edición, se realizaban intensos operativos para recapturarlo, pero sin resultados.


 El individuo, que logró permanecer un año, dos meses y veintitrés días prófugo, estaba en condiciones de ser traído a Bahía Blanca, pero, debido a cuestiones burocráticas, la diligencia se vería demorada hasta mediados de semana.


 Se decidió entonces alojarlo en la seccional Primera de Viedma, a la espera de que personal de la Delegación Departamental de Investigaciones local viajara el martes y lo trajera, bajo fuertes medidas de seguridad.


 Voceros de la DDI confirmaron anoche a "La Nueva Provincia" que, tanto a sus pares policiales como al juez rionegrino que interviene con motivo del arresto de Miño en la vecina provincia, se les hizo una recomendación para que se tuviera especial cuidado con el detenido, y se establezcan férreos controles sobre su persona.


 "Miño es un detenido que está 'jugado' y se sabía que no iba a dejar pasar la oportunidad de huir, porque sabe que aquí lo espera una estadía en la cárcel de al menos 25 años", comentó la fuente.


 Ante la peligrosidad del evadido, que fue sentenciado por un brutal crimen, y la importancia que había representado su arresto, el jefe de Operaciones de la DDI, capitán Abel Maggi, dispuso el envío de una comisión de la fuerza a Viedma, para sumarse a la búsqueda del sujeto.


 Los efectivos de Investigaciones partieron con destino a la capital rionegrina pasadas las 10 de la mañana, luego de recibirse la confirmación de la fuga de Miño.


 "La orden que se le dio al personal que viajó es que no regrese a Bahía Blanca hasta que no tengan alguna novedad importante", deslizó el vocero.


 Efectivos de distintas fuerzas del orden rionegrino participaban anoche de operativos en distintos puntos de Viedma y en el puente que une a la ciudad con Carmen de Patagones.

Increíble, pero cierto




 La comisaría Primera de Viedma, de donde ayer escapó Daniel Miño, se encuentra en la esquina de Alem y Mitre, en pleno centro de la ciudad capital.


 Según fuentes policiales, estaría confirmado que el detenido estaba en su celda a medianoche, y que, sobre las 7 de la víspera, cuando se realizó el cambio de guardia, se estableció que se había escapado.


 Miño compartía el calabozo junto con otro recluso --había unos seis en toda la seccional--, que se halla entre rejas por tentativa de homicidio.


 El interno se mantuvo en estricto silencio cuando los efectivos lo interrogaron acerca de la maniobra que permitió la evasión.


 De acuerdo con los primeros datos recabados, el sujeto huyó tras limar los barrotes de la celda y de una reja de un patio interno de la dependencia, sin que se supieran otros detalles del hecho.

Volver a empezar




 Miño fue hallado corresponsable del salvaje homicidio de Claudio Gustavo Blythman (35), gerente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) Francés, sucursal Bahía Blanca.


 El 30 de junio de 2004, el Tribunal en lo Criminal Nº 3, lo sentenció a prisión perpetua y, como el sujeto no se presentó a la audiencia final, se ordenó su captura.


 Con la misma sanción que a Miño se condenó a Miguel Angel Ockier (22), considerado coautor del crimen cometido en marzo de 2002, en la vivienda que la víctima ocupaba en el barrio Palihue.


 El ahora evadido había recuperado la libertad el 21 de junio de 2002, cuando la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de nuestra ciudad --integrada por los doctores Alejandro Omar Aispuro, Jorge Enrique Alcolea y Guillermo Alberto Giambelluca--, dictó la falta de mérito en su favor, tras revocar el auto de prisión preventiva resuelto por la jueza de Garantías Nº 1, doctora Gilda Stemphelet.


 Y, por encontrarse prófugo y en rebeldía, el 15 de agosto del año pasado, el mismo tribunal que lo condenó --integrado por los jueces Daniela Fabiana Castaño, Raúl Guillermo López Camelo y Pablo Hernán Soumoulou--, había desestimado el recurso de apelación interpuesto en favor de Miño por su defensor, doctor Daniel Castro.


 La resolución de los jueces desestimó el pedido de recurrir al Tribunal de Casación bonaerense la sentencia dictada poco más de un mes antes.

Un método conocido por los presos




 Dos presos, uno de ellos domiciliado en nuestra ciudad, escaparon de la seccional viedmense el 11 de mayo pasado, utilizando la misma vía de escape tomada ayer por Daniel Miño.


 Roberto Hidalgo (18), procesado por robo calificado, y Juan Carlos Moncada Galdames (27), condenado por un asalto, se evadieron de la comisaría Primera por los techos, tras cortar un barrote que da a un patio interno.


 En esa ocasión, la policía tomó conocimiento de los hechos cuando un vecino reconoció a uno de los fugitivos (Hidalgo) en la calle y llamó a la dependencia para averiguar si seguía detenido.


 Tras recibir la novedad, los uniformados hicieron el recuento de internos y comprobaron que ese detenido no estaba en su celda, al igual que Moncada Galdames.

¿Ayuda interna? Voceros extraoficiales consultados en Viedma no descartan que, para consumar la fuga, Daniel Miño haya contado con ayuda. Hasta se habla de un vínculo entre la evasión y una supuesta interna de efectivos con un jefe de la dependencia. Llama la atención de que el joven escapó a pesar de que un integrante de la Brigada de Operaciones y Rescate Antitumulto (BORA) no debía perderlo de vista.