Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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Quejas al tramway

Hace 75 años, en junio de 1930, los vecinos de Villa Harding Green elevaron sus quejas al municipio por el pésimo servicio del tranvía eléctrico. Inaugurada el 7 de enero de 1911, la denominada línea 9 del tramway fue pensada por su hacedor, Ernesto Parral, para servir como "tranvía obrero" de los trabajadores de Villa Harding Green. Nunca llegó a convertirse en esto, pero sí en un exitoso tranvía de paseo, desbordado por los bahienses que cada fin de semana acudían a la villa a tomar aire puro.
Quejas al tramway Quejas al tramway
Quejas al tramway . Opinión. La Nueva. Bahía Blanca


 Hace 75 años, en junio de 1930, los vecinos de Villa Harding Green elevaron sus quejas al municipio por el pésimo servicio del tranvía eléctrico.


 Inaugurada el 7 de enero de 1911, la denominada línea 9 del tramway fue pensada por su hacedor, Ernesto Parral, para servir como "tranvía obrero" de los trabajadores de Villa Harding Green. Nunca llegó a convertirse en esto, pero sí en un exitoso tranvía de paseo, desbordado por los bahienses que cada fin de semana acudían a la villa a tomar aire puro.


 Para 1930, su uso principal era el de servir como "tranvía escolar, trayendo y llevando" a un crecido grupo de niños que concurrían a las escuelas de la ciudad. Las quejas indicaban que un coche era insuficiente para llevarlos y que el horario del primer viaje era inadecuado, obligando a los alumnos de las Escuela Normal y de Comercio y del Colegio Nacional a llegar una hora antes de que los establecimientos abrieran sus puertas.


 Por entonces, el servicio de tranvías estaba a cargo de la compañía Empresas Eléctricas de Bahía Blanca.


 Los vecinos pidieron a la comuna que si la empresa no daba una respuesta adecuada, se hiciera cargo de arreglar los caminos a la villa, para permitir la llegada de los ómnibus, poco a poco convertidos en el medio de transporte por excelencia.


 Los tranvías eléctricos fueron cayendo en desgracia, en manos de una empresa a la cual no le interesaba su administración, hasta que el Concejo Deliberante canceló el servicio. El último coche circuló el 11 de diciembre de 1938, convirtiendo a Bahía en la primera ciudad del país en prescindir del sistema.