Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Olimpo encontró la "bujía" que lo encendió

Si le faltaba chispa a Olimpo, ahora tiene una "bujía" de recambio. Hernán Buján ("bujía" para los compañeros del plantel) estaba tapado y en las primeras fechas sólo era el sustituto de Juan Pablo Raponi. Los resultados no se dieron y "Jota Jota" decidió meter mano en el equipo para depositar su confianza en un jugador que en ciclo Saporiti también estuvo relegado.


 Si le faltaba chispa a Olimpo, ahora tiene una "bujía" de recambio.


 Hernán Buján ("bujía" para los compañeros del plantel) estaba tapado y en las primeras fechas sólo era el sustituto de Juan Pablo Raponi.


 Los resultados no se dieron y "Jota Jota" decidió meter mano en el equipo para depositar su confianza en un jugador que en ciclo Saporiti también estuvo relegado.


 ¿Qué cambió en Buján? Nada. Simplemente respondió con creces a lo que pretende el técnico y se ganó la confianza para ser el carrilero por el sector izquierdo.


 "Ahora tengo la continuidad que no me dieron en el ciclo anterior. Con minutos en cancha me siento más seguro y puedo responder mejor", afirmó Buján.


 --¿El triunfo ante Central aportó alivio y tranquilidad o tienen la misma necesidad de seguir por esta senda triunfal?


 --Alivio, seguro. Pero la necesidad de ganar a Huracán está latente porque tenemos que afianzarnos, agarrar una racha. Así como fue negativo perder varios puntos seguidos, en caso de ganar dos o tres partidos consecutivos nos metemos en el pelotón de arriba.


 --Y eso les cambia el ánimo.


 --No sólo lo anímico. También crece la confianza y la mentalidad empieza a ser ganadora. Para nosotros es otra final.


 --¿Cuatro puntos, a esta altura del torneo, es poco?


 --Sí, bueno..., por la cantidad de partidos que jugamos seguro que la cuenta te va a dar que es poco. 4 de 21 te demuestra que es bastante poco, pero como se está dando el campeonato, los rivales que nos tocaron de entrada y el punto que se nos escapó sobre la hora ante Vélez, no todo es tan negativo.


 --Ustedes lo ven de otra manera.


 --Somos optimistas. Queremos pensar que nuestro campeonato empezó el último miércoles.


 --¿Qué cambió desde el miércoles hasta hoy?


 --Nos sacamos un peso muy grande de encima. El año pasado, en el primer torneo, estuvimos muchos partidos sin ganar y se produjo un desgaste colectivo. ¡No tenés idea de lo que se siente...!


 "Por eso este triunfo, tras una racha adversa, te quita presión, te alivia, mejora la relación del grupo y todo, durante la semana, se vive con mucha tranquilidad".


 --Entonces, con Huracán hay que ganar sí o sí.


 --Es una forma de alimentar las ansias por conseguir un triunfo. Se torna una costumbre y todo se hace más fácil. Si ganamos volvemos a jugar en casa y ya nos empezamos a hacer fuertes, que es la consigna que tenemos para los equipos que tienen que venir a jugar a nuestra ciudad.


 --¿En cuánto influye que Huracán esté por debajo de Olimpo en el promedio?


 --A los equipos que ascendieron este año es lógico que si no suman de entrada después todo se hace muy complicado para engrosar el promedio por el sistema de la división de puntos. No obstante, para nosotros si en lugar de Huracán nos tocara Boca o River sería lo mismo.


 "Lógicamente que no se tratan de los mismos rivales, pero sí está presente la motivación de que hay que ganar ante el que se te ponga enfrente".


"Esperé mi oportunidad"







 --¿El carril izquierdo ya tiene dueño en Olimpo?


 --No. En el equipo las posiciones tienen dueños circunstanciales. A mí no me tocó arrancar jugando, pero esperé la oportunidad una vez que superé la lesión que tuve y voy sumando minutos de partidos, que es lo que pretendo.


 --¿Estás conforme con tu rendimiento?


 --No sólo con el mío, sino con el de todo el equipo. Se jugaron dos buenos partidos y creo que las veces que me tocó jugar me entendí muy bien con (Facundo) Imboden. Sin embargo soy consciente que no me puedo relajar y quedarme sólo con lo que hice hasta ahora.


 --El tema de ir remando de atrás lo tenés bastante claro.


 --Seguro. Por eso el año pasado fue la primera vez que me pasó eso de casi no ser tenido en cuenta. Por suerte es una experiencia vivida y olvidada, aunque cuando arrancás de atrás también tenés una motivación porque querés jugar. Y si sos titular querés mantener el lugar.


 --¿En qué varía una cosa de la otra?


 --En la trascendencia que adquiere uno por el hecho de ser titular.


 --Con vos, Imboden también mejoró en confianza.


 --Y..., habría que perguntárselo a él. Yo trato de darle una mano en cuanto a la salida de los volantes, los laterales y que no le hagan el dos-uno, o que no lo agarren mal parado. Lo mismo pasa por el otro sector; hay que armar esas sociedades que ensamblan y fortalecen al equipo.


 --Eso te da más posibilidades de pisar el área.


 --Me siento apoyado por él al momento de salir a apretar. Puedo pegar el grito y salir bien arriba. Pero más que una posibilidad es una obligación porque si uno juega con los dos delanteros y de repente te llega un volante por el otro sector tenés que estar en la jugada.


De un técnico a otro







 --¿Qué diferencias hay entre lo que te pedía Roberto Saporiti y lo que te pide Juan José López?


 --Qué tengo que estar en la definición de la jugada. Lo de Saporiti era más acompañar o llegar al fondo y patear el centro, en tanto que López me pide llegada para pisar el área y lastimar. Son detalles que cada técnico tiene en cuenta para determinados jugadores.


 --¿Te sentís cómodo en el equipo?


 --Me siento útil. Buscaba sumar minutos de juego y lo estoy consiguiendo. Me interesa estar bien, ya que en el torneo pasado había jugado los últimos dos partidos como titular (NdR: le convirtió un gol a Chacarita), pero no tenía muchos minutos de rodaje.


 --Te llegó la hora.


 --Digamos que esta chance es muy importante porque me da tranquilidad. Ojalá pueda cumplir con la expectativas que depositaron en mí.