Un vecino del barrio Cooperación ingresó en medio de una celebración religiosa y amenazó a los fieles de una iglesia evangélica debido a que –según dijo- el alto volumen de la música, no lo deja dormir desde hace seis años.
El hecho ocurrió en la tarde del sábado, frente a la Iglesia Evangélica Cristina Aliancista Internacional, en Panamá al 3.000, cuando Gustavo Girolami, de 55 años, concurrió al templo munido de una azada y una olla para reclamar que bajaran el volumen de la música.
Luego de ingresar al lugar, comenzó a amenazar a los concurrentes a la celebración y proferir insultos contra el culto en cuestión.
“Vienen tres veces a la semana y yo les pido que bajen la música hace seis años. No me dejan dormir”, reclamaba el vecino.
Girolami fue retirado del lugar y denunciado ante el teléfono de emergencias 911, por lo que a los pocos minutos fue aprehendido por personal de la Seccional Séptima. Interviene la UFIJ Nº 15.
La azada fue incautada por los uniformados.