Seis mil familias protegidas en asentamientos informales
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Mario Minervino
mminervino@lanueva.com
Bahía Banca tiene 32 asentamientos informales cuyos habitantes no podrán ser desalojados ni intimados por un año. La medida es consecuencia de la ley promulgada días atrás por la gobernadora María Eugenia Vidal y se refiere a los barrios registrados en un informe elaborado por organismos bonaerenses.
Durante ese tiempo quedan suspendidas las medidas judiciales o administrativas que impliquen el desalojo de quienes habitan barrios inscriptos en el Registro Público de Villas y Asentamientos. Quedan exceptuados “los desalojos fundados en un peligro real e inminente para la seguridad física de las personas o riesgo de derrumbe”.
Según se explicó, la Gobernación trabaja "en un proceso de integración socio-urbana de villas y asentamientos", la entrega de escrituras, la generación de servicios y la entrega de microcréditos.
Nuestra ciudad es la tercera del interior bonaerense con mayor cantidad de barrios precarios, detrás de La Plata (129) y Mar del Plata (80).
La Subsecretaría de Tierras, Urbanismo y Vivienda estableció la existencia de 1.585 villas y asentamientos en la provincia (detectados en 85 municipios), donde habitan 419.000 familias. Las características distintivas incluyen ocupación no planificada, viviendas precarias, hacinamiento, ocupación ilegal de tierras y provisión irregular de servicios.
En nuestra ciudad el asentamiento más numeroso es Villa Rosario, con mil viviendas. Se ubican luego Bajo Rondeau (950), Nocito (800), Miramar (640), Stella Maris (500) y Maldonado (560). El total de barrios en estas condiciones suma 6 mil viviendas, distribuidas en 300 hectáreas.
La Plata cuenta con 129 barrios precarios; La Matanza, 115; Quilmes, 65; y Avellaneda, 44. Mar del Plata encabeza el registro en el interior, con 80 barrios; Zárate, 22; Pergamino, 20; Junín, 10; Tandil, 7; y Olavarría, 3.
La primera villa del país fue "identificada" en 1932, en Retiro, y tenía el alentador nombre de Villa Esperanza. En 1984, Jorge Luis Borges detectó que "a los rancheríos de las orillas, popularmente llamados villas miserias, ahora se los llama villas de emergencia". No supo de su posterior evolución a "asentamientos precarios o informales".
En Bahía Blanca la primera villa data de fines de los 40 y se ubicó en el actual parque Boronat, bautizada con el irónico nombre de Palihue Chico. De la misma época es Villa Miramar y unos pocos años después, Villa Rosario.
En 1958 este diario mencionaba la aparición de un barrio similar, Bajo Rondeau. "Familias enteras viven en habitaciones levantadas en barro y paja, con techo de chapa y unas pocas aberturas cubiertas con arpillera deshilachada", se describía.
La crónica hablaba de la preocupante situación de los niños, "atraídos por la calle", perdiendo la inocencia y "la mirada limpia y luminosa". Planteó además colaborar. "Hay que brindarles esperanzas de un mundo mejor y más amplio", apuntaba.