Mario Reile debe cumplir 4 años y medio de cárcel
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La pena de 4 años y 6 meses de prisión le impuso ayer la justicia local a Mario César Reile (33), hallado culpable de herir de gravedad a su pareja, Verónica Schneider (34), durante un incidente ocurrido a fines del año pasado en la vivienda que ocupaban en Spurr.
La audiencia en que se leyó la parte resolutiva del fallo finalizó violentamente, cuando la víctima agredió a su propio hermano, disconforme con la suerte corrida por el imputado (ver aparte).
Reile y su abogado, Leonardo Gómez Talamoni, no asistieron a la audiencia final del juicio que estuvo a cargo del Tribunal en lo Criminal Nº 2, integrado por los jueces Claudia Cecilia Fortunatti, María Eloísa Errea de Watkins y Alejandro Salvador Cantaro.
Los magistrados condenaron a Reile como autor del delito de lesiones graves, en el marco del artículo 90 del Código Penal.
El fiscal Eduardo Quirós --de la UFIJ Nº 1-- había reclamado una sanción de 8 años de prisión para el procesado, a quien acusó de tentativa de homicidio, mientras que Gómez Talamoni pidió el mínimo de pena previsto para el delito de lesiones graves, y de cumplimiento condicional.
Los fundamentos
Para el tribunal quedó acreditado que el 23 de noviembre de 2011, en horas de la madrugada, en el domicilio de Santa María 1589, Reile atacó a Verónica Schneider y le aplicó golpes de puño y puntapiés.
Ese castigo provocó a la mujer un hematoma en el ojo derecho, traumatismos en el hombro y brazo derechos y en la región abdominal, sufriendo inclusive una perforación intestinal con las consecuentes complicaciones.
La víctima debió ser intervenida quirúrgicamente en reiterada ocasiones y permaneció internada 63 días en el Hospital Municipal de Agudos Doctor Leónidas Lucero.
La jueza Claudia Cecilia Fortunatti, quien votó en primer término, coincidió con la defensa en que no se probó que el imputado haya tenido intenciones de matar a su pareja.
"Tal conclusión la extraigo de la conducta desplegada por el procesado al momento de producirse la agresión, más precisamente del cese de dicho castigo, que obedeció a la simple voluntad del atacante, al no haberse alegado ni probado que ésta se produjera por una causa ajena a su voluntad", expresó la magistrada
Recordó que durante el debate se escucharon tres versiones del incidente: la brindada por la víctima, la del encausado y la de uno de los hijos de la pareja.
"Pese a que todas difieren en la forma de producción de los golpes, resultan contestes en cuanto al cese de la agresión", indicó.
Los primeros dos señalaron que el hecho se produjo como consecuencia de una discusión iniciada luego de festejarse el cumpleaños de la mujer, declarando ambos que Reile le pegó a Schneider una cachetada con la mano abierta.
El menor, quien dijo haber visto lo sucedido a través del hueco de una escalera, sostuvo que el hombre golpeó con los puños y pateó a su mujer.
El chico también contó que el procesado golpeaba a su madre semana por medio, pero ésta siempre mentía y le decía a su abuela que se había golpeado sola.
También tuvo en cuenta la magistrada, la grabación del llamado al teléfono de emergencias 911, en el cual el imputado manifestaba que había golpeado a su mujer y pedía una ambulancia para atenderla.
Según la jueza, no se acreditó que en medio del incidente haya ocurrido algún evento externo que hiciera cesar el ataque.
"Tampoco puede valorarse como un indicio del dolo homicida, el hecho de que el procesado mientras golpeaba a la víctima gritara que la iba a matar, por cuanto dichos términos fueron vertidos en medio de una acalorada discusión, y luego de haber consumido bebidas alcohólicas", agregó.
Versión "maquillada"
Al aludir a la versión que ofreció Schneider sobre los hechos, la calificó de "maquillada" y, por ende, no merecía ser tenida en cuenta, dada "la patología que la misma padece" y de la que dieran cuenta los médicos que la asistieron.
La mujer relató que comenzó a discutir con su marido luego que le recriminara por haber mirado a otra chica durante la fiesta. Confesó que "se puso ciega" y le comenzó a tirar a Reile distintos elementos, entre ellos una silla, por lo que su marido le dio una cachetada para frenarla.
Dijo que la pelea siguió en el patio, donde su concubino le aplicó otro golpe y empezó a sangrar por la nariz.
En cuanto al traumatismo abdominal, aseguró la víctima que se golpeó con una mesa al recibir la primera cachetada.
Negó también que el imputado la golpeara habitualmente y reconoció que sólo una vez la había agredido.
"Ha minimizado totalmente lo ocurrido. Hay en su relato una negación de la gravedad de los sucesos que la tuvieran como principal protagonista, y un traslado de la culpa hacia terceros, excluido, claro está, el imputado", expresó la jueza Fortunatti.
El psiquiatra Enrique Gabriel Grimi, estableció que Schneider presenta "una severa distorsión cognitiva y se miente en forma patológica", lo que le permite alejarse de la realidad y la lleva a crear en su mente una falsa imagen que identifica como real, permitiéndole de esta manera sostener la relación patológica de dependencia emocional con su pareja.
En tanto, Juana Torres de Schneider, madre de la mujer, sostuvo haber visitado a su hija en un refugio para mujeres golpeadas, oportunidad en la que ésta le habría dicho: "me pegó muy fuerte, esta vez se pasó".
Agregó que muchas veces la veía con huellas de golpes en la cara o en el cuerpo, pero ella siempre daba excusas para justificarlos.
Por su parte, Natalia Alejandra Sabio, quien manifestó haber sido amiga del imputado y de la víctima, declaró en el mismo sentido y expresó haber sido "amenazada" por Schneider para que no testimoniara en el juicio oral.
Agravantes
Al momento de resolver la pena a imponer, los jueces valoraron la carencia de antecedentes computables del detenido.
En tanto, calificaron como agravantes la naturaleza de la acción y los medios empleados para ejecutarla, la extensión del daño causado y la peligrosidad puesta de manifiesto en la conducta violenta desplegada contra la víctima.
También se tomó en cuenta el aprovechamiento del alto grado de sometimiento y dependencia que tiene sobre la mujer, y la reiteración de conductas agresivas contra su concubina en presencia de sus hijos menores, lo que demuestra un desprecio total sobre el perjuicio que les ocasiona a los mismos.
Citaron finalmente la falta de arrepentimiento por las conductas desplegadas, así como la inexistencia de registro de la gravedad de los hechos que ocasionó, que lleva a la posibilidad de reiterar las conductas de violencia, ya que minimiza los problemas de pareja y no los valora en su magnitud.
Con tales fundamentos, los jueces resolvieron imponer a Reile la pena de cuatro años y medio de cárcel por lesiones graves.
Nerviosismo y golpes al final
Tras escuchar la condena impuesta a su marido, Verónica Schneider rompió en llanto y luego se abalanzó sobre su hermano Sergio, a quien comenzó a agredir.
Ello ocurrió cuando todavía los jueces no habían abandonado la sala de audiencias ubicada en la planta baja del Palacio de Tribunales y ante la atónita mirada de los presentes.
"¿Estás contento?", le espetó Verónica a su hermano Sergio Schneider, mientras le arrojaba golpes y patadas.
Mientras el joven intentaba contenerla, personal policial se acercó hasta donde se desarrollaba el incidente y consiguió llevar a la mujer hacia un costado, donde terminó sentada en el suelo.
Su madre, Juana Torres, se le aproximó e intentó calmarla, diciéndole: "lo que hicimos fue todo por vos".
Instantes después, la víctima se incorporó y se fue del edificio de Estomba 34, deteniéndose un instante en la vereda ante la presencia de los periodistas y recalcando que no tiene nada que perdonar a Mario Reile.
"Ya lo dije, no tengo nada que perdonarle. Fue una discusión de pareja que terminó con una negligencia médica y nadie se quiere hacer cargo", enfatizó.
"La gente violenta no cambia"
Sergio Schneider, quien desde el principio del caso reclamó que la Justicia actúe para preservar la integridad física de su hermana, volvió a manifestar ayer que los sujetos violentos no cambian.
"Estamos contentos y esperamos que esto sirva de ejemplo para otras mujeres, que denuncien lo que les pasa y se pueda hacer justicia", destacó el hermano de Verónica Schneider.
"Hay que tomar en cuenta que la gente violenta no cambia. Pasó en La Pampa con la mujer que fue asesinada y va a seguir pasando siempre", agregó.
Manifestó que Verónica alteró su conducta desde el momento en que comenzó su relación con el acusado.
"Desde que está con él se encuentra enferma, porque ella no era así. Con el pasar de los años quedan así. Esto viene desde hace 14 años, entonces miren cómo queda, pobrecita".
Dijo sentir temor de que Reile vuelva a atacar a su hermana.
"Si él sale va a pasar como en La Pampa. Estas personas tienen un determinado perfil psicológico y no cambian. No sienten remordimiento ni culpa, porque para ellos los culpables son los otros", sostuvo.
Por último, consideró necesario sanciones más severas para los hechos de violencia de género.
"Sería importante que las leyes cambiaran y se castigue con un poco más de dureza estos casos", señaló.
Autoconvocadas. Durante el debate la familia Schneider estuvo acompañada por integrantes de la agrupación Mujeres Autoconvocadas Bahienses. Se formó el pasado 24 de agosto y está integrado por víctimas de violencia de género. Es presidid por María Rosa Vidal, quien manifestó que la intención es contener y asesorar a las mujeres que padezcan situaciones de este tipo. El teléfono de contacto es el 154362217.