Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Fleteros: rompió el silencio el primer empresario que denunció los aprietes

Juan Carlos González, titular de un transporte del partido de Bolívar, dejó de viajar hacia Bahía por la coacción que ejercieron contra sus empleados y los destrozos a los camiones. Un chofer, amenazado, abandonó la actividad.

Llafar y Aguiar (arriba), Halberg, Ciucci y Quel integrarían la asociación ilícita.

   Amenazas a camioneros y ataques a sus vehículos, por parte de supuestos miembros de la filial local del Sindicato Único de Fleteros de la República Argentina (SUFRA), mantuvieron en vilo durante meses a transportistas y empresarios que no aceptaban contratar los servicios de los falsos representantes del gremio.
   Juan Carlos González, dueño de Transporte Don Simón, fue el primero en denunciar los aprietes de estos aparentes sindicalistas -4 de ellos hoy siguen detenidos-, contra choferes de su firma con sede en Urdampilleta, partido de Bolívar.
   Como consecuencia de las presiones que sufrieron los conductores y los daños con los que resultaron algunos camiones, González suspendió definitivamente los viajes a esta zona para cargar productos agropecuarios en compañías del puerto.
   En torno de la causa tramitada por el fiscal de delitos complejos Mauricio del Cero, a fines del mes pasado se detuvo a Mariano Martín Llafar y Mario Raúl Aguiar, sindicados como jefes de la presunta banda; Carlos Rodrigo Ciucci, Pablo Andrés Halberg y Salvador Florentino Quel.
   A los 5 les imputan asociación ilícita, entre otros delitos.
   Quel fue el único que quedó en libertad, aunque sigue vinculado a la causa.
   “Algunos choferes míos sufrieron amenazas. Es una barbaridad y una locura lo que estaba haciendo esta gente, porque es totalmente ilegal que a una persona no la dejen trabajar”, opinó González.
   “Fui el primero que denunció estas maniobras. Sufrimos roturas de neumáticos de las unidades e intimidaciones, pero tenemos que seguir trabajando”, agregó.
   Los imputados, según el entrevistado, operaban bajo la invocación del SUFRA, que “no es real”.


   “Esta gente había hecho un empoderamiento de algo que no es real, entonces decidí enfrentarlos porque, gracias a Dios, uno puede viajar por todo el país, cargar donde quieras y nadie te va a molestar”, resaltó.
   “A ellos les estaba dando muy buen resultado porque nadie denunciaba y los choferes se volvían sin cargar, entonces aprovechaban para cargar sus camiones. Incluso creo que ese sindicato no existe; lo que decían que era el Sindicato Único de Fleteros, no es legal”, agregó el empresario.
   “En la empresa Sea White, donde cargábamos fertilizante, tenían instalada una casilla en el acceso (para controlar). Eso era una cosa de locos; era como tenerlos en las puertas de nuestras casas y decidían quién entraba y quién no”, completó.

 

Ataques a camiones

 

   Transportes de la firma Don Simón fueron blanco de ataques producidos durante la mañana y la tarde del 1 de octubre de 2019.
   “Estos sujetos son cobardes porque, con una camioneta (Chevrolet Tracker) sin patente, nos tiraron clavos 'miguelitos'”, afirmó.
   Un investigador del caso precisó que uno de los atentados contra los vehículos de carga se cometió desde una moto sobre el cruce de Vieytes y el ex Camino Sesquicentenario.
   El otro ataque tuvo lugar en la ruta 33, cerca de Tornquist, donde los ocupantes de una camioneta Chevrolet Tracker arrojaron clavos a las cubiertas de un camión de Don Simón.


   “Estas personas amedrentaron a todos mis empleados que fueron a cargar a Bahía Blanca. Les decían que si no eran de Bahía, no podían cargar e inclusive muchos colegas me llamaron porque sufrieron la misma situación. También dañaron camiones de otras firmas”, aseguró González.
   “Pegué el primer puntapié y los denuncié, pero este es un problema que data de mucho tiempo. Espero que todo salga bien y se haga justicia”, finalizó.

 

Exigían contratar sus servicios

 

   Mediante amenazas, coacciones y daños, los causantes “procuraron doblegar la voluntad de empresarios” relacionados al transporte, productos agrícolas y fertilizantes, para “obligarlos a contratar los servicios prestados por los imputados (propietarios de camiones o empresas de transporte), agrupados bajo la bandera del Sindicato Único de Fleteros, seccional Bahía Blanca”.
   Los damnificados son choferes y/o propietarios de camiones que llegaban a las plantas de Sea White o Bunge Argentina y eran obligados a contratar los servicios de transporte de los miembros de la banda (o de terceros vinculados a ellos) para derivar productos que compran a firmas locales, o para el traslado de cereales desde sus localidades de origen hasta las terminales portuarias de esta ciudad.
   Para ello los acusados se instalaban en inmediaciones de dichas compañías donde -como mencionó González- controlaban el acceso y la salida de camiones.


   Desde su puesto de trabajo en el ingreso a Profertil, Salvador Quel (tercerizado) supuestamente “brindaba información al resto de la banda sobre los camiones que salían cargados de la planta”.
   “En caso de que los representantes de las empresas se negaran a acceder a sus requerimientos, los imputados dañaban sus camiones arrojándoles 'miguelitos' a las ruedas de los vehículos” para que no regresaran a esta ciudad.

 

El miedo deuna víctima

 

Decisión. Un transportista que fue víctima de los falsos gremialistas debió abandonar su empleo a raíz de haber recibido amenazas presuntamente de los agresores, quienes además -aseveró- “tienen información sobre mi familia”.

Primera vez. “Hace 32 años que ando arriba de los camiones y jamás me había pasado lo que me pasó ahora. A mis 51 años no quiero que nos pase nada; estamos asustados”, reconoció.

Preventiva. El fiscal Del Cero tiene plazo hasta el 27 de este mes para pedir a la justicia de Garantías la prisión preventiva de los 5 acusados. Espera el resultado de exámenes visuales a los celulares secuestrados a los sospechosos.

Investigación. En la causa, a órdenes de Del Cero, trabajó la división Casos Especiales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Allanamientos. En el marco de 6 allanamientos secuestraron más de 3 millones de pesos, 1.600 dólares, vehículos, celulares y una casilla rodante con la inscripción del sindicato, entre otros elementos.