Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Cuarentena, mayor conectividad y los peligros en las redes

El aislamiento preventivo por la pandemia de coronavirus determina que los menores de edad permanezcan más tiempo ante una pantalla, expuestos a delitos graves como el grooming.

Fotos: Jano Rueda, Emmanuel Briane y Archivo LN.

Por Pablo Andrés Pascual/ppascual@lanueva.com

   Desde el pasado 20 de marzo, cuando entró en vigencia el decreto firmado por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, determinando la cuarentena con el objetivo de frenar el avance del coronavirus, la vida de la mayor parte de los argentinos cambió drásticamente.

   Muchos de ellos mudaron su trabajo a la casa y los más chicos comenzaron a asistir a una escuela virtual. La circulación en la calle está restringida, pero en Internet es más intensa que nunca.

   La Cámara Argentina de Internet informó en los últimos días que creció en un 25% la conectividad de los argentinos desde que el Poder Ejecutivo estableció el aislamiento preventivo y obligatorio.

   Los beneficios que nos brinda la denominada “red de redes” son múltiples, pero también guarda una serie de peligros frente a los cuales hay que estar atentos.

   Grooming, sexting y ciberbullying son algunos de ellos y comparten un común denominador: la mayor parte de las víctimas son menores de edad.

   “En este tiempo de cuarentena está ocurriendo que los padres están las 24 horas con sus hijos e hijas en la casa, entonces puede ser que hay un poco más de monitoreo o de dominio de determinadas situaciones, por el solo hecho de una mayor presencia de la familia. De todas formas, también es cierto que los niños, niñas y adolescentes pasan mucho más tiempo con las tecnologías, lo que provoca mayor exposición, vulnerabilidad y, por lo tanto, más riesgo”, analiza Romina Cavallo, voluntaria bahiense de la ONG Argentina Cibersegura.

   “Por ejemplo, conversando con mamás por estos días, me han contado que sus hijos se quedan hasta altas horas en la noche con su celular, o jugando juegos on line, mientras ellos duermen”, agregó.

   Cavallo menciona que el grooming es el delito al que más están expuestos los menores de entre 9 y 13 años.

   “A partir de los 13 también se suma la práctica del sexting, ya que al adolescente, estando en cuarentena y encerrado en su habitación, se le genera un perfecto contexto de desinhibición, donde se puede sentir tentado a enviar fotos, videos, hacer videollamadas, etc, con desnudos, o cualquier otro tipo de acción de índole sexual”.

   “El problema no radica en el sexting en sí, que muchas veces hasta se da en una relación de confianza, el problema se genera cuando esa exposición termina en la viralización de ese contenido o en lo que se denomina sextorsión, que es la amenaza con publicar esas imágenes si no realizan determinada acción”, sigue diciendo.

   También describe que “en estos momentos, donde los encuentros solo se dan por videollamadas o por chats con mensajes y audios por WhatsApp u otra red social, se puede generar en los grupos agresiones, peleas, hostigamientos, violencia verbal y escrita, que cuando son sostenidas se transforman en ciberbullying”.

Mayor presencia

   Cavallo, quien junto al grupo de voluntarios bahienses dicta charlas en escuelas y entidades de nuestra ciudad, considera que hay que aprovechar este tiempo para estar más cerca y presentes en el “mundo digital” de los chicos.

   “El hecho de estar físicamente presentes las 24 horas del día puede no significar estar cerca. Cantidad no significa calidad. Si cada integrante de la familia está con sus actividades, sus lógicas preocupaciones o el trabajo en casa, se puede estar muy lejos también y no observar lo que está pasando”.

   Explica que en este sentido resulta indispensable generar un momento del día en el que todos los integrantes de la familia “se desconecten y apaguen las pantallas para conversar y generar un ambiente de confianza, de escucha y de mirarse a los ojos”.

   También menciona algunos recaudos que se pueden tomar.

   “Depende de las edades, pero en el caso de los más chicos se puede utilizar la herramienta de control parental en los dispositivos de la casa, los que pueden servir para filtrar y que no tengan acceso a contenidos de droga, violencia y sexualidad, como también para programar un horario límite, donde a determinada hora se corte Internet”. 

   Además, señala una serie de situaciones a las que se debe prestar atención.

   “Es necesario estar atentos a sus comportamientos, sus estados de ánimo, o si están muy callados y apáticos. También si se esconden para hablar o chatear, si se encierran demasiado o si su lenguaje está más sexualizado. Muchas veces los hermanos y hermanas mayores son de gran ayuda para detectar estos cambios o para ayudarlos y acompañarlos con el buen uso de las tecnologías”.

Diversificar actividades

   Cavallo agrega que un factor fundamental radica en que los pequeños realicen diferentes actividades cuando se ubican delante de una pantalla.

   “Si tu hijo está ocho horas conectado, pero en ese rango descarga tareas de la escuela, habla con amigos, hace una videollamada con la abuela, baja una receta de Youtube para cocinar a la noche, mira una película y hace una clase de gimnasia, se puede decir que todo ese tiempo fue productivo”.

   “Pero si durante ese lapso permaneció en Instagram, Tik Tok o con juegos on line, seguramente no solo tendrá más exposición a los riesgos, sino también un agotamiento mental y emocional”.

   La especialista en el tema resalta que el objetivo radica en que esa utilización de la tecnología sea “saludable y segura”.

   “Hay que enseñarles a discernir entre qué contenido puede ser adecuado y cuál no, explicarles que no compartan información personal con desconocidos y supervisar también que no ingresen a páginas de apuestas. Pero más que controlar o limitar es hacer acuerdos, y a partir de ahí hacerles saber que su familia los acompaña, los cuida y los ama”.

   Finalmente, y a modo de consejo, refiere que durante esta cuarentena “más que pensar en cuántas horas transcurren los menores con la tecnología, es mejor enfocarse en cómo están haciendo uso de ella”.