Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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La Punta Alta patriarcal y sus micromachismos, en la pluma de un escritor local

Sergio Soler narra 50 de las 100 historias reales que recopila el libro “Romper cadenas”, sobre violencia de género.

Fotos: Rolando Ramos-La Nueva.

Por Gustavo Pereyra

   “En Punta Alta hay actitudes micromachistas muy fuertes —explica el escritor local Sergio Soler—. Durante una manifestación en el arco de la plaza del centro, lo empapelamos todo con fotocopias con la cara de una chica desaparecida y la gente pasaba y las despegaba. Pero particularmente me llamó la atención una señora mayor que empezó a arrancar todas y cada una de las fotos excepto una: la de un perrito perdido.”

   El escritor dice que así es esta ciudad, atravesada por una cultura patriarcal muy arraigada, y que es uno de los temas centrales que aborda en “Romper cadenas”, un libro de reciente edición del cual es coautor junto con la escritora sanjuanina Viviana Rodríguez.

   “Aunque no soy un especialista, me paro contra la violencia de género desde la agrupación Mujeres Autoconvocadas. No puede decir que soy feminista porque no reúno las condiciones para serlo. Sí me estoy deconstruyendo”, advierte Soler.

   —¿De qué se trata “Romper cadenas”?

   “Son 100 historias de violencia de género plasmadas en microrrelatos ficticios, pero basados en hechos reales y muy crudos. ¿Por qué la ficción? Para no traicionar la identidad y la intimidad de las narradoras. Muchos de los testimonios fueron recolectados a escondidas en un baldío, en horas de la madrugada, para que los maridos o las parejas no se enteraran. Viviana llegó a recibir amenazas. En mi caso, las historias que fui recolectando son más leves en cuanto a la violencia, pero hablan sobre micromachismos.

   —¿Qué son los micromachismos?

   “Son esas actitudes patriarcales que están incorporadas en nuestra sociedad y que no se discuten porque están naturalizadas, pero desembocan en la violencia de género. Son patrones culturales que forman la base de la pirámide cuya cúspide es el femicidio”. 

  Soler ejemplifica lo aparentemente inocuo de la naturalización: “Es muy común dar por sentado que si el hombre lava los platos es porque está ayudando con los quehaceres de la casa”.

   También afirma que cada lugar tiene sus propios matices en cuanto a la violencia de género: “Los testimonios de Viviana son de mujeres de la ciudad de San Juan y en muchos se repite una cuestión de sumisión y una condena de la iglesia muy fuerte. En mi caso, narro situaciones puntuales que vi en Punta Alta”.

   —¿Por ejemplo?

   “Ir por calle Rivadavia, ver cómo el novio zamarrea a la chica en un semáforo y la gente sigue de largo en sus autos. Verla escapar y golpear una puerta y que de adentro no la atiendan para evitar problemas. Esas cosas son comunes en Punta Alta, una ciudad atípica en la provincia de Buenos Aires. Lo patriarcal acá es muy fuerte por la gente que viene de las provincias a trabajar en la Armada, que afortunadamente ahora se está abriendo al tema. Otro ejemplo típico de micromachismo que se da en esta ciudad es que el hombre sea el proveedor y administrador del dinero de la familia. O el maltrato psicológico, que también es muy notorio”.

   —De las 100 historias del libro, ¿cuál fue la que más te impactó?

   “La del padre que tiene que ir a la morgue a reconocer el cuerpo de su hija”.

(Foto: Gobierno de la Provincia de San Juan)

   Presentación y debate

   “Romper cadenas” ya se presentó en la ciudad de San Juan, estuvo tres veces en la Feria del Libro de Buenos Aires (foto superior), en Monte Hermoso y en un encuentro de escritores latinoamericanos y del Caribe, en Santiago de Chile.

   Este miércoles 14 le toca a Bahía Blanca. Será desde las 19, en la Biblioteca Almafuerte Sixto Laspiur y Enrique Julio. Y Punta Alta será el 28 de agosto a las 18, y el 30 a las 15, en el excolegio Nacional (Villanueva 277). También tienen fechas en Mar del Plata, Mendoza, Tucumán y Córdoba.

   Casi de bolsillo

   Cuenta el autor que el formato pequeño del libro fue elegido de esa manera por la editorial, porque muchas de las mujeres que hicieron sus aportes testimoniales tenían miedo de tenerlos los ejemplares en su casa. “Así son más fáciles de esconder, de llevar encima”, afirma Soler. El puntaltense ya publicó “Convergencia” (1990, junto con Soulé Tonelli), “Catálogo de amores desolados” (2012) y “Vespertinario (2017) entre otras obras.