Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Walter Carrio no chocó la Ferrari y Liniers salió campeón entre dudas y varias críticas

El DT fue resistido en su propio club, aunque él instaló una idea, modificó algunas malas costumbres y mejoró el nivel futbolístico de un equipo que explotó en el segundo semestre del año para adjudicarse el torneo Clausura de la Liga del Sur en forma justa y merecida.

Fotos: Emmanuel Briane y Jano Rueda-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   ¿Cuáles fueron las claves para que Liniers se consagre campeón del torneo Clausura de la Liga del Sur?

   Nadie mejor que su entrenador, Walter Carrio, para describir las bondades de este equipo que, más allá de cumplir con un semestre brillante en cuanto a rendimiento y números, sigue siendo cuestionado por algunos de sus hinchas por el simple hecho de que este conjunto albinegro no tiene la identidad ni la idiosincrasia futbolística que el club supo conseguir a lo largo de su historia.

   “Este fue un grupo de jugadores que siempre intentó ir para adelante, aún con los problemas que tuvo que afrontar y superar. En algunos momentos la idea no ha salido, nos enredamos nosotros mismos, pero la valentía de este plantel llevó a la institución a lograr un título que fue justo y merecido”, sostuvo el DT, el creador de la “Carrioneta” campeona.

   —¿Por qué cuándo el equipo no aparecía, cuando los resultados no se daban, los cañones apuntaban todos hacia vos? Sinceramente, varias veces escuche decir, en tu propio club, “Carrio va a chocar la Ferrari”.

   —Es normal que el técnico esté en el ojo de la tormenta. Tengo una idea y es la que siempre trato de llevar a cabo. Siempre respeté mis convicciones y no me traiciono a mi mismo. Cuando el equipo no rendía, me sentía responsable, pero más allá de los altibajos y las lagunas, estaba convencido de que el grupo iba a llevar a cabo la idea, el plan y el proyecto al que todos apostamos desde un primer momento.

   “Cuando las cosas no salían, cambiábamos, nos esmerábamos en innovar con el único objetivo de crecer. Este grupo se adaptó a todo y siempre quiso ser campeón practicando buen fútbol”.

   —¿Te bancan los jugadores?

   —Sí, queda demostrado en el campo de juego. Al principio fui resistido porque de movida quise cambiar algunas cuestiones que estaban muy arraigadas a las costumbres diarias de la mayoría de los jugadores. Por ejemplo no hacer fútbol formal de once contra once en la semana y no dar el equipo fueron situaciones que complicaron la relación, no lo puedo negar.

   “Se originó un cierto rechazo, pero los jugadores creyeron en nuestra propuesta, cambiaron la forma de pensar y de actuar y el tiempo nos dio la razón, a nosotros y a ellos. Cuando los dirigentes contratan a un entrenador es porque saben la idea que tiene, entonces no tenía porqué preocuparme; yo tenía respaldo y tranquilidad para llevar a cabo lo que pretendía”.

   —¿Por qué te llevás mal con algunos periodistas?

   —Se enojan porque no les doy el equipo que va a jugar antes de cada partido. Lo hice siempre, y lo hago porque si no se lo doy al plantel menos se lo voy a informar a la prensa. Que me disculpen, es mi forma de trabajar y no quiero ofender a nadie. Me cuido de algunas situaciones porque entre los entrenadores nos observamos mucho. Y a veces esconder un poco es bueno.

   —Liniers salió campeón sin un esquema definido. Cambiaste mucho, variaste dibujos tácticos en casi todos los partidos, fuiste a contramano del manual del entrenador, rompiste varios mitos y cerraste un montón de bocas.

   —El equipo cambiaba según el rival o según nuestras propias necesidades. También nos pasó que entramos con un esquema y lo variamos enseguida porque el trámite del partido no se dio como pensábamos.

   “Todo lo que hicimos dentro de la cancha lo hemos entrenado; no hicimos locuras pese a que ciertas personas aseguraban que no trabajábamos en la semana”.

   —¿Te referís a propios hinchas de Liniers?

   —Esto es fútbol y todos sabemos que cualquiera opina. El que no me quiere que aguante porque algún día Carrio se va a ir de Liniers para seguir su carrera de entrenador en otro lado. Tengo una idea de trabajo y la voy a respetar donde sea. Me preparé para esto y me capacito para trabajar de esta forma. No puedo pensar quien está contento y quien no, debo estar convencido del nivel futbolístico que le puedo dar al equipo.

   “Este Liniers se caracteriza por la identidad, por la colaboración de todos a la hora de defender y de crear y por mirar siempre el arco de enfrente”.

   —¿Qué podía pasar si no salían campeones?

   —Nada extraño. Me iba a reunir con los dirigentes para ver si existían las posibilidades laborales para mi y mi cuerpo técnico. Si no iba a tener continuidad, mi vida iba a seguir con la formación y el crecimiento como entrenador.

   —Completa la frase: Liniers salió campeón porque...

   —En el segundo semestre fue el más regular y el que mejor juego desarrolló. El equipo demostró que se puede jugar al fútbol siendo compacto, agresivo y contundente.

Video: el mensaje de Carrio para los hinchas