La ampliación del canal Maldonado: una obra de altísimo riesgo
Con una inversión estimada de 80 millones de dólares y sin los recursos económicos asegurados, una eventual paralización de la obra en el tiempo sería catastrófico para la ciudad.,
La reconstrucción del canal Maldonado, en su recorrido de 3.700 metros, será una de las obras más importante que en materia de infraestructura se realizará en nuestra ciudad con dineros aportados por el Estado provincial.
Se trata de la decisión tomada desde el Ministerio de Infraestructura, avalada por la mesa asesora que conforman profesionales e instituciones locales, de triplicar la capacidad del canal.
De esa manera tendrá la capacidad adecuada para captar el agua en caso de repetirse un fenómeno meteorológico como el del último 7 de marzo, con la caída de 400 milímetros de agua en menos de seis horas.
Un acontecimiento similar podría darse, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, dentro de cien años.
La inundación llevó a la provincia y al municipio a planificar tareas que hace décadas se debieron haber realizado, por caso el mantenimiento de los pluviales y la limpieza del entubado del arroyo Napostá.
Pero sin dudas la obra protagonista será la reconstrucción del canal, una inversión que se puede considerar faraónica, unos 85 millones de dólares para desarrollar en un plazo tentativo de 4 años a partir de 2026.
En un país tan imprevisible como es el nuestro, nadie puede asegurar que esos recursos estén disponibles en el tiempo. Los propios funcionarios que anunciaron la obra dejaron en claro que “por ahora, con este gobierno”, los mismos "estarían garantizados".
Lo cierto es que ante una construcción de semejante porte, como es el caso del llamado Paso Urbano, con un presupuesto de 100 millones de dólares, a medio terminar y paralizada, no resulta inadecuado tener cierto recelo sobre su futuro.
Por eso es importante atender otro tipo de intervenciones, como las sugeridas desde el INTA y la Universidad Nacional del Sur, consistentes en movimientos de suelos en las zonas altas generando obras destinadas a retener, ralentizar y guiar al agua antes de que llegue a la ciudad.
La ampliación del Maldonado no deja de ser un enigma en cuanto a su realización y dejará además a la ciudad en estado de vulnerabilidad hasta su terminación. No se trata de ser alarmista, pero una cuota de realidad es clave a la hora de considerar tamaña intervención.