El predio de Bella Vista no podía llamarse de otra manera: "No me lo esperaba", dijo el "Negro" Ancán
El lugar donde germina el semillero albiverde homenajea al formador por excelencia de la institución y uno de los mejores de nuestro medio. Sus sensaciones, la mirada del presidente Gustavo Vázquez, el cariño de Carlos Mungo, Jonatan Ribes y más.
Ernesto Fermín Ancán.
Así se llama desde ahora y para siempre el predio del Club Bella Vista.
El nombre del semillero albiverde, uno de los más importantes de la Liga del Sur, homenajea al formador por excelencia de la institución y uno de los mejores de nuestra ciudad.
Un acto lleno de justicia, merecimiento y sentido común.
"No me lo imaginaba, fue un homenaje grandísimo. Uno está todo el día en el club, pero nunca se imagina semejante sorpresa", admitió el Negro, mientras procesaba lo vivido, horas después del reconocimiento, en diálogo con La Nueva.
"Nadie me dijo nada, cuando vi el portal, se me cruzó ¿no le irán a poner mi nombre, no? Pero igual, me tomó muy de sorpresa, la verdad que se me aflojaron las piernas cuando vi mi el nombre ahí", confesó.
El acto se formó parte de la reinaguración del predio ubicado en Fortaleza Protectora y Avenida Pringles, que fue puesto en valor luego de los severos daños sufridos por la inundación.
Con el apadrinamiento de Profertil y como parte del programa municipal "Clubes de pie", Bella Vista realizó arreglos y mejoras en el sector. Incluyendo una nueva y moderna entrada, con un flamante portal de ingreso donde luce el nombre propio del lugar.
De la pequeña ceremonia formaron parte autoridades del club, con el presidente Gustavo Vázquez a la cabeza, y también municipales, con el intendente Federico Susbielles como máximo representante.
Además, estuvieron presentes viejos conocidos del Negro, así como cientos de chicos de la institución, allegados, padres, colaboradores e hinchas que le dan vida a Bella Vista en el día a día.
"Vi mucha gente... lógico, que estén Rodrigo (Palacio), Carlos (Mungo), Pablo Arriagada fue muy especial. La primera categoría con la que empecé a trabajar fue la de Mungo, la 72, imaginate. Y mucha otra gente que no veía hace mucho tiempo. Hoy (por el viernes) me siguen mandando mensajes chicos que ni siquiera están en Bahía, pero se acuerdan de uno, eso es muy reconfortante", agradeció.
Ese momento tan especial, lo hizo recordar un poco todo lo que pasó en su amado club.
"Viví tantas cosas en Bella Vista desde chiquito, cuando mi viejo me llevaba a verlo a todos lados. Por eso aprendí a quererlo, después lo que viví como jugador y trabajando con los chicos, tengo millones de anécdotas", admitió Ancán.
Su vida, como la de tantos otros, está totalmente atravesada por el club al que le dedicó y le dedica gran parte de sus días.
"Cuando me preguntan, '¿Negro, qué te da el club que estás todo el día ahí?', siempre pienso qué responder a eso y son todos las cosas que viví, tengo para escribir un libro. Son innumerables momentos. Sinceramente, al club le di mucho, pero a mí el club me dio mucho también, me hizo vivir muchas cosas que me hicieron entender que la vida tiene sentido para otras cosas", remarcó.
"¿Cómo le explico a la gente lo que es llorar de alegría por un campeonato o de tristeza por irte al descenso?", se preguntó.
Si bien todo homenaje es válido y gratificante, de hecho Ancán también tiene el suyo en el mural de uno de los laterales de la cancha principal, junto con otras glorias de club, este no podía ser mejor. Porque el Negro es, por definición y de manera ejemplar, un formador de jugadores y de personas dentro de Bella Vista desde hace 40 años.
"Venir todos los días y ver mi nombre en la puerta es bárbaro -admitió-. Tanto trabajó uno... yo siempre traté que todos los chicos puedan jugar. El que no podía a la tarde, me venía a la mañana; hasta me he escapado del trabajo para venir. Con Rodrigo (Palacio), o (Pablo) Berra, que tenían esos momentos... me llamaban por teléfono al trabajo y me escapaba una hora para venir a entrenarlos, porque no podían venir a la tarde. Es algo hermoso lo que he vivido", recordó Ancán.
"Hablaba con mi señora (Ana María) y le decía, parece que lo que hice no estuvo tan mal. Recibir mensajes de agradecimiento de pibes que no están en Bahía y tantas otras muestras de cariño te levantan el espíritu terriblemente", agradeció el tipo que, ahora, le da el nombre al predio de uno de los clubes más importantes de la ciudad.
"El teléfono no paró de sonar -agregó-. Recién ahora estoy tomando consciencia... pucha, parece que no hice tan mal las cosas. Además, vi como un consenso de que estaba bien que lleve mi nombre el predio; aparentemente está bien que le haya puesto mi nombre, ja, ja. La verdad, que la sorpresa que me dieron los muchachos es grandiosa. Son todos chicos que hoy son dirigentes, pero a todos los tuve en menores, son muchos años...Ya tengo 70 y desde que tengo uso de razón estoy acá", rememoró.
En su camino recorrido, Ancán también fue y es fiel testigo del crecimiento y la transformación que vivió el club con el paso de los años.
"Empezamos a trabajar acá en el complejo con algunos padres, a poner los caños de agua, cuando esto era el Lejano Oeste. Te imaginás que de eso también hay un montón de anécdotas", dijo.
"Yo viví los dos Bella Vista -explicó-, el de los principios, el de la cancha de tierra de Charcas, que había que tener garra uruguaya para jugar ahí, porque había una piedra blanca que te mataba si ibas al piso ja, ja. Y ver ahora este complejo es increíble, esto es Disney", comparó.
Para notar la diferencia con aquellos comienzos, lo graficó con un claro ejemplo.
"Cuando empecé a entrenar a los chicos íbamos a una placita en Palihue, porque no teníamos nada y ahí había luces. O sino, nos metíamos en el Club de Golf que alumbraban las luces de mercurio de la calle, o en el Parque Independencia. Con pelotas pintadas con cal que pesaban 500 kilos, se morían pobre pibes... yo se los cuento a los chicos ahora y te miran como diciendo, ¿será cierto lo que cuenta el Negro?. La verdad que todo lo que hay ahora es bárbaro, el trabajo que se está haciendo es buenísimo y es una motivación constante", se alegró.
Su trayectoria en el club también está marcada por su etapa como jugador, ya que llegó a disputar 182 encuentros, siendo campeón en la "B" en 1979 y 1981.
Además, tuvo un breve paso como DT del plantel superior con 16 presentaciones (8 éxitos, 5 igualdades y 3 derrotas).
No obstante, su esencia siempre fue la de ser formador, pulir a los niños y adolescentes que se ponen la camiseta albiverde, como jugadores y sobre todo como personas.
"A los chicos siempre les digo, que no importan los resultados en las Menores, yo quiero que jueguen. Si a la mañana cuando se levantan dicen 'voy a jugar al fútbol', bueno, jueguen. A mí los resultados nunca me mandaron, siempre me importó el juego. Yo quiero chicos que sean protagonistas, que se equivoquen 100 veces, porque a la 101 van a aprender. Así van a aprender. De la otra manera, si no participan si no juegan, no se van a equivocar pero tampoco van a aprender", señaló Ancán, resumiendo su esencia y la de todo un club.
"Por eso la Primera juega como juega, porque sigue una escuela de abajo. No porque sea Bella Vista, pero creo que es el equipo que mejor juega en la Liga y son todos pibes", remarcó.
Tal como explica Ancán, parte de su gran trabajo puede verse reflejado hoy mismo en el plantel superior del club, compuesto casi íntegramente por jugadores surgidos de la cantera.
"Siempre trabajé con la mentalidad de sacar jugadores para la Primera, nunca perseguí campeonatos. Si los pibes juegan bien, ganan campeonatos igual. Mi gran orgullo es cuando voy a la tribunita de madera y los veo debutar en Primera, ese es mi campeonato, para eso laburo yo, siempre perseguí eso: nutrir la Primera de Bella Vista. Ah... ¡era mi pasión que salieran jugadores para la Primera!", enfatizó el Negro, quien hoy tiene a cargo la Cuarta "A".
"La Primera de hoy es la 2004, todos pasaron por mis manos, salvo el Rusito (Matías) Mayer, (Leandro) Rosales y (Miguel) Sanhueza. ¿Sabés lo que es cuando se logra un campeonato de Primera con todos ellos? ¡Hasta al técnico lo tuvo de jugador! Al Piqui (Jonatan Ribes) también lo tuve en Infantiles y Menores", remarcó.
La charla con el Negro se va terminando y él se retira de se segunda (o primera) casa, que desde el jueves lleva su nombre.
"Justo estoy saliendo del Predio y estoy mirando el cartel, tenés razón: a medida que pasan los días voy cayendo. Los procesos van por dentro...Para mí es un halago enorme", cerró Ancán.
Desde ahora y para siempre todo aquel pibe que entre al predio de Bella Vista conocerá o recordará a Ernesto Fermín Ancán y su legado, como formador y, sobre todo, como persona.
¡Felicitaciones, Negro!
*Gustavo Vázquez: "El Negro simboliza lo que es Bella Vista"
En 2014, Gustavo Vázquez, hoy presidente de Bella Vista, formó junto a un grupo de amigos la peña "Ernesto Negro Ancán".
Más de 10 años después, "Tavo" encabezó el acto que homenajeó al formador por excelencia de la institución. En cierta manera, un círculo que se cerró de manera perfecta.
"Nosotros, que somos del barrio, al Negro lo sentimos como el padre de todos los pibes. Cuando armamos esa peña era para hacerle un reconocimiento a él y a un montón de otros jugadores, pero principalmente a él. Ya tener una bandera con el nombre de él, era muy representativo. Y cuando se nos ocurrió esta idea loca de ser comisión, teníamos la idea de la entrada al predio, pero con el nombre nunca hubo discusión: era él. Y cuando se lo contábamos a alguien, la respuesta era siempre la misma: 'y sí'", contó Gustavo, amigo y excompañero de equipo de Sebastián, uno de los hijos del Negro que también forma parte de esta historia.
"Sabemos que el Negro es el formador por excelencia, de la ciudad y del club. No hay una persona que no reconozca al Negro en Bella Vista y creo que el homenaje en vida es el mejor regalo que se va a llevar para siempre", agregó el presidente.
Este reconocimiento, además, va más allá de lo hecho por Ancán en lo futbolístico.
"Si hay una persona que no discute nadie en el club es él, porque ya por su forma de ser es muy querido. Es alguien muy íntegro, es muy buena persona. Más allá de su labor, que sus números lo dicen, todos recuerdan al Negro de la mejor manera", remarcó.
"Creo que el Negro simboliza a Bella Vista. El club se destaca por formar jugadores que después lo representan en Primera, hoy contamos con una primera división que el 90% son jugadores del club, eso habla de cómo se labura en formativas. Eso es por el trabajo de formadores como el Negro, que no hay muchos en la ciudad. Tenerlo al Negro todavía activo en el club, es increíble, es tremendo las ganas que tiene. Lo gastamos, le decimos que un día lo vamos a tener que sacar a los empujones del predio porque no se quiere ir. Con su forma de ser, él simboliza a lo que es Bella Vista", redondeó Vázquez.
Para Tavo también fue especial el momento vivido durante la ceremonia.
"Me asombró ver a gente que no veía hacía mucho tiempo en el club. Me asombró ver a Pablo (Arriagada), que no es una persona que se acerque mucho al club. Verlo a él, que yo personalmente lo idolatro mucho, me emocionó. Verlo a Carlos (Mungo), a Rodrigo (Palacio), ver a Raúl Rodríguez, que es un dirigente y técnico de mucho tiempo, que también merece su reconocimiento. Todo eso quiere decir que la gente está volviendo a su casa, que es lo que queríamos", se enorgulleció.
Además del bautismo que se realizó en el complejo, el acto también sirvió para visibilizar muchos de los trabajos que se hicieron tras los daños sufridos a causa de la inundación del 7 de marzo.
"Al otro día de la inundación fuimos al predio y el Negro fue el primero en acercarse. Lo vi lagrimeando y preguntando qué íbamos a hacer. Él está siempre ahí. Si no está entrenando, está corriendo alrededor del predio, sino está con los chicos. Los domingos vos vas temprano y él está corriendo alrededor del predio: es su casa, es así", contó Vázquez.
"Pudimos recuperar la luminaria, que el temporal nos había roto toda la conexión subterránea y algunas torres. Ahí nos dio una mano grande Profertil, también con la entrada y para arreglar los socavones que había dejado el agua", enumeró Gustavo.
Tal como puede observarse en las fotos que ilustran la nota, también se realizó un gran trabajo en la cancha de sintético con la que cuenta el predio Ernesto Fermín Ancán.
"Con mucho esfuerzo del club y también con el aporte de algún privado pudimos cambiar todo el sintético, que es una obra gigantesca", reconoció.
"Pudimos iluminar el predio, la entrada y hacer una utilería, que para nosotros es un gran gran avance. Además, arreglamos algunas cosas del vestuario de la cancha del pozo (sic) y ahora nos está quedando arreglar la perforación de la cancha del fondo, que también se rompió al socavarse todo", agregó.
Pero las obras y las mejores no se detienen.
"Si Dios quiere y nos permite queremos resembrar la cancha 1 y 2, la del pozo y la de arriba", avisó Tavo.
De momento, el club cuenta con 930 chicos y chicas que forman parte de sus juveniles.
Como muestra de su crecimiento, el presidente confirmó la inclusión de la categoría Sub 12 en femenino y que para 2026 formarán la línea "C" en Menores masculinas, debido a la gran cantidad de jugadores.
"En este último semestre hemos crecido mucho. Creo que la gente se acerca por que ve que hay gente trabajando y esto también es gracias al gran laburo que hacen los profes y los coordinadores", resumió.
*Carlos Mungo: "Era el nombre más indicado para el predio"
Carlos Mungo es otra de las glorias que tiene Bella Vista y también uno que recorrió todo su camino en el club con el Negro como ladero.
"Es algo que veníamos diciendo hace años, hinchas, exjugadores, dirigentes... algo del club tenía que llevar el nombre del Negro porque el Negro es Bella Vista. Si bien hay un montón de gente que también merece que su nombre esté en el club, por lo que han hecho de manera silenciosa, lo del Negro es algo superlativo", reconoció Carlos Mungo, quien estuvo presente en el acto.
"Creo que era el nombre más indicado que se le podía dar a un lugar como el predio, porque es el lugar del que salen todos los pibes. Todos pasamos por las manos del Negro Ancán, nos formó como jugador y a muchos también como personas. Realmente es admirable el sentido de pertenencia que tiene él y que ha contagiado en varios de nosotros. Me parece que los homenajes hay que hacerlos en vida y estoy totalmente de acuerdo con lo que hizo. Felicito a los chicos de la comisión por lo que hicieron, si no se hizo antes son cuestiones, porque todo el mundo está de acuerdo con que el predio llevara su nombre y quede estampado en la entrada. Realmente es emocionante", agregó Carlos, hoy DT de Villa Mitre.
*Jonathan Ribes: "Sin ver el cartel, todos sabemos que entramos a su casa"
Tal como graficaba Ancán, gran parte de su legado puede verse reflejado hoy en la Primera del club: un plantel formado casi en su totalidad por pibes surgidos del club y con un DT que completó el círculo.
Jonathan Ribes es nacido y criado en la casa y ahora también uno de los técnicos del exitoso ciclo del plantel superior. Y, obviamente, también creció de la mano del Negro.
"En lo personal, el Negro es el gran responsable de lo que fui como jugador y lo que soy hoy como persona y entrenador. A todos los que pasamos por él nos educó y no enseñó lo que es el sentido de pertenencia por el club y nos inculcó valores para la vida, más allá del deporte", le agradeció "Piqui".
"Hablar de él, es hablar de Bella vista. Ahora el predio lleva su nombre, pero todos los que entramos a ese lugar a diario sabemos que entramos a su casa, sin necesidad de ver la entrada. Vale destacar la hermosa idea de la dirigencia, la verdad que se pasaron", reconoció Ribes.