Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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Falleció Miguel Ángel Firpo, el fundador del Colegio de Árbitros de Bahía Blanca

Tenía 78 años y dirigió hasta los 73. Toda una vida dedica al arbitraje.

Miguel Ángel Firpo, cumpliendo funciones de comisionado. Fotos: archivo-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

Miguel Ángel Firpo, el principal responsable de la fundación del Colegio de Árbitros de básquetbol de la ciudad, allá por 1986, falleció hoy, a los 78 años.

"Por ahí he sido criticado, pero hay que perseverar cuando uno cree que algo es justo. Y en ese momento encontré apoyo en los dirigentes de la Asociación, como (Jorge) Spinelli, (Roberto) Seibane, (Antonio) Cabello, (Rubén) Rábano, quienes me dieron la oportunidad de formar un Colegio. No podía ser la cantidad de partidos suspendidos, los informes que había y las quejas de los clubes. No se podía seguir así. En principio dudaron, una vez que lo entendieron, me dieron la razón y me apoyaron. Se formó una institución en favor del básquet, más allá que algunos árbitros no querían", contó en su última entrevista con "La Nueva".

Junto a familiares, amigos y colegas, el día de su despedida.

 —¿Cómo le gustaría que lo recordaran?

 —Como fui. A alguno no le habrá gustado algún momento mío, que lo tuve, y a otro sí. Es así. El mismo que alguna vez me dijo “con vos no se puede, no quiero que nos dirijas más”, después me pidió “por favor, vení vos, porque si tenemos que ganar vamos a ganar”. El que hoy te tira piedras, mañana te da de comer.

En esa frase de la última nota publicada, de alguna manera Firpo sintetizaba su personalidad.

Nativo de Zárate, llegó a nuestra ciudad a los 35 años, dejando allá el futbolista del club Paraná, también fue entrenador, y basquetbolista, desde los 19 a los 27.

En Bahía, definitivamente fue reconocido como árbitro e identificado, además, por su trabajo particular, reciclando chatarra.

Frontal, temperamental, con los recursos que contaba fue el motor del Colegio. Con aciertos y errores, no pasaba desapercibido. Nunca.

—¿Sintió miedo alguna vez en una cancha?

—Todo ser humano siente miedo, pero siempre estuve convencido que hacía lo correcto.

Llegó a ser árbitro nacional y estuvo octavo en el escalafón, para después ser instructor FIBa.

En la mesa, hablando con uno de sus discípulos: Alejandro Ramallo. Atrás, Néstor Schernenco y Horacio Sedán. Otros dos a los que guió.

Una vez retirado como árbitro nacional, cumplió funciones siendo comisionado técnico.

“Tengo que agradecer a Bahía, porque si estaba en Zárate nadie me iba a conocer y tampoco quizá arbitraría. Lo que pasa en Bahía con el básquet dudo que pase en otros lugares del mundo”, destacó en aquella oportunidad.

El básquetbol bahiense, y los árbitros en particular, también le estarán eternamente agradecidos a este hombre que, con lo bueno y malo de su personalidad, sustentado en su gran vocación, puso de pie al Colegio y significó, para muchos, el guía en los inicios de sus carreras.

"Se fue el viejo de toda una generación", sintetizó Alejandro Ramallo.

Así lo despidió el Colegio

"Con profundo dolor despedimos a Miguel Ángel Firpo, pilar fundamental en el desarrollo del básquetbol bahiense: árbitro, comisionado técnico y, sobre todo, fundador de nuestro Colegio de Árbitros.

Su compromiso, pasión y visión dejaron una huella imborrable en cada uno de nosotros.

Acompañamos a su familia, amigos y seres queridos en este momento tan doloroso.

Su ejemplo vivirá por siempre en cada silbato, en cada cancha y en el corazón de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.

Gracias por sembrar la semilla de nuestra institución. por enseñarnos a amar la profesión y motivarnos a ser la mejor versión de nosotros mismos".

Sus restos serán velados, desde las 18, en Mitre 470.