Napostá sorprendió a todos con un triunfo que, con la noticia final, pasó a un segundo plano
Cuando terminaba el encuentro, con la victoria de los de la Avenida ante Olimpo (82-68) se conoció el fallecimiento de Aldo "Bebe" Storti, cuyo nombre lleva el torneo.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
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Con un rendimiento parejo todo el partido, mucha personalidad y algunos jugadores en alto nivel, Napostá le ganó a un desconocido Olimpo, por 82 a 68, empatando la serie final, en el segundo partido correspondiente al tramo inicial del torneo.
Dos caras completamente opuestas mostraron ambos.
Rápidamente Olimpo intentó jugar interior y lo logró, básicamente con Marcelo Piuma. Atrás, impuso presencia los primeros minutos, entonces, Napostá jugó lejos del cesto y en el intento de atacar el cesto se topó con las ayudas y saltos defensivos, inclusive, limitado por la desventaja física. Algo lógico.
En la medida que Napostá impidió que la pelota le llegara limpia a Piuma, en el 1x1 Gastón Torres lo contuvo muy bien. Además, Muzi se encargó de Diel.
Una vez establecido defensivamente, evitando el congestionamiento cerca del cesto, el albiazul capitalizó adelante lo bueno atrás, con Muzi atacando a Ruesga amenazando de tres o rompiendo, Torres sobrecargando el tablero, y metiendo un parcial de 11-2, para pasar a ganar 13-6.
El aurinegro se puso un poco más firme defensivamente, Alimenti fue una estampilla con Bruni y Ruesga empezó a tomar mayores decisiones individuales, pasando al frente el aurinegro 18-17, con parcial de 12-4.
Ya a esta altura, con 1m50 por delante del primer cuarto, Jun Cruz Santini había activado la larga rotación, intentando desgastar, sobre todo, defensivamente, más allá que la "visita" pudo terminar arriba el primer cuarto 22 a 20.
Con Alimenti marcando el ritmo y buena lectura de las situaciones, sumado a un feliz ingreso de Marroni que cerró el cuarto inicial como abrió el segundo con dos rompimientos, el aurinegro tuvo un buen pasaje.
Aunque el 22-22 se rompió con una penetración de Nico Quiroga y un triple de Nico Guerrero que, sumado al parejo rendimiento de Joaquín Larrandart, le permitían a Napostá ser más equilibrado.
Y en ese ida y vuelta permanente, Napostá encontró los primeros puntos de Bruni (llevaba apenas tres tiros de cancha), atrás Larrandart fue conteniendo a Ruesga y el equipo de Piccinini, más corto, mostró solidez, alejándose 38-33, diferencia que recortó el aurinegro cuando Carrizo respondió con un triple a la zona que propuso Napo.
Igual no le alcanzó con eso a Olimpo, porque Napostá supo defender a Piuma cuando intentó postearse, con uno por delante y otro saltándole cuando recibía.
Las vías de gol se iban limitando en el aurinegro y algunas dudas empezaban a invadir. Incluso exteriorizando algo de impotencia, por caso, con un técnico a Dottori a 6 segundos, después de cometerle falta a Vasconcelo, que estuvo muy firme: Muzi anotó el libre y Segundo los dos siguientes.
Así llegó la máxima diferencia, 45-36, coincidentemente con el cierre del primer tiempo.
Y Napostá la amplió, porque en el primer minuto del complemento, Torres metió un doble y después 1-2 en libres: 48-36.
Esto no hizo más que desequilibrar a Olimpo, que transmitió la frustración defensiva adelante, por eso chocó en su insistencia de ir para adentro a partir de lo que pudiera generar individualmente. Y le costó. Sintió la ausencia de Alimenti.
Definitivamente Napostá a esta altura sabía bien a qué jugaba, donde estaba la ventaja y cómo jugar con ese aire que le daba la diferencia en juego y el marcador.
Por eso mostró absoluta paciencia, haciendo correr la bola por el perímetro y castigando a distancia y a pie firme cuando desajustaba la defensa. Y así Alemañy encontró sus tiros, Muzi hasta metiendo un triple desde "la casa" y sacando ¡18!, en 6m25 del segundo tiempo.
Napostá replegado atrás, Olimpo forzando el juego interior ante la falta de gol perimetral, y adelante el albiazul jugando cuatro abierto y posteando a Quiroga, encontró espacios, dominando con muchísima autoridad.
Entró al último cuarto 15 arriba. La pregunta que sobrevolaba el Casanova era, ¿aguantará? Todo un desafío.
Entró Guerrero para darle descanso a Vasconcelo, que había hecho un terrible desgaste, el equipo siguió funcionando, Muzi clavó otro triple (completó 6 de 12) y Napostá sacó otra vez 18.
Enfrente, un desdibujado Olimpo, sin respuestas de juego ni anímicas. Acaso, como entendiendo cada uno que otro podía solucionar el problema y no entre todos.
Y así se mantuvo el trámite hasta el final, y peor aún, porque Napostá sabía a falta de 4 minutos que no perdería y Olimpo que no iba a ganar. Así de claro. El 75-57 marcaba la diferencia estadística y los jugadores, desde lo gestual: un equipo agrandado y otro quebrado.
Hoy es jueves: Napostá tiene tres días para recuperarse físicamente ante semejante desgaste y Olimpo, para cambiar la cabeza. El lunes se verán los resultados. Esto, si alguno pensó que estaba terminado, contrariamente recién empieza...
Claro que el resultado, con la noticia que llegó al final al Casanova, todo quedó en segundo plano: el fallecimiento de Aldo "Bebe" Storti, acaso, como una ironía del destino, considerando que el torneo lleva su nombre y se está definiendo en su segunda casa.
La síntesis:
Olimpo (68): S. Alimenti (11), A. Dottori (7), F. Ruesga (15), M. Diel, M. Piuma (8), fi; A. Solomon, A. González (2), V. Carrizo (5), A. Marroni (8) y M. Genitti (12). DT: Juan Cruz Santini.
Napostá (82): S. Vasconcelo (9), T. Bruni (7), G. Muzi (27), J. Larrandart (13), G. Torres (10), fi; N. Guerrero (4), N. Quiroga (4) y L. Alemañy (8). DT: Fabricio Piccinini.
Cuartos: Napostá, 20-22, 36-45 y 50-65.
Árbitros: Sebastián Arcas, Alejandro Vizcaíno y Juan Agustín Matías.
Cancha: Osvaldo Casanova (Estudiantes).
Serie: 1-1.