Abre el Gran Cine Ocean
De líneas modernas y un interior de lujo, fue una de las últimas grandes salas de la ciudad.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 80 años, en el mes de julio de 1945, abrió sus puertas el Gran Cine Ocean, la cuarta sala más amplia del país y una muestra del entusiasmo que el cine generaba en Bahía Blanca.
En esa época no existía todavía la televisión, como tampoco la variedad de alternativas hoy disponibles para acceder a series o películas. De allí que los cines fueran el lugar de entretenimiento por excelencia.
Eso explica en parte que esta sala de Chiclana 250 dispusiera una capacidad de 2.100 personas, con atractivas butacas que estaban generalmente ocupadas en su totalidad.
Con una fachada de estética moderna, el cine fue inaugurado con una función a beneficio del Hogar del Anciano presentando el film “Las modelos”, protagonizado por Rita Hayworth y Gene Kelly.
Aquella velada fue un verdadero acontecimiento “cinematográfico-social” al punto que este diario incluso detalló las familias presentes, entre ellas Vallés, Álvarez Santos, Monacelli, Collina Zuntini, Amaducci, Cantarelli, Dithurbide, Bergé Vila, Amodeo, Harriet, Claverie, Marseillán, Bereilh, Olaciregui, Colapinto, Lejarraga, Coleman, Spinelli, Fracchineti, Scheines, Cabirón, Segatori, Pronsato, Harrington, Perlender, Perramón, Larribité, Berardi, Otaño, García Reviriego, Otharán, Corbatta, Casanova, Faiazzo, Álvarez Fourcade, Dillon, Galak y Laiuppa.
“Su amplio hall central refulgía con su difusa iluminación, reverberando el bronce y los mármoles mientras la concurrencia se ubicaba en los asientos azules”, se detalló.
Dos años después, el edificio fue adquirido por Scheines y Cía., firma que manejaba los cines Odeón, Astral, Rialto, Rossini y Palacio del Cine.
La historia de esta sala se extendió por 46 años: En julio de 1991 bajó el telón con el filme “Cicciolina sin pudor”. El lugar fue ocupado un año después y hasta el presente por la sala de bingo.