19 de Mayo: la calle de la invasión, las casas náuticas y el movimiento

Mario Minervino

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Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.

La calle remite a una fecha, al denominado “último malón” que sufrió Bahía Blanca. Fue realizado en 1859 por el cacique Cafulcurá y unas 3 mil lanzas. Fue un ataque sorpresivo, en las primeras horas de ese día, amparado por la noche, sin que la inteligencia del fuerte haya servido para anticipar esa llegada.

Esta calle fue uno de los puntos de ingreso de los invasores. La rápida reacción de la Legión italiana, comandada por Juan Bautista Charlone, la colaboración de los vecinos y las fuerzas militares propias lograron rechazar la invasión, que no fue la última –ataques similares se repitieron hasta 1879--, pero sí la más numerosa y violenta.

No hay referencias ni detalle alguno que dé cuenta de esa historia. La calle y su arquitectura cuentan otras historias, desde sus estilos, formas, materiales y espacios.

Estelas en el pavimento

“Fueron las formas higiénicas y funcionales de los transatlánticos –verdaderos hoteles flotantes– las que se aproximaban más a las condiciones de uso de un edificio en tierra y fueron las que cautivaron a los arquitectos de la época”, Juan Pedro Margenat, Barcos de ladrillo, 2001.

Es llamativa la cantidad de viviendas resueltas con el estilo art decó conocido como náutico, las casas barco, una mezcla entre ese estilo y el lenguaje moderno, frente desprovistos de ornamentación, paredes lisas, colores claros, balcones con terminación curva y barandas metálicas. Todos elementos emparentados con las embarcaciones.

También se destacan sus voladizos de poco espesor y una carpintería propia de los barcos. En un diseño para descubrir en lo alto, desde cierta distancia, con determinada perspectiva. Si un día estos barcos de ladrillo buscaran el mar serían muchas las cuadras que dejarían la ciudad.

También hay modelos maravillosos del art decó abstracto y geométrico, un estilo de las décadas del 20 y 30, relacionado con la modernidad, la velocidad y el glamur, elegido por Hollywood para sus cines y teatros, por Miami para sus hoteles, casinos y boites, por Nueva York para sus rascacielos. El art decó urbano es protagonista de nuestra ciudad, se encuentra en todos los barrios, aporta un toque distintivo.En esta cuadra se halla acaso uno de los ejemplos más atractivos.

Ornamentos y molduras

Las casas historicistas también marcan su presencia. Son propias de las primeras décadas del siglo XX y se presentan con aires italianos, franceses, barrocos. Tienen sus fachadas con molduras, cornisas y ornamentos, puertas altas y que hay que mirarlas con cuidado para advertir (disfrutar) de todos sus detalles.

En esta variedad de propuestas que cualquier cuadra presenta, nunca faltan las viviendas pintorescas, los chalés, con sus cubiertas de tejas, piedra, ladrillo y muchas veces el retiro de la línea municipal que da lugar a un jardín. En esa convivencia están también los ejemplos menos deseados, la vecindad con un edificio en altura que genera una gran medianera que les roba el cielo y el sol.

Otro toque distintivo en el estilo neocolonial, diseño de la época de la colonia española, con formas heredadas del barroco europeo, plagadas de curvas y elementos clásicos tratados con plasticidad. Uno de los modelos luces las columnas torneadas, a veces mencionadas como salomónicas, “como las de la Casa de Tucumán”. Derivan del barroco, sugieren movimiento.

En otro ejemplo, el remate curvo y el colorido aporte de una cerámica vidriada, toque art nouveau.

Juntas a la par

Una maravilla: dos viviendas vecinas que mantienen la misma organización, casas de barrio, tipo chorizo, retiradas del frente, con su paredón sobre la línea municipal, rejería y una convivencia que se ha mantenido casi por un siglo.

Las dos en muy buen estado, una de ellas con una atractiva marquesina de hierro y vidrio y un toque de color con su florido jardín. Si se camina con apuro y con el imán del celular es posible que pocos adviertan su presencia.

La modernidad al palo

En la esquina de 19 de Mayo y avenida Alem se ubica la llamada Casa Pillado, por su primer propietario, el abogado Adriano Pillado, considerada una de las obras ícono del movimiento moderno en nuestro país, de las primeras en tener en cuenta el efecto del clima para su resolución.

Diseñada por el arquitecto Wladimiro Acosta, su irrupción en el paisaje urbano en la década del 30 fue impactante, con sus paredes revestidas en piedra travertina, despojada de toda ornamentación, sus grandes ventanales, un juego de aleros para atenuar los efectos del sol y una resolución espacial interior completamente moderna.

Enfrente se ubica una obra nueva, un volumen de tres niveles completamente vidriado destinado a actividades comerciales. Su arquitectura contrasta con el atractivo chalet que fue demolido para darle lugar. Un ejemplo de los cambios estéticos que ha tenido la avenida en las últimas décadas.

Sur, paredón y después

No faltan tampoco los queridos paredones sobre la línea municipal, que anticipan mayormente la presencia de las casas chorizos, aquellas que por cientos se repitieron en la primera década del siglo XX, la casa de los gringos, resueltas en terrenos de poco frente, recostadas sus habitaciones sobre una de las medianeras, con puertas hacia una galería corrida. En el patio del frente aparecía un árbol frutal o un limonero, al fondo un segundo patio donde se ubicaba el baño y el gallinero.

Una escuela de Mercante   

En 19 de Mayo al 300 aparece la Escuela Nº 7, que lleva el nombre del sargento (post morten) Juan Bautista Cabral, soldado heróico. Un atractivo diseño pintorequistas, de ladrillo visto y cubierta de tejas, con una torre marcando el ingreso. Fue inaugurada en 1952 y fue parte de las “escuelas Mercante” realizadas en territorio bonaerense por el entonces gobernador Domingo Mercante.

Por cuestiones políticas internas del partido que integraba, el peronismo, Mercante cayó en desgracia ante el presidente Juan Domingo Perón, fue expulsado del partido, su nombre prohibido y su obra borrada de los registros oficiales.

Collage

Curiosidades al paso, que llaman la atención. Una instalación de EDES muestra añejos murales y un par de carteles publicitarios en desuso y, curiosamente, sin iluminación.

Una vivienda difícil de encuadrar en un estilo, llamativa, con su contraste de revoque y ladrillo a la vista, su ventana particionada con un dintel de triple arco y un juego de tejas sobre su perímetro. Una ventana circular sobre el acceso recuerda al recurso de los edificios industriales para ganar luz natural.

En altura y con movimiento

"Lo que me atrae es la curva libre y sensual;/la curva que encuentro en las montañas de mi país,/en el curso sinuoso de sus ríos,/en las olas del mar,/en el cuerpo de la mujer preferida./De curvas está hecho todo el universo,/el universo curvo de Einstein". Poema de la curva, Oscar Niemeyer

Los edificios en altura son protagonistas de estas calles, una presencia que no se ha detenido desde la década del 60 y que ha ocupado el lugar de decenas de viviendas que ni siquiera perduran en la memoria.

En los últimos años se advierte una preocupación un poco más interesante en materia de diseño, para edificios que generalmente se construyen en terrenos entre medianeras, apretados y ajustados.

Uno de esos edificios se jugó por la línea curva a partir de sus balcones ondulados, cada piso con un recorrido diferente. Una propuesta que a veces se relaciona con un entorno de montañas o mares, emulando sus formas y movimientos. En este caso es el diseño por sí mismo, que marca su diferencia con sus dos inmediatos vecinos.

Los hay también de líneas modernas, uno de ellos similar incluso a uno de los primeros edificios de la ciudad, diseño de Raúl Costa Varsi en los 50 en las primeras cuadras de calle Alsina. También aparece una propuesta de fachada estrecha con una franja vidriada que refleja parte del edificio de la vereda de enfrente.

Final

"Ningún hombre cruza el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos". Heráclito

Como todo paseo por la ciudad, hecho con el ánimo de mirar y descubrir, las propuestas que ofrece la arquitectura sorprenden con su variedad de diseños, estilos, materiales.

En parte de la magia de este arte público, que está en la calle, expuesto, sin pudores, de cara al caminante. Pero además cada día, o cada momento del día, pueden aparecer nuevas cosas, frentes que cambian con la luz, detalles que se escaparon en una primera mirada, un cambio de ánimo en el paseante que lo lleva a ser más o menos sensible. Por eso, este recorrido está abierto y siempre (siempre) tiene algo más que mostrar.

La yapa: cocheras, pilares y el justicialismo .

Los medidores de obra que han quedado en medio de las veredas, algo habitual en la ciudad. La pulseada es entre los constructores que no piden la conexión definitiva y la empresa prestadora que no atiende los pedidos. Pero allí quedan, molestos y en algunos casos de riesgo.

La sede del partido justicialista, con Eva y Perón. La casa tiene balcones al cielo, parte de una piso alto deseado jamás concretado, anticipo de una obra que no se concluyó. "Mejor que prometer es hacer", solía decir el General.

La yapa (2)

La carpintería conforma un mundo aparte dentro de la construcción y el diseño. Las hay de madera, de vidrio, de hierro, de diseño, de estilo, ornamentadas. Todo un mundo para apreciar y disfrutar.

La yapa (3 y final)

"Sola entre todas las ciudades del imperio, Eutropia permanece idéntica a sí misma. Mercurio, dios de los volubles, patrón de la ciudad, cumplió este ambiguo milagro". Italo Calvino, Las ciudades invisibles

La ciudad presente, la ciudad que fue. La que se mantiene y manifiesta, generación tras generación.

Fotos gentileza Archivo de la Memoria UNS, Catastro provincial 1939.