Pequeña patriota: con 9 años tuvo un gesto inédito que conmovió a todos

Anahí González Pau

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Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.

Audionota: Danilo Belloni

Candelaria Kurtz tiene 9 años, vive en el Paraje La Paloma, de Pringles, y el pasado viernes 20, en un acto que conmovió a los presentes, prometió lealtad a la bandera frente al veterano de Malvinas Rubén Brodsky, en el Parque de los Héroes de Coronel Suárez. Así lo había deseado y logró cumplir ese sueño demostrando su respeto y admiración por la patria y sus protagonistas.

Candelaria creció rodeada de historias de los veteranos de la Guerra de Malvinas contadas en primera persona ya que su mamá Carina Lagleyze fundó hace 4 años un museo en honor a la gesta por la recuperación de las islas.

Si bien su marido también colaboró en aspectos vinculados a la historia y las tradiciones, ella fue la más abocada a Malvinas porque el tema la convoca no solo a nivel ciudadano sino también personal, ya que su hermano es un veterano de la Guerra.

En este sentido, su hija, Candelaria, desde muy pequeña escucha relatos de los propios combatientes y veteranos. Fue así que expresó a su mamá el deseo de  hacer la promesa a la bandera de una forma que emocionó a todos los presentes ya que no es común que una niña de su edad demuestre con actos de este tipo su admiración por quienes lucharon por defender nuestro territorio y su respeto por el emblema patrio.

La mamá de Candelaria todavía está profundamente conmovida por la iniciativa de su hija y todo lo que sucedió en el acto.

“Fue la única criatura de 9 años que izó el pabellón en el Bosque de la Gloria y estaba muy emocionada, muy nerviosa, y al principio no le salían las palabras. Creo que su mirada fue lo más significativo”, reflexionó.

 “Obviamente, su amor por Malvinas se fue generando a medida que ella fue participando de las charlas con los veteranos y de las visitas. Se ha hecho muy amiga, en especial de aquellos que vienen más seguido por el paraje y hasta los ha invitado a su cumpleaños”, remarcó.

También destacó que estar al lado de la familia y compartir lo que significa el amor a Malvinas la fue “puliendo” de a poquito.

“Ni bien ella comenzó la escuela primaria ya llevaba un pin en su guardapolvo en homenaje a los héroes”, contó.

Carina subrayó que tiene muy buena relación con los veteranos de Coronel Suárez y, por eso, todo se dio de un modo muy fluido y natural.

“Siempre nos estamos comunicando mandando mensajes y ambas parte participamos en los eventos o proyectos del otro. Me llegó a invitación del izamiento del pabellón y le comenté a Rubén del deseo de Candelaria y enseguida aceptó”, contó.

Candelaria perdió a su papá el pasado 31 de diciembre y fue un golpe duro pero junto con su hermanita Berenice “se encuentra muy bien, siempre va para adelante y con mucha fuerza”.

Por su parte Carina reveló que sintió mucha emoción, un respeto muy profundo a los veteranos de Guerra de Malvinas.

“Como mamá siento que estoy haciendo las cosas bien inculcándoles desde chiquitas esa semilla de Malvinas para que no se olviden que hubo veteranos y héroes de la guerra de Malvinas que dieron todo por la bandera y por la patria”, remarcó.

El Museo se encuentra abierto para recibir visitas y se trabaja con mucho esfuerzo, a pulmón, para que el proyecto se sostenga y, a la vez, pueda seguir creciendo.

El próximo 13 de julio será la gran fiesta de la Carneada y en setiembre será el 4to aniversario del Museo de Malvinas del Paraje La Paloma.

“Ya nos han confirmado varias asistencias y será un evento totalmente emotivo y muy importante por todo lo que llegará en esos dos días, sábado 13 y domingo 14 de setiembre”, dijo.

El paraje La Paloma, en Pringles, tiene la particularidad de que se instaló donde antes había una escuela rural. El establecimiento educativo cerró sus puertas en 2008 y el lugar debió ser completamente restaurado tras años de abandono.

Hoy es visitado por turistas y también por instituciones educativas interesadas en acercar a los niños a las temáticas que se presentan en las distintas salas. Malvinas tiene su propio espacio, reconocido y admirado por veteranos de todo el país.