Camperas, guantes y gorros: cuánto cuesta un kit invernal completo en Bahía Blanca

Juan Francisco Mutio

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Periodista con experiencia en medios locales y redactor en La Nueva. desde 2024, con enfoque en la creación de propuestas de contenidos digitales y news breaking. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Salesiana (UNISAL).

Con temperaturas mínimas por debajo de cero y una alerta por frío emitida por el Servicio Meteorológico Nacional, Bahía Blanca transita la primera semana del invierno con una sola certeza: hay que abrigarse. La combinación de heladas, viento sostenido y sensación térmica negativa convierte a la ropa de abrigo en una necesidad diaria y muchas familias deben evaluar su presupuesto para hacer frente al gasto que eso representa.

Armar un "kit invernal" básico implica contar con al menos una campera abrigada, un gorro, un par de guantes, una bufanda o cuello polar, medias gruesas y, si las temperaturas lo justifican, alguna calza térmica para reforzar la vestimenta. El calzado cerrado e impermeable también suma, sobre todo en los días donde el viento y la humedad se combinan.

Los precios varían considerablemente según la calidad, el lugar de compra y si se trata de productos nacionales o importados.

En comercios locales es posible encontrar versiones más accesibles, aunque con menor duración o abrigo limitado. En cambio, las prendas de marcas especializadas —pensadas para resistir condiciones más exigentes o de uso prolongado— tienen precios más altos, pero prometen durabilidad por varios inviernos.

En locales de indumentaria económica en Bahía Blanca, como los de una cadena con presencia en Alsina y en Belgrano, pueden encontrarse camperas inflables o reversibles desde $ 25.999 a $ 32.999, mientras que los accesorios como guantes o bufandas tejidas rondan los $ 5.699, y los gorros tejidos, desde $ 3.999. Aunque estos valores representan una opción más accesible para muchos hogares, la calidad del abrigo suele ser moderada y el desgaste se nota tras un uso intensivo.

Por otro lado, en el segmento premium, los precios escalan considerablemente. Una campera de abrigo de marcas reconocidas puede costar entre $ 140.000 y $ 300.000, tanto para hombre como para mujer, dependiendo del modelo, material y diseño. Las bufandas de autor o tejidos importados se ubican entre $ 35.000 y $ 70.000, y un gorro de calidad alta ronda los $ 23.000. En el caso de la ropa infantil, las primeras marcas ofrecen camperas con buena terminación entre $ 85.000 y $125.000.

Las prendas de mayor calidad —que suelen encontrarse en casas de ropa especializada o tiendas outdoor— ofrecen materiales técnicos, térmicos o impermeables, ideales para quienes deben pasar varias horas a la intemperie o tienen una alta exigencia de uso. Sus precios son significativamente más altos, aunque también garantizan una vida útil prolongada, incluso de varios inviernos.

Aunque es cierto que una buena campera no se compra todos los años, muchos hogares no llegan con facilidad a cubrir todo el equipamiento que hace falta, especialmente si hay chicos que crecen y requieren renovación constante. La combinación de inflación y cambio de estación obliga a priorizar algunas prendas por sobre otras o a buscar segundas opciones en tiendas de segunda mano o ferias.

Por otro lado, quienes realizan actividades al aire libre o deben trasladarse caminando, en bicicleta o en transporte público desde temprano suelen invertir más en abrigo, especialmente en ropa térmica o impermeable, ya que la protección se vuelve imprescindible.

Además, el precio de la indumentaria en Argentina suele ubicarse por encima del promedio regional, incluso cuando se trata de productos nacionales. Estudios de la consultora Focus Market y el think tank Fundar, difundidos por el diario Clarín, indican que renovar el guardarropa en Argentina puede llegar a costar entre un 40 % y un 118 % más que en países como Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Por ejemplo, un mismo par de jeans Levi’s puede valer casi 160 USD aquí y menos de 45 USD en Chile. Esta brecha responde a varios factores: desde altos aranceles e impuestos que representan más del 50% del precio final, hasta barreras a la importación, volatilidad cambiaria, presión tributaria y baja productividad industrial.

Con el invierno ya en marcha, también comienza una etapa habitual de promociones y liquidaciones, especialmente en locales de indumentaria que buscan rotar stock antes del recambio de temporada. Si bien las ofertas más agresivas suelen aparecer hacia fines de julio, ya pueden encontrarse rebajas del 20 al 40 % en algunas prendas seleccionadas.

Con todo, armar un kit invernal completo en Bahía Blanca —incluyendo campera, guantes, bufanda, gorro y ropa térmica— puede implicar un gasto que ronda entre los $ 45.000 y los $ 350.000, dependiendo de la calidad elegida. El frío de estos días no solo se siente en el cuerpo: también golpea al bolsillo.