Bahía Blanca: ¿2025 será el año más llovedor de la historia?
En sólo 5 ocasiones (desde 1908) se superaron los 1.000 milímetros anuales. Hasta este viernes 23, cayeron 647,3 milímetros en la ciudad.

Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Audionota: Natalia Marinelli
Con un promedio histórico de entre 583 y 645 milímetros (varía de acuerdo a la fuente consultada), en los meses transcurridos han caído —hasta este viernes 23— 647,3 mm, en sólo cinco ocasiones, desde el año 1908 a la fecha, la ciudad de Bahía Blanca superó la barrera de los 1.000 mm de lluvia anual.
De esta manera, cuando aún restan más de 7 meses para finalizar 2025, ya se está en la media anual.
De acuerdo con las estadísticas, en lo que queda del corriente año deberían llover otros 412 milímetros para superar la barrera de los mil. Si bien ya se llegó al volumen anual, eso es sólo parte de una estadística.
“La naturaleza no se rige por promedios. De acá a fin de año puede seguir lloviendo, incluso mucho más de lo esperado, o no llover nada, siempre dependiendo de diversos factores climáticos”, señaló un especialista.
Otro dato complementario es que en nuestra ciudad la lluvia se distribuye en unos 60 días; es decir, llueve 5 días cada mes.
Sin dudas que esta situación se da en un contexto de una caída excepcional de agua, que se produjo en la trágica inundación de este viernes 7 de marzo, cuando los registros de la ciudad, y alrededores, variaron entre los 300 y 400 milímetros.
El agua que va
El récord de lluvia caída en la localidad de Bahía Blanca se registró en el año 1974, con 1084,4 milímetros, apenas 3,1 mm más que los medidos en 2014, que es la segunda marca.
Las siguientes fueron las más abundantes:
—1.084,4 mm (1974).
—1.081,3 (2014).
—1.010,0 (1919).
—1.001,2 (1992).
—911,1 (2004).
En el otro extremo, en los años más secos se registraron 303,5 milímetros (en 1935), seguido por 316 mm (1910); 339 mm (1913); 339,9 mm (1928) y 340,8 mm (1927).
En lo que queda de 2025 deberían llover otros 412 milímetros para superar la barrera de los 1.000 mm.
De acuerdo con datos aportados por el Conicet, el clima de nuestra ciudad es templado y las lluvias le otorgan un carácter sub-húmedo o de transición.
Los vientos predominantes son del noroeste, con una velocidad media anual de 24 kilómetros por hora.
Una historia al paso
Es cierto que el cambio climático ha modificado al planeta, con veranos más cálidos, a veces inviernos menos fríos y lluvias más copiosas, pero la realidad es que los fenómenos climáticos inesperados, o fuera de época, han existido siempre.
El 6 de marzo de 1900, por ejemplo, fue un día terrible para Bahía Blanca. “Amaneció pesado, sofocante, terroso, con un calor ecuatorial”, señaló este diario.
A las 2 de la tarde el termómetro marcaba 40º C a la sombra. Así transcurrió la tarde, hasta que a las 23.30, “como para quitar la laxitud a los miembros y el embotamiento a las facultades”, se descargó un chaparrón tan recio y copioso que en 20 minutos las calles se convirtieron en verdaderos ríos.
“El torrencial chaparrón convirtió en verdadera Venecia a nuestra ciudad, pocos momentos antes terriblemente caldeada, y volvió la vida a los habitantes sofocados por calor africano”, señaló “La Nueva Provincia”.
Una mirada global
A escala mundial, la localidad más lluviosa del planeta es El Chocó, en Colombia, ubicada en una zona selvática tropical: cada año caen 12.500 milímetros.
Le disputa ese primer puesto la aldea de Mawsynram, en la India, con un promedio de 11.871 milímetros al año, en un área afectada por los monzones y donde es habitual que llueva todos y cada uno de los días del año.
En el otro extremo, el lugar más seco del planeta es el desierto de Atacama, en Chile, con una precipitación anual menor a un mm. Incluso hay regiones, dentro de ese desierto, en las cuales no ha llovido en siglos.
Esa sequía se debe a la combinación de la corriente de Humboldt, que enfría el aire y reduce la evaporación, y la cordillera de los Andes, que bloquea la humedad proveniente del Amazonas. Algunas partes del Atacama se consideran comparables con la superficie de Marte.
Una última referencia a la lluvia más grande en la historia de la humanidad fue la que provocó el llamado Diluvio Universal. Según detalla la Biblia, Génesis 7:12, en esa ocasión llovió durante 40 días y 40 noches, "las fuentes del gran abismo se rompieron y las compuertas del cielo fueron abiertas", dando lugar a una inundación masiva.
El relato bíblico no especifica el volumen de agua caído, pero la estimación realizada por algunos analistas basados en la aseveración de que las aguas cubrieron las montañas más altas del planeta (Génesis 7:19-20) menciona que las superó en "quince codos", lo cual significa que se ubicó a 6,80 metros sobre el Monte Everest (8.848 m); es decir que la inundación alcanzó 8,8 kilómetros de alto en todo el planeta.
Para lograr eso debieron caer 220.000 milímetros de agua cada uno de los 40 días que llovió, una cantidad que se asume imposible en términos meteorológicos.