Se mudó el viernes a Bahía y el temporal destrozó su nuevo hogar: "Quedé en shock"
Oriunda de Buenos Aires, Tamara no alcanzó a terminar de mudarse que la tormenta destrozó parte de la vivienda a la que se mudó con sus hijas de 9 y 11 años.
Periodista con experiencia en medios locales y redactor en La Nueva. desde 2024, con enfoque en la creación de propuestas de contenidos digitales y news breaking. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Salesiana (UNISAL).
"Me escapé de CABA porque me enamoré de Bahía Blanca".
La referencia a la que hace Tamara Sayanes en su biografía de redes sociales se resquebrajó luego del temporal de viento y granizo que ayer domingo azotó a nuestra ciudad.
Profesora y directora de una escuela de japonés e ilustradora, Tamara se había mudado con sus 2 hijas -Hikari (9) e Himawari (11)- el viernes a un nuevo hogar, a la espera de su pareja a la que le quedaba resolver temas pendientes en Buenos Aires. El caos tradicional de una mudanza y los arreglos de su nueva vivienda le coparon el fin de semana.
"Desde el 31 (de enero) no paré un segundo. Cuando por fin llegó el domingo y sentí que podía ir armando de a poco la casita comenzó la tormenta. Me encontró armando la computadora muy entusiasmada para arrancar a trabajar en el proyecto que tenemos con mi pareja. En un momento se empezó a escuchar que llovía, pero no le hice mucho caso pensando que sería una lluvia pasajera y continué limpiando", relató a La Nueva..
Y siguió: "De repente escuché como piedrazos, cuando me acerqué a la ventana me asustó lo que vi. No podía ver nada y me fui corriendo a cerrar las ventanas, pero para cuando llegué a la cocina ya había explotado el vidrio. Ni me acerqué, porque veía cómo volaban los cascotes adentro de la casa y le dije a las nenas que se queden en mi cuarto y no salgan. Ellas ya estaban asustadas llorando".
Hasta altas horas de la madrugada del lunes Tamara seguía ordenando restos de vidrios al interior del cuarto de sus nenas y la cocina, escombros de su terraza por un caño que le explotó a su vecino y agua que quedaba en su oficina.
"Empecé a sacar todo lo más rápido que me daba el cuerpo, el agua llegó a la impresora pero la dejé ahí. Cuando terminó la tormenta me quedé en shock unos cuantos minutos porque no entendía nada", describió.
Después del cimbronazo, salió en busca de auxilio: "Salí a la calle angustiada con los ojos llorosos y estaban los vecinos de la casa de abajo que luego vinieron a ayudarme, no sé que hubiera hecho sin ellos".
Sin salir del asombro, reflexionó en cómo "hace un rato estaba preparando la casa y ahora está todo destruido".
"En el cuarto de las nenas no llegué a tiempo a cerrar las persianas, porque vi que se estaba quebrando y tuve miedo de que explote y me fui", relató.
Tamara mostró a este medio cómo quedó su flamante vivienda del macrocentro, cerca del parque Boronat. Sobre la zona del lavadero debió improvisar un vidrio con un nylon a modo de toldo que las proteja, no solo de la tormenta, sino también del calor agobiante de esta última semana.
Los pocos minutos que duró la tormenta -cuatro fueron los más fuertes, según el Municipio- alcanzó para que al espacio de trabajo se le filtre agua y termine inundado. La oficina que montaba para trabajar con su pareja era de tonalidades cálidas y piso parquet y apenas llegó a equiparla con un escritorio, una potente computadora, un monitor y una silla. Pocas horas después terminó inundado.
El mismo domingo por la mañana se enorgullecía de estar terminando de acomodar la vivienda. "El viernes llegué a Bahía y no paré un segundo para poder mudarme, entre trámites y tener que entregar el otro departamento en modo flash, hoy por fin soy libre", publicaba en X.
Su llegada y "enamoramiento" por Bahía
Tamara comenzó a fantasear con su estadía en la ciudad desde 2017. La violencia que padecía de su ex pareja y sus intenciones de concretar un proyecto de enseñanza japonés en la UNS fueron sus dos grandes motivos que la volcaron a venir.
"No fue hasta el año 2021 cuando vinimos de vacaciones con mi pareja actual y las nenas y me enamoré de la ciudad, tanto que apenas volví a Buenos Aires dije Definitivamente es Bahía donde quiero irme. Inmediatamente preparé todo, busqué escuela para mis hijas y un alquiler y desde febrero de 2022 vivo acá".
Pero "en diciembre del año pasado, cercana a la fecha de vencimiento del contrato, no podía conseguir nada así que me tuve que volver a Buenos Aires, sin saber si había sido algo pasajero o definitivo".
Acostumbrada al caos porteño, Tamara vio en Bahía las dimensiones y condiciones exactas para vivir con su familia.
La mixtura de ambas condiciones cautivó a la familia: bocinas y siesta; recitales multitudinarios y juegos en la plaza. Desde entonces, la ciudad se transformó en el lugar donde Tamara quiere que su familia crezca. Y poco más de un mes más tarde, el 31 de enero, logró volver a la ciudad.
"De la ciudad estoy enamorada por su tranquilidad, su gente. Son estas vivencias la que hacen ver la solidaridad, siempre me ayudaron cuando tuve algún problema estando sola con las nenas", rescata.
"Pese al susto y las pérdidas por la tormenta, siempre me dieron una mano. Costará recuperar lo material, pero por lo menos las tres estamos bien", cerró.