Bahía Blanca | Domingo, 16 de noviembre

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Camarco alertó sobre las necesidades urgentes del sector

La Cámara Argentina de la Construcción publicó un informe en el marco de su  146º Consejo Federal. Preocupación por el déficit creciente en rutas, energía y puertos.

A través de su Consejo Federal, la Cámara Argentina de la Construcción alertó sobre la fuerte crisis que atraviesa el sector y señaló que la falta de inversión sostenida compromete el futuro productivo y social del país.

La cámara advirtió que la detención de la inversión pública en infraestructura genera pérdidas económicas, interrumpe servicios esenciales y afecta la competitividad nacional.

Además, el déficit creciente en rutas, energía y puertos aumenta el denominado “costo argentino” y limita el desarrollo regional.

El informe, presentado en Paraná en el marco del 146º Consejo Federal, agrega que la construcción privada también está paralizada, lo que profundiza el impacto en empleo y economía.

A su vez, se remarcó el papel central de la infraestructura social —viviendas, hospitales, escuelas, agua y saneamiento— para garantizar derechos y dinamizar la economía.

La entidad denunció que persisten contratos frenados y deudas estatales pendientes por obras ya ejecutadas.

Como respuesta a este escenario, la cámara propuso implementar un plan federal de trabajo con horizonte de veinte años.

El programa contempla la reactivación de obras avanzadas, reconocimiento de deudas, planificación de infraestructura estratégica, mecanismos mixtos de financiamiento, estímulo al desarrollo inmobiliario, créditos hipotecarios, transparencia en la gestión y promoción del empleo formal.

“Quieren ser parte de la solución y recuperar la infraestructura como herramienta de transformación y desarrollo”, reiteraron los constructores en el cierre del encuentro.

El sector, históricamente uno de los dinamizadores económicos y generadores de puestos de trabajo, profundizó sus dificultades en medio de un escenario donde la inversión estatal y privada siguió mostrando caídas pronunciadas.

En términos de volumen de obra ejecutada, la contracción de julio marcó uno de los datos más críticos del año. Las cifras disponibles exhiben una disminución respecto a los registros de igual mes del año anterior, replicando la tendencia contractiva iniciada varios meses atrás.

Los socios de la Cámara enfatizaron que la recesión pronosticada para el segundo semestre sumó obstáculos adicionales en las perspectivas de recuperación.

El Consejo Federal de CAMARCO, reunido para analizar la situación del sector, notificó públicamente la extensión de la paralización o ralentización de obra pública en la mayoría de las provincias.

Representantes de distintas jurisdicciones detallaron cómo proyectos de infraestructura nacional y provincial se detuvieron o sufrieron recortes sustanciales.

Esta realidad derivó en el freno efectivo de nuevos llamados licitatorios y en la suspensión de obras en curso, según indicó la propia entidad.

El comunicado del Consejo Federal subrayó con énfasis la persistencia de incumplimientos en los pagos del Estado Nacional y de gobiernos provinciales a las empresas constructoras.

Este fenómeno, considerado crítico por CAMARCO, impactó de manera directa sobre la solvencia financiera y la capacidad operativa de cientos de firmas, muchas de ellas pequeñas y medianas.

La demora en la liquidación de certificados ya ejecutados fue catalogada por la entidad como un factor desestabilizador, ya que afectó no sólo a compañías de gran porte sino que también condicionó la cadena de pagos y arrastró dificultades hacia proveedores y subcontratistas.

En su posicionamiento oficial, la Cámara Argentina de la Construcción recordó la urgencia de reactivar la inversión pública como motor para el desarrollo económico, al tiempo que solicitó canales de financiación accesible para capital de trabajo y una hoja de ruta concreta para saldar las obligaciones pendientes por parte de los gobiernos nacional y provinciales.

El texto del Consejo Federal remarcó: “Frente al deterioro constante de los indicadores sectoriales, demandamos la articulación de políticas urgentes para recomponer la cadena de pagos y asegurar la continuidad de las obras”.

La falta de flujo financiero impactó en otras variables. Según los datos internos de la Cámara, parte del universo de 4000 pymes que integran la entidad reportaron dificultades para cumplir con cargas sociales, sueldos y compromisos fiscales.

El acceso a líneas de crédito se volvió marginal, mientras que el costo del financiamiento privado registró subas que imposibilitaron su utilización para anticipar gastos o sostener el capital de trabajo.

Empresarios citaron como ejemplo que, aun en obras de menor porte, la distancia entre los certificados presentados y los desembolsos efectivos superó los 90 días corridos.

La recesión del sector repercutió también sobre los indicadores sociales. El desgranamiento del empleo formal y la reducción de turnos y equipos en obra arrastraron consecuencias en servicios indirectos, como transporte, provisión de insumos y logística vinculada a la construcción.

De acuerdo con lo expresado por CAMARCO en su gacetilla de prensa, la cadena de valor enfrenta una multiplicación de conflictos en la intermediación laboral, lo que se traduce en suspensiones, retiros anticipados y negociaciones de emergencia con sindicatos.

El deterioro en el acceso al crédito y la volatilidad de los precios constituyeron otros factores agravantes.

A la falta de financiamiento estatal, los empresarios sumaron la inestabilidad de costos básicos, tanto en mano de obra como en insumos sensibles para la continuidad de las obras.

En esa línea, la Cámara consignó que la mayoría de las empresas dejó de presentar ofertas en licitaciones ante la incertidumbre por la evolución de las variables macroeconómicas y la falta de ajuste en los pliegos presupuestarios.

La solicitud principal de CAMARCO apunta a que las autoridades nacionales y provinciales establezcan una respuesta rápida para sanear la cadena de pagos y diseñar mecanismos de actualización de precios para obras en ejecución.

Para la Cámara, la restauración de condiciones financieras y la reanudación de la obra pública resultan elementos imprescindibles para modificar la tendencia regresiva del sector.

El documento concluyó con una convocatoria a toda la cadena de valor para sostener el diálogo intersectorial y buscar acuerdos. Para la Cámara, “el objetivo fundamental es que la construcción recupere su papel estratégico como motor del desarrollo del país”.