Dunhill Links, el torneo donde el poder mundial juega al golf
Parte de los empresarios más importantes del mundo se mezclan con deportistas y otras celebridades en un torneo singular.
La pista de la antigua base del ejercito áereo británico en Leuchars al noroeste de St. Andrews está llena de jets privados a estas alturas del otoño. Casi se podría decir que en su totalidad pertenecen a los empresarios que estos días se han tomado la semana libre para responder a la invitación de uno de ellos, el sudafricano Johann Rupert, la segunda fortuna de su país gracias a su desempeño como presidente del grupo Richemond, que cobija entre otras firmas de lujo a Cartier, Panerai y Montblanc.
Desde hace 40 años, antes incluso de que una de sus propiedades sirviese como lugar de conversaciones entre De Klerk y Mandela para alcanzar la paz en su país, Rupert celebra cada año un gran torneo de golf. Hasta 2000 fue una especie de Mundial por países. Desde entonces se convirtió en un torneo con una doble clasificación. La regular como un torneo más a 'stroke play', suma de golpes, y otra en el que el profesional junto a un amateur forman equipo durante los cuatro días. Se rota por los campos de St. Andrews, Carnoustie y Kingsbarns y el domingo los que superan el corte juegan la ronda final en la cuna del golf.
La singular lista de golfistas en el condado de Fife la debería encabezar Yasir Al Rumayyan. Preside el Fondo Público de Arabia Saudí, la empresa que mueve el LIV Golf. También Aramco, la petrolera cuyo valor de mercado es 155.000 millones de dólares, la tercera empresa mundial tras Apple y Microsoft, a las que supera cuando el petróleo se vuelve loco. A partir de aquí, entre los 140 y tantos amateurs -sólo un español, Beltrán Gómez-Acebo-, cada jugador tiene una historia.
No hay una concentración de poder tan grande en una actividad deportiva. La lista de aficionados, aderezada con estrellas del deporte que traen los focos cada edición, como Van Basten o Lineker, en aquella primera edición de 2001, o la leyenda canadiense del hockey hielo Wayne Gretsky, el surfista Kelly Slater y el tenista local Andy Murray ahora, parece la lista Forbes. También las estrellas de Hollywood como Bill Murray, Michael Douglas -acompañado en Escocia de Catherine Zeta Jones- y Matthew Goode, y músicos como el cantante Ronan Keating, Mike Rutherford (Genesis) o el batería de Bon Jovi, Tico Torres, rematan el mosaico.
La singular lista de golfistas en el condado de Fife la debería encabezar Yasir Al Rumayyan. Preside el Fondo Público de Arabia Saudí, la empresa que mueve el LIV Golf. También Aramco, la petrolera cuyo valor de mercado es 155.000 millones de dólares, la tercera empresa mundial tras Apple y Microsoft, a las que supera cuando el petróleo se vuelve loco. A partir de aquí, entre los 140 y tantos amateurs -sólo un español, Beltrán Gómez-Acebo-, cada jugador tiene una historia.
Sus biografías darían para un tratado. El inglés Mark Madden mueve los negocios de Novak Djokovic; Michael Lund, el dueño de Pandora, las joyerías a bajo precio con mayor volumen mundial, cree que en el deporte "Hay mucha honestidad. No se triunfa si no se está dispuesto a esforzarse".
Está Allen Zhang, el creador de Wechat, la competencia en china de Whatsapp; Jerry Yang, el cofundador de Yahoo; Michael Bloomberg, el magnate de las comunicaciones y ex alcalde de Nueva York; Hansjorg Wyss, de 90 años, suizo filántropo de causas climáticas -ha donado más de 1.000 millones en su vida- y copropietario del Chelsea, y también Pawan Munjal, el presidente ejecutivo de Hero MotoCorp, una empresa india que fabrica seis millones de motos al año, cinco veces más que las que se montan en Europa.
Sus biografías darían para un tratado. El inglés Mark Madden mueve los negocios de Novak Djokovic; Michael Lund, el dueño de Pandora, las joyerías a bajo precio con mayor volumen mundial, cree que en el deporte "Hay mucha honestidad. No se triunfa si no se está dispuesto a esforzarse". Drew Fleming es el presidente de la Breeder's Cup, la reunión de caballos más importante de Estados Unidos, y presume de haber logrado dos hoyos en un golpe en su vida. Neal ElAtrache es una eminencia en cirugía ortopédica en el deporte, jefe de los servicios médicos de los Dodgers y los Rams en Los Ángeles y ha operado entre otros a Tom Brady.
Abudallah Al Naboodah es el presidente del fondo Phoenix Capital que compró el equipo de Dubai de básquetbol y Giuseppe Ciucci, un italiano que hizo fortuna con el aceite y el vino en Sudáfrica, adquirió en Londres en una subasta la llamada bandera de la democracia con las firmas de Mandela, De Klerk y Thebo Mbeki, vicepresidente con el gran dirigente africano, por 17.200 euros en 2010 para devolvérsela al gobierno del país.
Ernesto Bertarelli, que llegó a ser hándicap 4, fue el multimillonario suizo que consiguió con el Alinghi alterar el orden mundial ganando la America's Cup que defendió en Valencia en 2007; Abudallah Al Naboodah es el presidente del fondo Phoenix Capital que compró el equipo de Dubai de básquetbol y Giuseppe Ciucci, un italiano que hizo fortuna con el aceite y el vino en Sudáfrica, adquirió en Londres en una subasta la llamada bandera de la democracia con las firmas de Mandela, De Klerk y Thebo Mbeki, vicepresidente con el gran dirigente africano, por 17.200 euros en 2010 para devolvérsela al gobierno del país.
Dinero y su gran hobbie se mezclan en 18 hoyos durante tres días. Tan desprendidos como Gerry McManus, el hermano de J.P., propietario de una de las cuadras más afamadas del mundo, un entusiasta coleccionista de coches que entre su flota luce un Ferrari 250 GT Berlinetta que perteneció a Eric Clapton, otro que usa el golf como terapia de relajación. (Fuente: Marca).