Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

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Las denuncias terminaron demoliendo la campaña electoral

La columna semanal del corresponsal de La Nueva. en la capital de la provincia.

La coalición peronista bonaerense le regaló la agenda mediática a la tripulación de un barco libertario que navega en medio de fuertes turbulencias, pero no dejó ni un día de cuestionar con ferocidad al presidente Javier Milei, con la convicción de que la población mide cotidianamente la economía real cada vez que llega frente a una caja registradora y no mediante la llegada de algún salvataje financiero proveniente de las arcas estadounidenses que, quizá, pueda fortalecer la balanza política, financiera y electoral de la Casa Rosada. 

La estrategia del PJ y sus aliados se da dos semanas antes que el electorado bonaerense regrese a a las urnas -esta vez con el sistema de Boleta Única de Papel (BUP)- para dirimir quiénes serán los nuevos 35 diputados nacionales en representación de la provincia. 

Con discreta perseverancia, Fuerza Patria sobrevuela a distancia el tembladeral de noticias de impacto negativo que salpica a los libertarios en medio del escándalo de José Luis Espert, involucrado en una causa por presuntos vínculos con el narcotráfico, a la espera de dilucidar cómo impactará todo eso sobre un electorado que, ya en septiembre pasado, mostró su disgusto con el mileísmo. 

Al mismo tiempo, el caos de LLA le permite al Ejecutivo de calle 6 disimular un poco los conflictos internos de un peronismo que está parado sobre un campo minado de desencuentros e  insatisfacciones. 

La lentitud del economista liberal en bajar su candidatura legislativa -lo que también enterró su prematura aspiración por la Gobernación 2027- le puso un freno casi completo a la campaña violeta, que posiblemente sea funcional a los intereses electorales del armado de Fuerza Patria. 

“No resulta ilógico que el objetivo del mega show musical que protagonizó Milei días atrás haya sido para mantener su comportamiento transgresor después de los escándalos de corrupción, pero es probable que la opinión pública se termine disgustando con semejante imprudencia frente a una situación económica y social como la actual”, observan sobre las diagonales. 

Mientras tanto La Libertad Avanza busca cómo apuntalar su línea discursiva, explican legisladores bonaerenses, en medio de los intentos para posicionar a Diego Santilli como nueva cara visible de la boleta de la PBA. 

Por cuerda separada, el gobernador Axel Kicillof sabe que la idea de volver a intentar un pedido de endeudamiento por el equivalente a US$1.045 millones ante la Legislatura va perdiendo fuerza si no logra negociar de manera integral el Presupuesto y la ley Impositiva 2026, a los que habrá que incluir un plan de asistencia urgente para varios intendentes que están con el agua al cuello. 

En rigor, el oficialismo vinculado a La Cámpora -conjuntamente con sectores ligados al radicalismo y al PRO- pretenden que los emisarios gubernamentales se acerquen a negociar con una lapicera que sirva para anotar la posible cobertura de vacantes en la Corte y sillones en el directorio del Banco Provincia. 

Tampoco habría que descartar que dentro de la coalición oficialista se intente pactar eventualmente la caducidad a la ley que pone freno a las reelecciones indefinidas. Esa decisión política podría ser empujada ahora por los alcaldes peronistas que reportan a la estructura kicillofista después del despliegue que mostraron durante el triunfo en las legislativas de septiembre. 

Detrás de la indisimulada pulseada legislativa pudo advertirse como los renovadores de Sergio Massa parecen ubicarse más cerca de las acciones políticas de Kicillof que de La Cámpora, advierten sectores peronistas con poca voluntad hasta para colgar un pasacalle en algunos municipios en favor de la boleta que promovió la expresidenta Cristina Kirchner. 

“Si en octubre se achica la brecha electoral contra Milei, en medio de las denuncias que vienen impactando sobre el Gobierno nacional más la frustrada candidatura de Espert, será una suerte de factura cuyo consumidor final tiene que salir a nombre de la organización de Máximo Kirchner”, aseguran. 

En el mundillo político casi todos saben que, más temprano que tarde, comenzará la carrera por la sucesión gubernamental en la PBA, el distrito de mayor poder político en el país. Todavía quedan dos años de gestión pero es altamente probable que las distintas piezas del tablero peronista comiencen a fijar posicionamientos domésticos.

Parece estar más que en claro que ciertos actores con poder territorial que no se sienten contenidos ni por el núcleo duro del kirchnerismo ni por la mesa política del Gobernador -cuyos comensales son siempre los mismos-, esperan poder confluir en un proceso de reconstrucción partidaria sin depender exclusivamente de la centralidad política de CFK. 

En definitiva Kicillof necesita por ahora que el núcleo duro del cristinismo no entorpezca las herramientas de financiamiento que tiene a mano para sostener su gestión económica desde lo legislativo. Pero hasta el recambio parlamentario del 10 de diciembre sabe que tiene apenas un puñado de fieles y algunos aliados frente a una mayoría manipulada casi a control remoto por La Cámpora. 

El massismo legislativo fue punta de lanza con su pedido a la Justicia con competencia electoral para que se rechace una reimpresión masiva de boletas en la Provincia, algo que suplicaban apoderados libertarios, ya que eso no sólo implicaría un privilegio indebido, sino que además representaría un enorme gasto innecesario para el Estado -unos $15 mil millones, aproximadamente- contrario al principio de austeridad que inspiró la ley de BUP.