Después de Russo, ¿qué?: cómo sigue la vida futbolística de Boca
Tras el fallecimiento del entrenador el pasado miércoles, el mundo Xeneize intenta reponerse y observar con claridad el futuro.
Miguel Ángel Russo falleció el pasado miércoles en ejercicio de su cargo de entrenador de Boca, al que llegó a principios de junio a pedido de Juan Riquelme para capear con su experiencia la crisis futbolística que atravesaba el equipo.
El técnico, protagonista de una relación casi de padre e hijo con el presidente Xeneize, dejó su puesto en San Lorenzo e incluso puso en segundo plano la lucha que venía planteando con la enfermedad con la que convivía desde hacía unos ocho años.
A medida que pasó el tiempo su deterioro se fue evidenciando y, más allá de que Russo le presentó batalla hasta el final, en las últimas dos semanas ya no pudo retomar su actividad hasta que se produjo el previsible desenlace.
Tras la conmoción y la elaboración del duelo, en Boca será hora de comenzar a diseñar lo que vendrá ya sin Miguel como cabeza. Su ayudante Claudio Úbeda estuvo en el banco en la derrota con Defensa y Justicia en Florencio Varela y en la goleada 5-0 frente a Newell's en la Bombonera, pero habrá que ver si tiene fuerzas para continuar, al menos, por lo que resta del Torneo Clausura.
Los fuentes informativas indican que Riquelme se reunió con Úbeda para trazar panoramas pero con la idea de que se mantenga junto con Juvenal Rodríguez como cabeza del plantel para lo que viene en el certamen local. Ambos son parte del grupo del fallecido DT desde la experiencia en Al Nassr de Arabia Saudita y continuaron luego en Rosario Central y San Lorenzo.
En tren de comparaciones, cuando Diego Maradona murió siendo el técnico de Gimnasia, su ayudante de campo y pieza clave en el día a día, Sebastián Méndez, decidió presentar la renuncia y dar un paso al costado de forma inmediata. Al parecer ese no será el caso de Úbeda y Rodríguez.
Suspendido el choque con Barracas por la desaparición de Russo, el próximo compromiso de Boca será el sábado siguiente en la Bombonera contra Belgrano. Habrá que barajar y dar de nuevo y el Sifón tendrá la misión de comandar en lo futbolístico pero también de ser una guía emocional para un plantel golpeado por la dolorosa circunstancia. En el horizonte asoma el objetivo de ser campeón, además de lograr la clasificación para la Copa Libertadores 2026.