White Art decó, el estilo menos esperado
White se combina con la influencia de las obras ferroviarias realizadas por los ingleses, construcciones ladrilleras algunas, de chapa y prefabricadas otras y también hay espacio para el art decó.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Ingeniero White se impone en su arquitectura por dos maravillas: sus edificios de chapa y madera y sus edificios industriales. Son contadas con los dedos de una mano las localidades del país que por su geografía y emplazamiento ofrecen este tipo de construcciones.
En lo urbano, esas viviendas prefabricadas, de una simpleza completa, propias de un paisaje portuario y ferroviario conforman una propuesta que maravilla y cuyo potencial turístico es enorme.
Es habitual hablar del barrio de La Boca cuando se quiere dar una idea de qué tipo de arquitectura estamos hablando, más allá de que las viviendas de ese barrio porteño, que son un atractivo de carácter mundial, guardan diferencias formales con las de White. Pero se emparentan en los materiales utilizados, sus estructuras de hierro o madera y los cerramientos de chapa.
Son construcciones propias de las ciudades portuarias, un ejemplo que es Patrimonio de la Humanidad de esta tipología es Valparaiso, en Chile. En el caso de White se combina con la influencia de las obras ferroviarias realizadas por los ingleses, construcciones ladrilleras algunas, de chapa y prefabricadas otras y también el art decó.
Las formas propias
“Calles huérfanas de pavimento. En materia de edificación, impera(en White) la casilla de alfajía y latón-armado. Una que otra casa a base de mampostería. Las de aquel tipo, con corredor y baranda a la vía pública”. (Revista Fray Mocho, 1912)
Las casas whitenses no son coloridas como las de La Boca y tienen sus chapas con las canaletas de manera vertical. Esas viviendas de chapa y madera conforman un complejo urbanístico único en su tipo, que además invita a recorrer las calles de la localidad para ir descubriendo los distintos proyectos y propuestas, a cual más pintoresca y atractiva, incluso en el caso de estar algunos abandonados o en regular estado.
Con el paso del tiempo muchas de estas viviendas han sumado ampliaciones en ladrillo o piedra, pero igual aparecen como modelos de la identidad artística del lugar.
Lo que había
La idea de construir utilizando chapa, hierro y madera se relaciona con la disponibilidad de material disponible en el lugar. Eran accesibles la madera proveniente de Finlandia y las chapas que llegaban del Reino Unido, utilizadas tanto para el armado de buques como en la construcción de colonias ferroviarias, casillas y decenas de dependencias más.
Los materiales llegaban en barco ó en el ferrocarril que terminaba su recorrido en el muelle de hierro. Las casas así construidas eran además livianas, apropiadas para el suelo arcilloso e inundable de White, que dificultaba disponer de buenos cimientos.
Por otra parte, la mayoría se despegaban del suelo, conocedores los habitantes de las sudestadas que empujaban el agua inundando las calles. Por supuesto que más allá de ser pintorescas y seguir muchas de ellas habitadas, estas casillas tenían severas limitaciones a la hora de proteger de las bajas o altas temperaturas.
Su organización interior es muy simple, muchas de ellas con el trazado de las tradicionales casas chorizo que tanto desarrollo tuvieron en la ciudad para sacar provecho de los lotes de poco frente. Son viviendas que se recuestan sobre una medianera y las habitaciones se ubican una a continuación de otra, abiertas un patio lateral con una galería.
Visitar Ingeniero White es una invitación a reconocer esta propuesta arquitectónica. A admirar sus detalles constructivos, su madera trabajada, su aspecto industrial y portuario. Son obras de una belleza distinta, que se mide con otros parámetros, que se admira desde otro lugar, que se disfruta desde la historia, la identidad y el sentimiento.
Art decó
Sin embargo, no es el único estilo que se puede encontrar en la localidad. Inesperadamente se descubre la presencia de muchos edificios resueltos con líneas art decó, una propuesta de diseño que tuvo su auge en la década del 30, caracterizado por su geometría, la decoración abstracta basada en guardas, triángulos, remates escalonados, abanicos, bajorrelieves y flores circulares.
El art decó fue un signo de modernidad, asociado con la velocidad del automóvil y el ferrocarril, con formas aerodinámicas que sugerían movimiento y energía.
A esto sumó un toque de glamour al ser adoptado por casinos, boites, cines y hoteles de Miami, por los rascacielos de Nueva York y usado en el vestuario y la escenografía de películas de Hollywood.
White art decó es entonces una propuesta singular, variada y digna de ser conocida.