Querida Cancha 3: la familia del Albo se prepara para una gran noticia
La Comisión Directiva del Club Estudiantes convocó a una reunión, mañana a las 17.30, en su sede de Santa Fe 51, para presentar el Plan de Reconstrucción de este histórico espacio que se derrumbó con la tormenta del 16 de diciembre.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Mañana, a las 17.30, será un día clave para el Club Estudiantes ya que la Comisión Directiva ha citado al Estadio Osvaldo Casanova (Santa Fe 51) a importantes autoridades del ámbito público y privado y a la comunidad del Albo para brindar detalles sobre el proyecto de reconstrucción de la Cancha 3, ubicada sobre la primera cuadra de Ángel Brunel, la cual se derrumbó durante la tormenta del pasado 16 de diciembre.
El proyecto fue llevado a cabo por el arquitecto Juan Giovino, de manera ad-honorem desde su estudio Vagón Arquitectura, junto al arquitecto Juan Sebastián Olea, arquitecto Manuel Morón y con la colaboración de Julieta Allende, estudiante de la UNS. Tanto Giovino como Gil estarán a cargo de la presentación.
La Comisión contempla la presencia de profesionales de la ciudad, autoridades locales y de índole provincial cuyo apoyo fue vital para seguir adelante así como autoridades de Pampa Energía, firma que comprometió aportes económicos para financiar, en principio, una parte de la obra prevista.
Poder realizar esta obra es algo muy significativo para el club -y también para la ciudad- ya que el día en que el temporal destrozó por completo este sector histórico la familia alba sintió que aquel enorme hueco lleno de escombros se llevaba mucho más que una estructura. Le robaba parte de su historia y arrasaba con las ilusiones de cientos de niños y jóvenes que veían en ese edificio no solo oportunidades deportivas -y un lugar donde hacer amigos y aprender valores- sino su segundo hogar.
Sin embargo, lo que el tornado no pudo llevarse fue el espíritu de lucha de quienes, desde ese momento, no dejaron de soñar con su reconstrucción y buscaron la forma de hacerla realidad, algo que con los recursos de un club de barrio parecía misión imposible.
“Para el Club y la comunidad, el destrozo de la Cancha 3 fue un golpe emocional muy duro. Desde ver a los chicos llorando cuando se acercaban por primera vez a su cancha desaparecida, hasta los socios veteranos con lágrimas en los ojos recordando sus vivencias en ese espacio”, comentó Federico Hiebaun, presidente de la Comisión Directiva.
“A nivel dirigencial lo que ocurrió fue devastador. No sólo fue la destrucción de la cancha 3, sino la cantidad de problemas que eso generaba al resto de las instalaciones, como la luz y el agua que venían de ese sector. En unos segundos, el Club que amamos desapareció, y nos quedó un Club muy disminuido en espacios, frágil, desolado”, explicó Hiebaun, recordando los momentos posteriores a la tormenta.
El proyecto que será presentado apunta no solo a volver a poner de pie la mítica Cancha 3 sino a mejorar las instalaciones y dar un reordenamiento integral que permita dinamizar y mejorar la funcionalidad de sus espacios.
Se llevará a cabo en etapas y contempla la creación de un complejo deportivo con áreas de alojamiento para delegaciones deportivas y una nueva fachada con sorprendentes vistas. Un diseño que busca cambiar el rostro del club y dar otra impronta a este sector urbano.
Allí en la Cancha 3, hasta el momento de la tormenta, se practicaban distintas disciplinas y se daba cobijo a la actividad deportiva de escuelas secundarias.
--¿Cómo fue el proceso de recuperación desde el punto de vista emocional y organizativo tras el temporal?
Federico Hiebaun --"Luego de pasar por ese momento, días en realidad de estupor, de no dormir nada durante la noche pensando en lo que hubiera pasado si no se hubiera suspendido el evento que estaba previsto fue tal el cansancio y la adrenalina que quedamos destrozados, casi diría anestesiados, nos mirábamos y no entendíamos nada.
Hasta que el lunes decidimos llamar a todos los allegados del Club para contarles la real situación de la institución pos temporal e intentar comenzar a trabajar todos en conjunto para que lo que quedó volviera rápido a estar disponible.
Debíamos, y nos lo decíamos, tratar de que el Club volviera a recibir a las actividades lo antes posible. Eso, más el "milagro" de la aparición de la Fundación de Pampa Energía apenas unos días después de la catástrofe, asegurándonos que no estábamos solos en esto, que la intendencia mas la Fundación nos ayudarían a volver a reconstruirlo.
Para la familia alba, la reconstrucción simboliza un renacer y pondría en relevancia lo que es posible lograr con el esfuerzo articulado del sector público y privado.
La esperanza sigue viva y está acompañada de muchas voluntades. Ojalá sean muchas más las que sigan apoyando al club para que más allá de la adversidad -y que pudo ser una tragedia, aunque no hubo que lamentar heridos-- se viva también como una gran oportunidad y un enorme impulso. Para que en nuestra ciudad, a nuestros jóvenes --y no tan jóvenes--, ninguna tormenta, le arrebate los sueños.