Los detalles de una belleza art decó
Diseñada en estilo art decó, la vivienda se impone hasta hoy en el paisaje de la cuadra.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 91 años, en octubre de 1934, este diario dio cuenta de la construcción de un edificio de renta en calle Fitz Roy 41, resuelto con modernas y atractivas líneas art decó.
Poco a poco el paisaje urbano de la ciudad se enriquecía con nuevas obras, cuyos hacedores ponían especial atención en cuestiones estéticas, generando un espíritu renovador, según deja constancia un comentario de época.
“Periódicamente consignamos construcciones que significan una saludable espíritu de adelanto y contribuyen a cambiar la faz estética de Bahía Blanca, llevándola a la categoría de ciudad moderna, poblada de edificios que junto a su suntuosidad reúnen indiscutibles condiciones de elegancia”.
Para graficar esa situación se daba a conocer el edificio del vecino Constantino Boedo, que había hecho construir en calle Fitz Roy 41-45, dotado de todo cuanto necesitaban los departamentos más requeridos.
La obra fue diseñada por el arquitecto Herminio Manfrín, que con su propuesta art decó –estilo en auge en el mundo en esa época—“quebraba la uniformidad del panorama edilicio”.
De líneas geométricas, decoración abstracta y gran énfasis en la verticalidad, la vivienda fue presentada coma “amplio, llena de luz y sol y bien dispuesta para la ventilación”.
Los departamentos eran independientes, con patios y pequeños jardines además de una terraza. Los materiales de primera calidad fueron provistos por firmas locales, por caso Montalban, Hardcastle, Casa Antonietti, Descours y Cabaud y Antonio Grillo, entre otros.
El art decó comenzaba a tener un desarrollo importante en la ciudad, una estética sinónimo de modernidad y glamour, estilo nacido en París y adoptado por Miami para sus hoteles, casino y boite, por Hollywood para la estética de sus películas y por Nueva York para sus más emblemáticos rascacielos. Bahía Blanca no quiso ser menos y, por un milagro urbano, la vivienda todavía luces sus formas.