Se vienen cambios en el balneario Maldonado
La modificación principal se relaciona con nivelar la profundidad de la pileta principal, de modo que tenga 1,20 metros en toda su superficie.
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Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Con una inversión estimada en 380 millones de pesos, la municipalidad llamó a licitación para realizar obras de mejoramiento en el tradicional balneario Maldonado, buscando, a partir de las mismas, “mejorar las condiciones de seguridad y confort” de los vecinos que cada año concurren al lugar.
La inquietud de la obra surgió del propio intendente municipal Federico Susbielles, mientras que los recursos necesarios para llevarla adelante serán aportados por el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, en el marco de un convenio firmado con la comuna para intervenir en todo ese sector costero.
Básicamente la modificación principal se relaciona con nivelar la profundidad de la pileta principal, de modo que tenga 1,20 metros en toda su superficie. Hoy esa medida es variable, llegando a 2 metros en los sectores más hondos.
Además de mejorar la seguridad del balneario, el nuevo diseño, según detalla el pliego de la obra, permitirá disponer de una mayor superficie de uso, demandará menos tiempo de llenado y exigirá una cantidad menor de productos para el mantenimiento del agua, es decir que la modificación significará una baja en el costo integral del cuidado.
Los detalles
Como primer paso para concretar la remodelación se construirá un camino que permita el ingreso de las máquinas a esa zona, el cual incluirá un conjunto de caños de hormigón destinados al drenaje del agua y asegurar su transitabilidad incluso en días de lluvia. Terminados los trabajos el camino quedará como un recurso de emergencia.
Para esta obra se construirá un terraplén de diez metros de ancho con la mencionada cañería en los sectores que queden confinados.
Se procederá luego a realizar un primer relleno utilizando suelo seleccionado y sobre el mismo se colocará una membrana geotextil que cubrirá 6.500 metros cuadrados.
Sobre ese recubrimiento se colocará un segundo relleno con material formado por cascote de ladrillo, piedra y hormigón, además de escombros de yeso, plásticos y material orgánico. En el centro se dejará una depresión lineal, con pendiente hacia la compuerta, que servirá como desagüe
Finalmente se procederá a la realización de un relleno con hormigón y la colocación de una segunda membrana geotextil, esta vez con un desarrollo de 8 mil metros cuadrados. Como último paso se dispondrá una capa de piedra binder, caracterizada por ser piezas de pequeño tamaño.
La licitación de la obra tuvo fecha de apertura el pasado jueves 22 de agosto y tiene un plazo de ejecución de 90 días corridos, con lo cual debería estar en marcha el mes próximo para que esté terminada para el habitual inicio de la temporada 2024-2025.
La historia
El Maldonado es el balneario tradicional de la ciudad, el único que ha sobrevivido en el tiempo, construido sobre una franja de terreno recostada sobre el estuario. Hay referencias de su uso desde fines del siglo XIX, construido y administrado por particulares.
Era el único balneario que brindaba la posibilidad de tomar baños de mar sin depender de las mareas, ya que contaba con compuertas que permitían el llenado del piletón. Esto lo diferenciaba de los balnearios vecinos –como el Colón o la playita de Puerto Galván—que disponían de agua en los horarios de marea alta, al punto que el servicio de trenes locales que conducía a esas instalaciones era conocido como “el tren de la marea”.
En 1896 el lugar operaba bajo el nombre de “Establecimiento Balneario” e iniciaba su temporada los primeros días de noviembre. Los bañistas contaban con cuartos para cambiarse además de un servicio de restaurante y confitería. El administrador establecía una tarifa por baño y se podía también adquirir un abono económico por 20 baños.
El precio establecido era de un peso por baño, en caso de necesitar también ropa adecuada, o de 60 centavos si no se la pedía. El ajuar para las mujeres consistía en un traje a la marinera o batón de goma impermeable, zapatillas, una sábana y una toalla. En el caso de los caballeros, se les ofrecía calzoncillos, zapatillas, toalla y sábana.
El balneario fue expropiado por el estado provincial en 1949, bajo cuya órbita estuvo hasta 1969, en que pasó a manos de la administración municipal. En 2004, gobierno de Rodolfo Lopes, fueron demolidas las 240 casillas que bordeaban la pileta, siendo reemplazadas por carpas.
La temporada 2010-2011 fue la primera en que la pileta utilizó agua dulce proveniente de una perforación realizada a 250 metros de profundidad. La decisión se tomó luego de verificar que los análisis del agua de mar utilizada indicaban un alto grado de contaminación.
Este año el intendente Federico Susbielles manifestó su idea de convertir al balneario en un Parque Acuático. Por otra parte, el titular del Instituto del Deporte, Gustavo Lari, planteó la idea de que potenciar su actividad todo el año, optimizando el camping y construyendo canchas de fútbol.