Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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El museo de Ingeniero White vuelve a navegar por la memoria y la historia

“La Nueva Lucía” reemplazó a “Águila Blanca” que, durante años, ocupó un lugar destacado de la institución. La embarcación había pertenecido a la familia Espósito, primero, y Caserma, después.

Mabel Lidia Marinissen, mujer de Domingo Caserma, junto a “La Nueva Lucía”. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

El último sábado 16 de marzo la lancha pesquera “La Nueva Lucía” recorrió las últimas cinco cuadras que la separaban del Museo del Puerto de Ingeniero White para ocupar un lugar destacado en el patio de esa institución, reemplazando al “Águila Blanca” que, durante años, ocupó ese lugar.

Pero fueron más de cinco cuadras. “Como pasa en el mar, los caminos que se transitan en un museo, en una comunidad, arriba de una lancha, nunca son lineales ni sencillos”, según señalan desde el museo, en referencia a un viaje que empezó más atrás en el tiempo y en la distancia.

En 1987 el patio del museo comenzó a exhibir una lancha pesquera, colorida, de escala adecuada para el sitio, símbolo de una actividad emblemática de la localidad.

“Águila Blanca”, tal su nombre, se instaló gracias al trabajo entre el municipio y los vecinos Olga y Atilio Aversano, sus propietarios.

Los últimos días de Águila Blanca

Con su característico color amarillo, fue una manera de evocar los inicios del puerto y de su gente: “Madera calafateada a mano, redes tejidas en la vereda, familias llegadas desde Italia para trabajar y vivir, con la experiencia de atravesar en una cáscara de nuez la marejada”, resumen desde el museo.

Con el tiempo la lancha fue sucumbiendo a la acción climática y alguna acción vandálica. Su evidente estado llevó al museo a convocar a la comunidad para pensar qué acciones llevar adelante frente a ese deterioro.

Fue en esa búsqueda que el vecino Enrique Russo, mecánico y pescador, propuso reemplazarla por otra embarcación, “La Nueva Lucía”, buque que había pertenecido a la familia Espósito, primero, y Caserma, después. De inmediato se empezó a trabajar de manera conjunta la delegación municipal, el Consorcio de Gestión del Puerto, fomentistas, instituciones, pescadores y carpinteros.

El primer paso fue poner a resguardo los restos del “Águila Blanca” para ser utilizada con fines educativos. Luego comenzó la construcción de una cuna para colocar la nueva embarcación y, finalmente, su traslado y emplazamiento.

Puesta a nuevo

A “La Nueva Lucila” había que ponerla en valor.

La Cooperativa de Villa Rosas comenzó por su limpieza y el carpintero Néstor Larracoechea, uno de los últimos expertos es ese oficio, se encargó de la reparación de la cubierta y la cabina, además de plastificar, masillar y pintar la embarcación.

“Como en la pesca artesanal, una lancha no se mueve en soledad, sino entre muchas voluntades”, dijo.

La Nueva Lucía fue construida en 1934 por el carpintero de rivera Rómulo Cerri. Perteneció a Andrés Espósito, inmigrante de Ponza, Italia, y lleva el nombre de Lucía Vitelli, mujer de Rómula y una de las vecinas que participó en la llegada de la imagen de San Silverio a Ingeniero White.

La lancha es una referente de la historia de la pesca artesanal, construida en el puerto y que navegó durante más de 80 años. Fue utilizada en época del cazón en Bahía San Blas y una de las primeras a motor.

Silverio Espósito, hijo de su constructor, recordó que apenas terminada de construirse, en 1934, la pusieron sobre ruedas y la pasaron por el puente La Niña.

“El tractor que se usó no tenía mucha fuerza y lo tiraban con una guía. Del puente la bajaron a un zanjón, cuando vino la marea grande la llevaron al canal y así empezó a trabajar", recordó.

En 2009, tras casi 80 años de uso, fue habilitada a pernoctar en Riacho Azul. Allí se hundió, siendo luego reflotada y recuperada en la zona de reparaciones de Puerto Piojo.

La lancha y el museo

“La importancia de la embarcación en el museo tiene que ver con recuperar una historia ligada a la práctica de la pesca: desde la experiencia de familias llegadas de Italia para trabajar y vivir en White, pasando por carpinteros, cocineros de pescado, tejedores de redes, peladoras de camarón, por sus saberes y sus luchas”.

Una belleza de diseño para La Nueva Lucía

Quien detalla esa situación es Lucía Bianco, directora del Museo del Puerto que, además, relaciona esa embarcación con otras historias.

“Canzonettas hechas rock, el aroma de salsa de pescado en las veredas. Se trata de un complejo cultural que alcanza a la comunidad hasta el presente, cuando la pesca artesanal está en uno de los peores momentos”, detalla.

Por eso también “La Nueva Lucía” es una señal contra el olvido, un recuerdo de la pesca que sostuvo la vida de muchas familias.

“Tiene un valor simbólico irremplazable”, agrega.

“Su instalación implicó, además, el inicio de actividades y eventos: la puesta a punto de la lancha, el plastificado y su pintura de rojo y amarillo. También evocar la historia de “Águila Blanca”, talleres de hacer lanchitas en miniatura, entrevistas y recopilación de documentos en torno a la pesca artesanal de Ingeniero White”, dice.

Bianco señala que “La Nueva Lucía” estará cuidada por los propios vecinos.

“Este es un museo construido y sostenido desde el municipio en articulación con la comunidad. No solemos sufrir vandalismo, sino más bien tenemos personas que se acercan ofreciendo su ayuda y cuidando el espacio”, indica.

Para la lancha, más expuesta, se ha diseñado una cuna que la eleva para evitar que se suba a ella en razón de los riesgos que eso supone. Esto no descarta la utilización de escaleras removibles para la realización de actividades puntuales en la embarcación.

Palabra de propietario

La nueva lancha del museo fue de Domingo y Francisco Caserma. Navegó hasta 2011 y tenía entre 6 y 7 tripulantes. Pescaban camarones, langostinos y, en su mayor parte, variado. Fue una de las embarcaciónes con permiso para pescar en Riacho Azul hasta que hicieron la reserva y ya nadie mas pescó en esa zona donde se obtenía gran cantidad de langostinos y camarones.

La Nueva Lucía en aguas del puerto.

Tiene 16,12 de eslora; 3,80 metros de manga y 1,50 de puntal. Se inscribió originalmente  en la Matricula Nacional el 10/07/1935, bajo el número 2832 y en 2000 se reincribió bajo el número 01894