Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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Milei no leyó a Robespierre

"A la monarquía francesa la sucedió la Revolución Francesa, que al día de hoy tiene muchos fantoches que dicen inspirarse en ella, de modo que me pareció oportuno traer algunas citas de sus más encumbrados jefes."

   Para Vélez Sarsfield, el de propiedad es un derecho cuyo titular puede incluso degradarlo. Era la concepción liberal. Hasta que surgieron las encíclicas proclamando la función social de la propiedad: "poseersela en privado, disfrutarla en común". Antesala de la justicia social. Pero resulta que aparece un fantoche -según las profecías de Parravicini hace mas de setenta años- con ribetes monárquicos y, como topo que viene -“elegido de carambola”- a implosionar al Estado desde adentro. Eso sí: esgrimiendo las doctrinas liberales de Alberdi antes de su retractación en su obra postuma Peregrinación a la luz del día.

   Ya a la monarquía francesa la sucedió la Revolución Francesa, que al día de hoy tiene muchos fantoches que dicen inspirarse en ella, de modo que me pareció oportuno traer algunas citas de sus más encumbrados jefes.

   Para los republicanos de 1789-93 -ver la Declaración de los Derechos del Hombre, Art- 7-, “el derecho de propiedad está limitado por los derechos del otro” (no por la propiedad del otro) (...) No es un derecho primario sino secundario (...) No puede perjudicar los derechos del prójimo, cuyo principal derecho es el de la conservación”. Concluyendo: "la sociedad está obligada a proveer a la subsistencia de todos sus miembros, sea procurándoles trabajo o garantizándoles medios de subsistencia a quienes no están en condiciones de trabajar” (como la mitad de la población argentina bajo niveles de pobreza; 250.000 pymes cerradas; 50.000 millones de dólares “tirados a la marchanta como manteca al techo, y una deuda del primer año de Milei, de casi 92000 millones de dólares”). 

   Agregando: "La ayuda indispensable a quien carece de lo necesario es una deuda de quien posee lo superfluo: a la ley corresponde establecer de qué manera debe pagarse esta deuda” (Arts. 10 y 11). "Cuando se violan los derechos del pueblo, para el pueblo y para cada porción del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes” (Art. 9); “Quien oprime a una nación, se declara enemigo de todas” (Art. 36) y “Los que ejecutan esas políticas -injerencismo y anulación del derecho a la autodeterminación de los pueblos- deben ser perseguidos por todos como asesinos y bandoleros rebeldes” (Art. 37). 

   Firman Mirabeau y Robespierre. Eso es republicanismo. Lejos del “anarcocapitalismo” de cotillón que "resiste" aquí. Los mismos que se reían del Papa en el 2000 (“perdonar las deudas del tercer mundo”) y de la “fratelli tutti” para los que “tienen hambre de cercanía”, engrosando la fila de los "exiliados” del festín de los corruptos.