Monte, pentacampeón: “La motivación está en la camiseta y cuando nos miramos el escudo”
La capitana Carola Dichiara repasó la magnífica temporada de su Atlético: “Es una locura, cerramos un año excelente”.
(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)
Una tarde del verano del 2022 Carola Dichiara se colapsó.
"Arranqué la pretemporada que no sabía para dónde salir, me la pasaba llorando", contó tiempo atrás.
Es que durante aquella preparación veía que el plantel de su Atlético Monte Hermoso perdía algunas piezas clave y desde su rol de joven experimentada cargaba con la presión de mantener al albirrojo en lo más alto, mientras se acumulaban tres años sin festejos a nivel local.
Ahora, apenas un par de años después de aquel día, Carola disfruta de ser la capitana del club de su vida y acaba de celebrar con sus compañeras el quinto título consecutivo en el marco de la Asociación Bahiense de Hockey.
"Es el deporte mismo. Literal es así. Un año podes estar así, media colapsada, pensando que no va a salir nada y después ganar todo, como sucedió. Creo que son momentos, lo importante es pasarlo. Siempre hay malas, en todo, hay que disfrutar de las buenas y entender que una siempre deja todo e intenta dar lo mejor. Cuando las cosas no se dan, hay que bancar y ahora hay que disfrutar a pleno", resumió Caro, quien ya es toda una referente del plantel y de la disciplina en la ABH, pese a sus cortos 25 años.
El albirrojo venció el último fin de semana a Pacífico "A" y cerró un año -otro más- soñado.
El triunfo ante el Verde por 2-0 en el balneario lo consagró campeón invicto del Torneo Clausura en la Copa de Oro y también hizo que quedara en Monte la Copa ABH, porque ya había ganado el Apertura ante el mismo rival.
Como si todo eso fuera poco, el broche de oro para la temporada lo consiguió al ser campeón de la Fase 1 de la Súper Liga, lo que lo clasificó al Súper 8, competencia que reúne a los mejores elencos del país y donde terminó en la quinta colocación. Ah, tampoco perdió ningún partido en ambos torneos.
De lujo.
"Estoy súper contenta, me hizo un clic estos días y fui cayendo. De verdad una no se pone a pensar lo logrado, pero es un montón y ser pentacampeonas es una locura y más para cerrar el año excelente que tuvimos", reconoció Carola.
El reciente Clausura, Monte se lo adjudicó sin perder: se impuso en los 12 partidos de la fase regular (marcó 46 goles y recibió 5) y en los dos juegos del playoffs (hizo cinco tantos y no le hicieron ninguno).
En total, fueron 14 éxitos en fila, anotando 51 goles y recibiendo sólo cinco.
En el Apertura, en tanto, ganó la fase regular con un récord de 5 triunfos y un empate (16 goles a favor y 3 en su arco) y en los cruces perdió la semifinal ante Pacífico (3-2 en Monte).
Luego, se impuso en la final extra por penales (3-2) tras empatar 2-2 en el tiempo regular.
"Fue un año súper cargado, pero súper positivo. Estuvimos muy bien como grupo y como equipo, creo que fuimos de menor a mayor", resumió la capitana.
Este 2024 comenzó cargado de emociones y de buenas noticias para el albirrojo, con los regresos de tres hijas pródigas de Monte Hermoso.
Al retorno de la histórica Giselle "Yiyo" Juárez, se le sumaron Bárbara Dichiara (venía de ser campeona de Torneo Metropolitano con San Fernando y era parte del Las Leonas que luchaban por un lugar en París 2024) y María Emilia Larsen (doble subcampeona mundial juvenil con Las Leoncitas).
"Al principio se nos hizo un poco difícil encontrarnos, pero creo que después de la Liga Monte no paró. Fuimos superiores a todos los equipos de la ABH y tuvimos un ritmo de juego que nos ayudó un montón", reconoció Carola.
El regreso de semejantes nombres, más la excelente base del equipo tricampeón hicieron que Monte se transformara inevitablemente en candidato a todo.
-También era parte de un proceso normal que el equipo se fuera encontrando, ¿lo entendían así?
-Olvidate, es re normal y un poco una cuestión psicológica de que no podíamos fallar, no podíamos chocar la Ferrari. Teníamos un equipazo y había una presión de demostrar eso, además de que cada una tiene sus presiones individuales, que te llevan a enloquecer un poquito. Pero creo que fuimos super inteligentes y lo pudimos sacar adelante.
-¿Sentis que hubo un momento de quiebre puntual en ese sentido?
-Para mí, en La Liga. Fue un antes y un después este año, jugamos una barbaridad. Creo a partir de ahí tuvimos mucha confianza, no es por desmerecer a nadie, pero teníamos una confianza plena en nosotras en cada una de nuestras compañeras y en el equipo. Sabíamos que íbamos a ganar, lo mismo en la final, íbamos convencidas a lo que íbamos y sabíamos que de alguna manera lo íbamos a ganar.
Otro momento clave por el que pasaron las dirigidas por Ricardo Mora fue en el cierre del Torneo Apertura, cuando perdieron el único partido de la temporada y sufrieron la lesión de Bárbara Dichiara.
La final extra a los pocos días y ya sin Barbi, las obligó a reponerse rápido y lo hicieron festejando el título en cancha de Universitario.
"La verdad que sí, ese fue otro momento importante. En estos días pensaba y ni me acordaba que habíamos jugado en Bahía, pensé que había sido acá en Monte. Nosotras queríamos definir un título en casa, más allá de aquel que habíamos ganado con Sportiva (en 2023). Tenemos una psicóloga deportiva y con ella nos pusimos como objetivo terminar el 23 de noviembre jugando la final en casa. Ese fue nuestro último objetivo como equipo.
-¿Qué te dejó el Súper 8, donde hicieron un papel impresionante también?
-Lo vivimos a pleno, nos quedamos con la espina clavada del empate contra Italiano que nos metíamos en smis. Fue un torneo espectacular. Si bien no era la primera vez que Monte estaba ahí, habían pasado muchos años y para este equipo joven era algo nuevo. La única que repetía era Yiyo, para nosotras fue una experiencia nueva y una locura.
-¿Cómo fue jugar este año con Yiyo, que me imagino la tenías un poco de referente cuando eras chica?
-Sí, una idola total. Yo siempre le digo, mi relación más toxica cuando era chica fue con Yiyo. Cuando nosotros éramos chicas y jugaba la Primera, cuando terminaba el partido nos metíamos a la cancha a agarrar los palos de las jugadoras y ella sabía que me tenía que esperar a mí porque sino se le armaba. Nos peleabamos, no sabes lo que era. La verdad que es una locura para todas. Yo lo veo con las más chicas, ella es entrenadora de la Séptima, y tiene algo especial: las chicas se le pegan. Es muy carismática, muy profe, muy del club. Pasaron muchos años y anhelé mucho esto, si había algo que quería era jugar con Yiyo y con mi hermana. Con Barbi duró poco por la lesión, pero esperemos que el año que viene sea más largo.
Su lugar en el mundo
Entre muchas de las cosas que hicieron colapsar a Carola aquel verano de 2022, también se encontraba la situación de que Monte se encontraba remodelando su cancha y eso hacía que tuvieran que entrenar en las instalaciones de Independiente de Coronel Dorrego, lo que significaba todo un movimiento logístico distinto.
Este presente es totalmente distinto, encuentra a Monte disfrutando de la lujosa cancha de agua y dónde ya dio dos vueltas olímpicas con la Primera y otras tantas con las formativas.
-¿Qué tiene de especial jugar de local?
-Y todos quieren jugar de local, estás con los tuyos, nosotros tenemos mucha gente que nos acompaña, toda la gente que trabaja en la cancha. Nosotras, además, estamos muy acostumbradas a jugar acá, nos beneficiaba un montón y lo que queríamos lograr.
-¿Sentís que la cancha de agua les hizo dar un paso adelante en cuanto al juego?
-Sí, un montón. Nosotras crecimos un montón y tuvimos mucha dinámica en el juego, a pesar de que somos un equipo que tiene eso incorporado, por el tipo de jugadoras que tenemos, pero creo que la cancha de agua te da una velocidad que no te da otra cancha. Por más de que tengamos jugadoras que de contra vuelan, la cancha es muy importante, los pases van rápido y no hay nada que te quite tiempo. Creo que sí, la cancha influyó enormemente en el ritmo de juego.
-¿Cómo te llevas con el rol de capitana?
-Re bien, súper contenta. Ser la capitana ni me pesa ni lo veo como "ser la capitana", soy como una jugadora más, que se encarga de otras cosas, pero mis compañeras me lo hacen muy fácil. No creo que por ser la capitana sos algo importante, me considero una más y siempre voy a estar para lo que sea, siendo la capitana o no. Obviamente que estoy orgullosa de ser la capitana de mi club y me encanta, pero voy a hacer lo mismo sea o no lo sea. No por ser la capitana hago cosas extras o demás, la pasión que tengo por mi club me tira mucho más que ser la capitana.
-¿Dónde siguen encontrando la motivación después de haber ganado tanto?
-En la camiseta, siempre digo que nos motivamos en las arengas cuando nos miramos a los ojos y miramos el escudo, siento como que tenemos un plus que nos lo da llevar la camiseta de Monte. Somos súper pasionales, hay algunas que lo demuestran mas, pero todas nos llevamos por eso.
-Como siempre, volvieron a festejar con los bomberos, en el mar, de todo un poco...
-Eso no puede faltar, aunque no sea acá el partido ellos nos esperan cuando llegamos para festejar. Es algo hermoso, la gente te aplaude, te apoya, se alegran por nosotras, siempre nos apoyan un montón.
-Imagino que ahí, en esa conexión, también encuentran esa motivación.
-Por supuesto, somos una ciudad e 10 mil habitantes, no tenemos muchas chicas en el club, hay mucha garra y corazón. El apoyo es porque jugamos por la camiseta, que dejamos todo y eso nos enorgullece un montón.