Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Ruptura y polémica en el bloque de La Libertad Avanza bahiense

Las diferencias locales en el espacio político que a nivel nacional conduce Javier Milei llevaron a dos de los cuatro concejales a pedir la conformación de un nuevo espacio político.

La Libertad Avanza de Bahía Blanca atraviesa por estas horas diferencias internas que parecen irreconciliables y dos de los cuatro concejales electos el pasado 22 de octubre pidieron de manera formal romper ese bloque y conformar uno nuevo llamado La Libertad Avanza Bahía.

Se trata de Mauro Reyes y de Vanina Linzuain, quienes pretenden alejarse de los otros dos ediles electos por esa fuerza, la ahora presidente del legislativo, Marité Gonard y Carlos Alonso.

Las diferencias entre los ediles libertarios comenzaron mucho antes de la primera sesión del legislativo, el pasado 11 de diciembre, cuando Reyes y Linzuain, que responden al excandidato a intendente Oscar Liberman, pretendían que la presidencia del legislativo quede en manos de Unión por la Patria por haber ganado la elección, mientras que Gonard y Alonso buscaron un acuerdo con Juntos para impedirlo, el cual se concretó y coronó a Gonard como la máxima autoridad de Sarmiento 12.

Días antes, una foto de Liberman con el intendente electo Federico Susbielles había generado malestar y fuertes cruces en un grupo de Whatsapp.

Lo cierto es que desde entonces, en cada reunión previa a las sesiones, Reyes y Alonso asistían juntos a las denominadas reuniones de labor que se hacen de manera previa a la sesión y en las cuales se "cocinan" los acuerdos entre los espacios sobre los temas a tratar. De ese encuentro solo participan los presidentes de cada bloque.

Alonso y Gonard. Detrás, Reyes y Linzuain.

Sin embargo eso cambió en las últimas semanas: los escindidos aseguran que Gonard eligió como presidente de ese espacio político a su colega Alonso, tercero en la lista que encabezó Liberman,  y Reyes y Linzuain aseguraron que la decisión no podía ser unilateral, que debía ser nula y que le correspondía al primer candidato de la lista, es decir, a Reyes. Ambos se molestaron mucho más cuando se designó a un secretario de bloque elegido sin el consenso de los 4 integrantes.

Del lado de Alonso y Gonard aseguran que la decisión sobre la presidencia se tomó con el acuerdo de todos los integrantes libertarios e incluso se sumó a consejeros escolares para definir la elección. En cuanto al secretario de bloque, sostienen que la elección se realizó por ser el quinto concejal de la lista y por mayoría de los integrantes de ese espacio.

Lo cierto es que los ediles que responden a Oscar Liberman solicitaron ante la presidencia y mediante una nota, la conformación de un nuevo bloque y la asignación de una oficina y un secretario legislativo para poder trabajar. La respuesta de Gonard fue que el reglamento interno, en su artículo 23 bis, asegura que los concejales escindidos de un bloque no pueden ser considerados bloques políticos.

"Los concejales escindidos de su bloque político y los agrupamientos de ellos que no respondan a una lista de candidatos legitimada por comicios, no serán considerados bloques políticos en los términos de este reglamento", fue la respuesta textual.

El intercambio de notas continuó en los últimos días. Reyes y Linzuain citaron con varios ejemplos del pasado la conformación de hasta 13 bloques diferentes durante la gestión de Gustavo Bevilacqua, que el reglamento no puede estar por encima del derecho a trabajar y tener los elementos necesarios para desempeñarse en el cargo, al tiempo que aseguran que los votos que los coronó concejales fueron por el buen desempeño de Liberman en las elecciones de octubre, en las cuales quedó segundo tras Susbielles.

Lo cierto es que lejos de cerrarse, la grieta en el espacio libertario de nuestra ciudad está más abierta que nunca.